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Carta de una mujer con movilidad reducida: "Los transportes y estaciones de TMB siguen sin ser universalmente accesibles"

Un vagón del metro de Barcelona.

Un vagón del metro de Barcelona. / Xavier González

Esta queja es para expresar mi incredulidad ante el anuncio de TMB que incluye estos mensajes: "No tenim barreres. No tens límits. Ets com et mous". Como mujer con movilidad reducida que se desplaza en silla de ruedas, quiero hacer constar que los mensajes que se exponen en la imagen insultan mi condición y mi constante frustración ante los transportes públicos y estaciones de su servicio que, hoy por hoy, siguen sin ser universalmente accesibles. A continuación nombro algunas de las estaciones de metro inaccesibles: L1: Plaza España, Urquinaona, Clot, Torrassa, Plaça de Sants, Sant Andreu; L3: Passeig de Gràcia, Vallcarca; L5: Cornellà Centre, Plaça de Sants, Verdaguer, Maragall; L4: Maragall, Verdaguer, Urquinaona, Ciutadella.

A estas estaciones se suman, por ejemplo, Fabra i Puig (L1) para ir dirección Hospital de Bellvitge que, aunque se notifica como accesible, el desnivel que existe del metro al andén es imposible de subir con la silla a no ser que la levanten.

Además, cabe añadir, respecto al tren, que, aunque hay horarios en que pasa un tren "adaptado", solo uno o dos vagones son realmente accesibles y no hay ninguna señalización en el andén que indique dónde quedará la puerta del vagón accesible, por lo que resulta toda una aventura adivinarlo para poder llegar a tiempo y entrar al vagón. Y, aun así, hay paradas en las que no es posible bajar porque la estación no es accesible (como por ejemplo en la R4: Fabra i Puig o Arc de Triomf). Además, los ascensores de las estaciones constantemente están averiados, como pasa con los ascensores de Plaça de Catalunya.

Así que sí, tenemos límites (a causa de esta inaccesibilidad) y sí, también tenéis barreras arquitectónicas que nos impiden el uso de su servicio de forma inclusiva.

Y, por supuesto, y contrariamente a lo que el anuncio expresa, soy mucho más que mi manera de moverme, ya que, como pueden comprobar, la manera en que me muevo depende, desgraciadamente, de factores externos a mi persona. Así que no, mi manera de moverme no me define, pero sí define su servicio el posibilitar o no mi desplazamiento.

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