Carta de un profesor: "También somos novatos en esto, estamos aprendiendo"

Llevamos días recibiendo quejas, en su mayoría legítimas, de nuestro alumnado. Nos llegan por tierra, mar y aire: en algunos casos, se trata de correos personales; en otros, de escritos del decanato o del rectorado; y por último, vemos y escuchamos las denuncias en todos los medios de comunicación de este país.

Recojo aquí algunas líneas recurrentes que, aunque en su conjunto sean contradictorias, individualmente y con toda seguridad no carecen de razón: la carga de trabajo es superior al modo presencial; la carga de trabajo es inferior al modo presencial; hay quienes no dan señales de vida; hay quienes no dejan de enviar correos; hay quienes solo cuelgan lecturas; hay quienes solo publican vídeos explicativos (he visto el calificativo "cutres" en las profundidades de la red) en formato PowerPoint; hay quienes solo saben utilizar las herramientas del campus virtual; hay quienes usan Skype o Zoom; hay que darse de alta en alguna plataforma o bajarse una aplicación; hay quienes no tienen en cuenta la situación personal de cada uno, hay...

Individualmente, insisto, tendréis toda la razón, pero permitidme insinuar que posiblemente se os olvide algo: por muy modernos que algunos puedan o podamos llegar a ser, estamos hechos a la antigua, acostumbrados a impartir clases presenciales, a tener contacto humano, a ver y a escuchar vuestras reacciones, vuestras preguntas y vuestras dudas, a colgar lecturas y material de apoyo en el campus virtual y a utilizar el Skype con la familia y los amigos. Somos profesores de cercanía, no a distancia.

También somos novatos en esto, estamos aprendiendo y descubriendo cada día y recibimos vuestras reacciones incluso con mucho gusto, pero sed un poco propositivos y constructivos y tened un poco de paciencia con nosotros, por favor. Para acabar, voy a citar a un gran filósofo de nuestros tiempos: solo "somos sentimientos y tenemos seres humanos". Y es que este virus no deja de fastidiarnos a todos por igual.