Recientemente he podido observar cómo se están efectuando las obras del carril bici de la calle de París de Barcelona. Sin duda, es una de las múltiples actuaciones del Ayuntamiento para hacer de nuestra ciudad un entorno sostenible y ecológico, una actitud muy loable por su parte.
Sin embargo, dicho carril está situado paralelo a unas aceras descuidadas, con baches y altibajos que impiden que muchos posibles peatones las usen. Por esto propongo que el Ayuntamiento haga una moratoria para permitir circular por dichos carriles a personas con movilidad reducida, carritos de la compra y padres con cochecitos de bebé.
Si el problema persiste podemos reservar las aceras para los deportistas de élite. Al fin y al cabo un peatón también fomenta la movilidad sostenible aunque se obvien las inversiones en este ámbito.