Un cambio climático nocivo para todos

Varias personas aprovechan el buen tiempo en la playa de Llevant de Salou, ayer. / efe / JAUME SELLART

El rito católico romano celebra la festividad de San Martín de Tours el 11 de noviembre. Cuenta la leyenda que este se encontró con un mendigo tiritando de frío. Partió entonces su capa y le dio una de las mitades. En reconocimiento, Dios nos concede cada año unos pocos días de bonanza en medio de los rigores invernales, el veranillo de San Martín, un cambio climático beneficioso para todos. Como otros tres que citaré ahora. La Audiencia provincial de Barcelona ha censurado las cargas policiales del 1-O porque la votación no tenía efectos jurídicos. El gobierno de Pedro Sánchez ha obligado a los Bancos a ceder un trocito de sus capas (asumir ellos el impuesto sobre AJD) a favor de sus clientes. Un pequeño receso en medio de los rigores de un préstamo hipotecario. Por último, una tesis cada vez más aireada sugiere que la sentencia final sobre los independentistas procesados podría quedar sólo en el grado de conspiración. En cualquier caso no llegará antes de la primavera/verano. Confundirla con una calificación provisional hecha en noviembre por la Fiscalía es sencillamente querer forzar un otoño/invierno caliente. Un cambio climático, en este caso, nocivo para todos.