Carta de una lectora: "Tenemos los representantes que nos merecemos"

Adrián Barbón valora los resultados electorales.

Hace dos meses estuve visitando Asturias y me llamaron la atención tres cosas. La primera, la limpieza y civismo en una ciudad media como es Oviedo. Creo que es muy difícil alcanzar ese nivel de pulcritud sin una clara colaboración entre administración y ciudadanía. La segunda, poder realizar visitas culturales gratuitas, y aquí haré una mención especial al museo de Bellas Artes, que sin ser un Guggenheim, Prado o un MNAC, alberga obras de artistas de renombre y estupendos descubrimientos de artistas locales. Una grata sorpresa al alcance del ciudadano local y visitante, por no hablar de una ciudad llena de tallas de escultura excepcionales. Y por último, la felicidad que transmiten sus habitantes.

Pues bien, ha salido el último informe Pisa sobre educación, con unos datos penosos para todas las comunidades autónomas: España a la cola de Europa, al nivel de Kazajistán, y Catalunya a la cola de España en comprensión lectora. En cambio, el oasis asturiano se salva de la quema y en comprensión lectora está al nivel de los referentes nórdicos. Recuerdo que durante la pandemia siempre destacaba el buen hacer de las autoridades sanitarias asturianas. Creo recordar que siempre destacaban sus buenos datos y las declaraciones siempre cuerdas de su presidente autonómico. Pues bien, para mí está claro, hablando de manera estadística: la calidad de la ciudadanía está claramente relacionada con la calidad de sus representantes políticos. Si Estos apuestan claramente por invertir en servicios públicos y potenciarlos, repercutirá directamente en los ciudadanos y si su apuesta es degradarlos, pues también. Aquí, a diferencia de Asturias, nos encontraremos con ciudadanos apáticos, autómatas... y servicios públicos a nivel de Kazajistán, ¿les suena?