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Sombras negras acechan Bolivia

Evo Morales, el pasado 31 de octubre. 

Evo Morales, el pasado 31 de octubre.  / EFE / MARTÍN ALIPAZ

De nuevo, sombras negras moviéndose en la selva geopolítica y sin duda lo que las oligarquías imperialistas han resucitado vendrá a buscar de nuevo a los pueblos que se enfrenten al establishment del gran capital. Ahora es el turno de América Latina, como en el pasado, y concretamente Bolivia, cuyo presidente Evo Morales, de talante sencillo y humilde, devolvió la dignidad a los pueblos indígenas (los originarios y más auténticos americanos) tras siglos de desprecio y explotación por las minorías elitistas.

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Evo Morales combinó una economía socialista mixta que, sin ser perfecta (falta diversificación de la economía...), sí garantizó mejoras en infraestructuras, distribución justa de riqueza (reducida la pobreza extrema a la mitad hasta el 17%) y crecimiento económico del 4,8% anual (reconocido por el FMI), combinando nacionalizaciones de sectores estratégicos (hidrocarburos y electricidad), renegociando contratos (incluso sin ninguna objeción del expresidente español de Rajoy respecto a empresas españolas afectadas) e iniciativa privada lucrativa con mejoras sociales con esos recursos con pactos de convivencia.

Aún ganando las elecciones, Evo Morales (también recientemente recibido con honores por el rey de España Felipe VI) ha sido desalojado por un golpismo disfrazado de 'democracia' (y de Dios) con trasfondo racista antindigenista (incluyendo quema de banderas indígenas Whipala) y, no contento con sus riquezas, pretende destruir de raíz el modelo económico-social y territorial (con el separatismo de los sectores adinerados de Santa Cruz) construido estos años para vender otra vez Bolivia a quienes antaño la destruyeron.

El Gobierno progresista de México acoge a un expresidente que, para evitar sangre, ha dejado al poder, y los gobiernos de muchas naciones clamando contra esa injusticia muestran el camino. Y es que frente a esta nueva agresión del imperialismo y satélites contra el presidente legítimo Evo Morales, cabe decir de nuevo que por la patria, el pan y la justicia deben ponerse en pie las naciones frente a la dictadura del capital.

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