"Mi barrio de Barcelona se ha quedado sin alma... me voy 'pa’l' pueblo"

Casi 50 años en el Eixample izquierdo, casi desde que nací. Muchos de ellos sintiéndome tremendamente orgullosa de mi barrio y de mi calle (Enric Granados). Y ahora, ¿en qué se ha convertido?

Cerraron la cacharrería y hay un restaurante, cerraron la lavandería y hay un restaurante, cerraron la tienda de recambios de automóviles y hay un restaurante, cerraron…. Y así podría seguir casi infinitamente, porque es increíble la cantidad de bares y restaurantes que han permitido abrir en esta zona, además de los que ya tenía el barrio.

Además de las molestias que en sí implican tanto este tipo de comercios en plan masivo como los pisos turísticos, que te “amenizan” el patio interior en diferentes idiomas hasta altas horas de la madrugada, para mí lo peor es el alma… mi barrio se ha quedado sin alma.

Ya no queda esencia de barrio, y los vecinos nos sentimos cada vez más incómodos e impotentes en este entorno, más y más dedicado al ocio y al turismo mal entendidos. Para eso, ¡me voy pa’l pueblo!, a disfrutar de los pequeños momentos del día con los vecinos y los comercios de toda la vida.

¡Qué lástima! Tenía la secreta esperanza de que un Ayuntamiento como el actual velaría por los intereses del barrio, habría aprendido la lección del Born… pero veo que no es así. Planifican 'supermanzanas' y restricciones de tráfico varias para “pacificar” Barcelona, y se olvidan del día a día (¡y de la noche!) de los vecinos que queremos no solo habitar, sino disfrutar de la esencia de los barrios de nuestra ciudad.