"Barcelona es también el resultado del esfuerzo y el talento de muchísimas personas"

Todo el mundo habla mal de nuestra ciudad, y la mayoría de los comentarios son ciertos. Barcelona está sucia, la economía no funciona, hay atascos y accidentes y, a nivel internacional, estamos perdiendo el prestigio que tanto nos costó alcanzar. No obstante, las calles Entença y Aragó funcionan; soy motorista y lo puedo acreditar. Desde Entença podemos ir del Poble-Sec a Sarrià en un santiamén. Y por Aragó me traslado de la avenida Meridiana a mi casa en pocos minutos (vivo cerca de la plaza de España). Cuando lo hago, al cruzar el paseo de Gràcia, y ver delante de la Casa Batlló a numerosos turistas, siempre pienso lo mismo: las mejores obras de Gaudí (Sagrada Família, la Pedrera, Casa Batlló, Casa Vicens, Park Güell...) están en nuestra ciudad. Este arquitecto ocupa uno de los primeros puestos en la lista de personajes que han ido elevando Barcelona.

La ciudad es eso, el resultado de unos pocos talentos y el esfuerzo de muchísimas otras personas. Primero los romanos, al instalarse aquí y diseñar los dos grandes ejes de Barcino (Cardus y Decumanus); después, Ildefonso Cerdá con su Eixample; exposiciones universales, olimpiadas, etcétera. El talento no se puede fabricar ya que depende del azar, sin embargo, el esfuerzo es posible. Por lo tanto, los que mandan tienen la obligación de esforzarse. Han de aplicarse, escuchar y buscar el talento esté donde esté: lo hay.