Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

"Barcelona Jurassic Park: La ciudad ya no sería un lugar donde vivir, sino una gigantesca 'start-up'"

Fuerte oleaje en la playa de la Barceloneta frente al Hotel W, el sábado.

Fuerte oleaje en la playa de la Barceloneta frente al Hotel W, el sábado. / ANDREU DALMAU / EFE

Jose luis De la torre

Seguro que recuerdan la película Jurassic Park, un hito en el cine de ciencia ficción de los 90. Un grupo de ingenieros genéticos y empresarios sin escrúpulos daban rienda suelta a su ambición desmesurada clonando a peligrosos animales prehistóricos enjaulados en un parque temático que prometía ser un negocio de oro. La teoría del caos (imposibilidad de un orden simple impuesto a sistemas complejos) acababa con una orgía de dientes y sangre que hacía las delicias de los espectadores mientras el rico promotor decía aquello de: "Cuando recuperemos el control, será perfecto".

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

En algún momento, probablemente con el subidón de los Juegos Olímpicos, a un grupete de atractivos entrepreneurs se le ocurrió la idea de la Marca Barcelona. La ciudad ya no sería un lugar donde vivir, sino una gigantesca start-up que atraería talento y riqueza para beneficio y jolgorio de todos los que quisieran formar parte del proyecto. Es posible que la ciudad se haya beneficiado de algunos puntos de este plan, pero la imagen final dista mucho de ser ese maravilloso parque de atracciones que algunos ricos emprendedores (que no viven aquí) planearon inicialmente.

Gentrificación, vecinos expulsados de sus hogares y barrios, turismo de garrafón, problemas de inseguridad, precariedad... Los problemas de la ciudad demuestran una vez más que los organismos vivos (las ciudades lo son) no obedecen a órdenes simples con base a ideacas brillantes de crecimiento y explotación especuladora. Los grandes cambios de futuro, y Barcelona se merece un gran plan de futuro, deben ser más lentos, graduales y seguir el rumbo del tejido social y local de su realidad. Nada de eso se tuvo o tiene en cuenta.

Lamentablemente, el desorden actual no acabará con los dinosaurios tragándose a los emprendedores. La vida real es más cruel y sin necesidad de efectos especiales. Los ingenieros se benefician a distancia de su plan especulador mientras la gente de a pie vemos a la ciudad real (es decir, a sus vecinas y vecinos) perder.

Participaciones de loslectores

Másdebates