Llevo viviendo en Sant Boi de Llobregat nueve años y lo primero que cogí fue un piso por agencia. Qué ruina, por favor. Casi 4.000 euros por adelantado y cada mes 700, además de pagar el seguro como si el piso fuera mío y las reparaciones que tuve que hacer. Caí enferma y me vi en la necesidad del uso de silla de ruedas, lo cual nos llevó a tener que buscarnos un piso de planta baja. Alquilaban uno en la misma acera. Me puse a cambiar el seguro del piso con las mismas condiciones. Era mío mientras lo disfrutara o sea en fideicomiso y llegó la sorpresa.
Los cables de los enchufes los habían arrancado, a pagar un electricista porque solo había luz en la cocina. Todo lo he arreglado yo y aquí solo aparece el dueño a finales de mes a poner la mano. El contrato se me acaba a finales de año y si no me lo extiende un par de años más, yo tendré que volver a lo mismo: buscar un piso de 700 euros hecho una ruina y con un sueldo de 1.200. El piso está mil veces mejor de como lo encontramos. Ni puertas tenía en la cocina. Los alquileres están muy altos y más para quien cobra un mínimo salario.