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"En el fin del estado de alarma ha habido irresponsabilidad tanto por parte del Gobierno como de la oposición"

Fiesta tras el fin del estado de alarma en Arc de Triomf.

Fiesta tras el fin del estado de alarma en Arc de Triomf. / Manu Mitru

Jaime Rodríguez Soto

Todos hemos visto la gran fiesta de este fin de semana tras el fin del estado de alarma. Yo creo que a la gran mayoría nos ha provocado indignación el ver que, en una gran parte de la sociedad, el peligro del coronavirus y la responsabilidad y el civismo no han calado. Sobre todo en una parte (no voy a decir toda para no generalizar) de una juventud narcisista que solo piensa en sí misma y en sus derechos, pero no en sus deberes.

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Pero todo lo visto este fin de semana no dejaba de ser previsible, por otra parte, sabiendo que el Gobierno no tenía plan alguno de alargar el estado de alarma. Mucho se está hablando en el debate periodístico acerca de si las comunidades tienen competencias para tomar sus propias medidas cara al orden público y de restricciones. Que no hay que echar toda la culpa al Gobierno de Pedro Sánchez. Incluso veo a una gran parte de periodistas (de la izquierda, claro) lanzando que lo de Ayuso y su "libertad" han influido en la población, pero de toda España, a la hora de salir de fiesta de manera irresponsable. La verdad es que me deja estupefacto este último y retorcido argumento. Una presidenta de una comunidad autónoma es la responsable de todos los males de este país y de los populismos a lo Trump.

Vamos a ver, sí que es cierto que el PP en este sentido ha sido muy contradictorio, y según va el viento (electoralista): unas veces a favor y otras en contra del estado de alarma. Todo partidismo y frentismo para poner en un brete al Gobierno. Esto ha sido irresponsabilidad de la oposición en unos tiempos en los que lo que hace falta es unidad. Pero también creo que quien gobierna es el PSOE de Pedro Sánchez, en un gobierno supuestamente progresista junto a Unidas Podemos. En una situación como esta, es el Gobierno el que no se puede lavar las manos y dejarlo todo en manos de los jueces de cada comunidad autónoma. Carmen Calvo ya le ha pedido al Tribunal Supremo que arrime el hombro. Y esto es lo que no es de recibo.

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