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Ahora se trata de no quedarse atrás

Una farmacia despacha a través de la persiana cerrada en el barrio barcelonés de Sant Andreu.

Una farmacia despacha a través de la persiana cerrada en el barrio barcelonés de Sant Andreu. / FERRAN NADEU

El discurso de la empatía, de la solidaridad de todos los que nunca lo demostraron, pero que lo siguieron repitiendo, es ya insostenible. Avergonzada del colectivo educativo que envía a los padres un mail y les transfiere la responsabilidad en la educación. Los que quieren que pintes, cantes, cocines y bailes con ellos. Y que trabajes porque aquí no hay nadie de vacaciones. Ni siquiera han contactado con sus alumnos. No es cuestión de herramientas. Les da igual; muchos van a seguir cobrando. Poco recuerdan el apoyo que tuvieron en su día.

Entretodos

Me enorgullece el otro colectivo docente que está ahí, usando cualquier medio para seguir con su labor para que la situación no parezca tan terrible como realmente es. Agradecimiento a las academias: profesores de música, instrumentos e idiomas, y hasta a los gimnasios, que se han reinventado para adecuar las cuotas y su proyecto desde el primer día, haciendo un esfuerzo en temas digitales. Ahora se trata de no quedarse atrás o desaparecer.

Dicen que las crisis son también oportunidades. Sí, esta vez, la de contar solo con los que lo merecen. En silencio trabaja el personal del sector alimentario, farmacias, los transportistas, repartidores, carteros, personal sanitario, empresas de IT, bomberos, fuerzas del orden, personal de mantenimiento… y todos los que me dejo.

Luego estamos el resto, como individuos. Los que gritan para que el Gobierno ponga medidas para paliar los efectos económicos. Incluyo a los que trabajan en B o han trampeado y que se han reído de los que cumplen la ley por deber social. Y los que no piensan en la continuidad de los proyectos y empresas y solo quieren ahorrar.

Otros, nos quedamos en casa y salimos lo imprescindible. Intentamos normalizar esta anormalidad para no decaer y buscamos soluciones en nuestro entorno. No podemos llegar más lejos, pero si cada uno es responsable a su alrededor no hace falta apuntar a ningún gobernante. De estos mejor hablamos otro día.

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