"A los mayores ningún populismo nos hará cambiar"

El verdadero problema de la edad, el que más nos incomoda, es la constatación de los cambios estructurales en la percepción de cosas tan básicas como el amor, la política, la arquitectura y un sinfín de otros temas.

Entre otras muchas cosas, la medicina, los hábitos alimenticios y el ejercicio físico han hecho posible que muchos seres humanos podamos alcanzar los 90 años en un estado mental aceptable.

No obstante y al margen de la felicidad que nuestra edad nos produce, el saber olvidar las cosas irrelevantes y el hecho de ser mucho más positivos y tolerantes y de sentirnos más libres, lo pasamos muy mal al constatar a diario que, en muchos temas, estamos totalmente fuera de juego.

La división y el enfrentamiento como coordenadas básicas para conseguir votos y, posteriormente, la utilización de posturas radicales para gobernar, son hechos que la gente mayor no deseamos.

Después de haber recorrido el largo camino de nuestra existencia ya no sabemos odiar a nadie, a nosotros nos gusta la ternura y ansiamos amar y ser amados. Ningún populismo (Trump, 'brexit', 'procès', Vox...) nos hará cambiar.

Nosotros somos así.