26-M: dejar de lado el voto del miedo e interesado para votar democracia y libertad

Tras los que podríamos determinar como primera vuelta, el pasado 28 de abril, y esperando la segunda vuelta electoral, próximo 26 de mayo, todos los partidos políticos han reflexionado. Reflexión y autocrítica que por desgracia, como siempre, no llevarán a admitir que han perdido o que hicieron una campaña horrible, llena de falacias e incluso argumentos de odio y crispación por parte de algunos partidos, como el Partido Popular, Ciudadanos y Vox. El pueblo, soberano y cada vez mucho más maduro, votó y decidió que el odio, la crispación o la incitación al miedo sobraban y que son innecesarios en esta sociedad del siglo XXI. 

Sobre todo decidió que ya se está cansando de determinados medios de comunicación y poderes económicos que pretender influir en los resultados finales y posibles pactos. En resumen, el pueblo ha gritado, y con fuerza, con estos resultados que no somos marionetas sino que somos personas y decidimos libremente y que primamos el diálogo al odio, a la crispación y a la división, y sobre todo hemos gritado que no tenemos miedo. 

Los resultados fueron concluyentes. Cierto que queda una segunda vuelta y que esto, por cercanía entre ellas, va a provocar lo que ya está haciendo en el PP: cambiar su falaz estrategia y pensar en posibles pactos posteriores para condicionar sus argumentaciones de una forma filibustera y solo para condicionar su fracaso. Por eso, este 26 de mayo, a raíz de toda la campaña electoral de cara a ese día, va a estar lleno de presiones por parte de aquellos medios informativos y económicos que no han conseguido sus objetivos para intentar ejercer ese "poder mediático" del que el pueblo se está cansando. 

Queremos votar libremente, por eso el 26 de mayo hay que ir nuevamente a votar masivamente y expresar nuevamente con nuestro voto y nuestra madurez a determinados partidos políticos que no queremos odio, ni crispación y menos tener miedo, queremos diálogo, bienestar y convivencia entre todos y todas. Y sobre todo queremos decirles que aprendan a perder, a dimitir y ante todo a aceptar la voluntad del pueblo. El 26 de mayo el pueblo debe votar democracia y libertad y dejar de lado el voto del miedo e del interesado.