Marta del
Campo

Tras el rastro de migas
del Alzhéimer

Marta del
Campo

Tras el rastro de
migas del Alzhéimer

Marta del Campo participará en un encuentro en vídeo en directo en los canales de Youtube y Facebook de EL PERIÓDICO, el jueves 16 de Febrero, a las 18,30 horas. Los lectores y lectoras que tengan preguntas para ella pueden enviarlas desde ya a entretodos@elperiodico.com o intervenir durante el acto por medio del canal de comentarios de las redes sociales de EL PERIÓDICO.

Texto: Michele Catanzaro
Infografías: Ramon Curto
Ilustración: Leonard Beard

La neurobióloga Marta del Campo se dedicaba a estudiar la biología del Alzhéimer, cuando descubrió otra dimensión del problema. Su abuela entró en un largo deterioro cognitivo. “Las enfermedades neurodegenerativas son muy duras, pero pensaba que no lo eran tanto para los pacientes en el estadio final. Al contrario, me di cuenta de que mi abuela sufría estrés: no sabía dónde estaba, tenía alucinaciones…”, relata la científica del Barcelona Beta Brain Research Center (BBRC), centro de la Fundación Pasqual Maragall.

Eso la motivó aún más para desentrañar la madeja de una dolencia que afecta a 900.000 personas en España – una cifra que se duplicará en los próximos 20 años, si sigue el ritmo actual. “Me di cuenta de lo importante de tener un sistema social que apoye”, afirma la investigadora. El 80% de los pacientes españoles con Alzhéimer dependen de su familia, que asume el 87% de los 24.000 euros al año que cuesta el cuidado de cada paciente.

"Queda mucho estudio para conseguir una cura, pero estamos dando pasos importantes"

Eso es un reto sanitario mayúsculo, pero del Campo está esperanzada. “Queda mucha investigación para conseguir una cura, pero estamos dando pasos importantes. Queremos llegar a la Luna y tenemos las primeras piezas del cohete”, afirma. La investigadora se refiere a los primeros fármacos con potencial curativo, que han aparecido en el último año.

A la espera de que su eficacia se confirme, del Campo apuesta por la detección temprana de la enfermedad. Pero ¿de qué sirve saber que tendrás una enfermedad, si no se puede curar? “Cuanto antes apliques las terapias, mejor. Además, los pacientes se sienten aliviados porque se pueden preparar”, explica la científica.

Seguir el rastro de migas que deja la enfermedad ayuda a entender cómo surge. Esas migas son los biomarcadores, moléculas presentes en la sangre y otros tejidos que señalan la presencia de una dolencia, su estadio de desarrollo, o su respuesta a un tratamiento.

“En el Alzhéimer, los cambios biológicos ocurren hasta 20 años antes de los síntomas. Si pudiéramos detectarlos, podríamos estimar el riesgo”, explica del Campo.

¿Qué son los biomarcadores?

Los biomarcadores son moléculas presentes en líquidos y tejidos del cuerpo, que informan sobre la presencia y evolución de una enfermedad o la respuesta a un tratamiento.

¿Qué son los biomarcadores?

Los biomarcadores son moléculas presentes en líquidos y tejidos del cuerpo, que informan de la presencia y evolución de una enfermedad o la respuesta a un tratamiento.

Para detectar biomarcadores se necesitan pruebas invasivas: escáneres del cerebro y punciones de líquido cefalorraquídeo. Pero en los últimos años, investigadores como del Campo han conseguido captarlos en algo tan sencillo como una muestra de sangre.

“Es la hora de aplicar estas investigaciones a la práctica clínica”, afirma la neurobióloga. Los biomarcadores aún no permiten asegurar que un paciente sin síntomas vaya a sufrir Alzhéimer, ni en cuánto tiempo podría ocurrir. Sin embargo, se podrían usar como una forma de triaje para análisis más detallados.

Sobre todo, proporcionarían un tesoro de información para investigar la enfermedad y su tratamiento. “Hay mucha información clínica en España que no se está utilizando tanto como se usa en Barcelona, por ejemplo”, constata del Campo.

Eso es parte de su misión como directora de la plataforma de biomarcadores en fluidos del BBRC. Aquí, del Campo trabaja con datos de grandes estudios llevados a cabo en los últimos años, con muestras de millares de individuos.

Por ejemplo, la Plataforma de investigación Alfa recopila diez años de datos de más de 2700 personas que empezaron a dar sus muestras estando cognitivamente sanas, para entender la evolución de la enfermedad. Del Campo pretende analizar cómo han variado en el tiempo los biomarcadores en el sangre de esas personas.

"El cerebro define lo que somos y sin embargo es tierra incógnita"

Esta científica se licenció en biología en la Universidad Autónoma de Madrid en 2009 y se especializó con un master en biotecnología un año después. Los biomarcadores del Alzhéimer fueron su tema de investigación a partir del doctorado, en el Centro Médico Universitario de la Universidad Libre de Ámsterdam. Entre 2010 y 2019 del Campo progresó en su carrera académica en ese centro, hasta volver a España en la Universidad San Pablo CEU. En 2022 se incorporó al BBRC.

Hasta ahora, le sigue empujando la curiosidad que la acercó inicialmente a la biología. “Siempre me ha fascinado lo que pasa en el cerebro. Es lo que define lo que somos y sin embargo es tierra incógnita”, concluye.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Texto: Michele Catanzaro
Infografías: Ramon Curto
Ilustración: Leonard Beard