Mària Sànchez, el verdadero magisterio del periodismo

Querida Mària… Escribir de ti, sobre ti, por ti, una de las nuestras, sin ir a lugares comunes y frases hechas es todo un reto, ahora que nos has dejado. Nos sirven las palabras ‘tristeza’, ‘pena’, ‘rabia’, nos las decimos unos a otros, por los pasillos y por los rincones, en la redacción, incrédulas todavía por un desenlace tan cruel e inesperado. Estamos de luto todos, todos los departamentos de la tele, de TVE-Catalunya, donde todavía está la gente de nuestra quinta y también muchos de los que han ido llegando en los últimos 35 años. La estima es generalizada. Ya sea como amiga personal o como compañera profesional, o ambas, todo el mundo lo vive como una grandísima pérdida. Porque eras una excelente periodista, inteligente, vocacional, y también una buena persona, cercana, amable, y era un gusto trabajar contigo. Y como la televisión es un trabajo colectivo, una personalidad como la tuya, tan armónica, es un valor muy preciado para un equipo.

Es inevitable mirar atrás, a los inicios, para recordarnos empezando a ser reporteras en televisión, tanto en nuestro ‘canalet’ y en catalán como para “Madrid”, en castellano, en los informativos y programas de TVE. Aprendíamos y reíamos, discutíamos, nos enamoramos y criamos, y lo celebrábamos todo. Después de bregarnos en ‘L'Informatiu’, haciendo calle y especializándonos en medio ambiente, en 1997 nos llegó el encargo de hacer un programa divulgativo de ecología para La2, cuando el tema no estaba ni en la conversación. ¡Qué suerte que tú lideraras el nacimiento de ‘El Escarabajo Verde’, el primer programa de medio ambiente en la televisión española, y del que hemos celebrado los 25 años! Aterrizamos en los despachos de Madrid con la ambición de hacer buena información medioambiental, desde Barcelona para toda España, en esta tele pública que queremos abierta, plural y comprometida, en la que tanto creemos. Fueron dos años fundacionales muy intensos, todo el equipo era muy joven, todo estaba por contar. Tú, con tu empuje y gran capacidad de trabajo, incluso hiciste posible producir al mismo tiempo ‘Escarabajo’ y ‘Araucària’, una serie de documentales sobre ecología en Latinoamérica. Muchas satisfacciones y muchos sufrimientos. Como la vida.

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Por encima de todo, has sido REPORTERA, en mayúsculas. Y dedicada, apasionadamente, a la información de Barcelona, de la gente de Barcelona. Hemos sido afortunados, nosotros y los barceloneses, de que fueras su voz en nuestros informativos. Has rehuido el periodismo de mesa, el oficial e institucional, y siempre has buscado y apostado por explicar la realidad de la gente, a menudo tan cruda y difícil. Sin servidumbres, honesta, con las ideas claras. Siempre lista para el trabajo, lidiando con las urgencias, dispuesta a ayudar, a facilitar, con buen tono. Este es el verdadero magisterio, eso tan difícil que tú has hecho realidad como periodista y que han podido comprobar los compañeros que han ido llegando. Para la redacción, tú has sido la joven de las mayores, una percepción que, a punto de cumplir los 60, era aún más evidente y valiosa. Hoy hace bien y mal sentir que hemos tenido mucha suerte de trabajar contigo, junto a ti. Si ponemos el corazón y la cabeza a funcionar, la primera imagen que nos viene es la de tu sonrisa. Solo la apaciguabas cuando el piloto rojo del directo te pedía la formalidad del ‘Telediario’. Tú eres la prueba de que no es necesario tener un gran ego para ser grande. Hoy, a Barcelona le falta tu crónica y nosotros ya te añoramos. Mucho, querida Mària.

*Anna Solana, periodista, y compañeros y compañeras de RTVE Catalunya.