En comunidad Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Las enfermeras responden a la queja de un lector: "Estamos capacitadas y podemos valorar de forma autónoma"

Dos profesionales de la sanidad pública responden por carta a un lector que protestaba por no haber sido atendido por un médico

Dos alumnas del ciclo formativo de grado medio de Enfermería asisten a una clase práctica.

Dos alumnas del ciclo formativo de grado medio de Enfermería asisten a una clase práctica. / Jordi Otix

2
Se lee en minutos
Luis Benavides
Luis Benavides

Periodista

ver +

El pasado 20 de enero recogimos el testimonio de un lector vecino de Móra d’Ebre, Javier Ramón Tomás Olivares. En su carta relataba su experiencia en un ambulatorio tras sufrir un episodio de enfermedad pulmonar, que terminó con la solicitud en recepción del libro de reclamaciones por lo que entendió que fue una “insuficiente exploración médica”. En ese momento, el reclamante se sorprendió al descubrir que la persona que le atendió, diagnosticó y recetó “paracetamol y un mucolítico” no era médico, sino enfermera. Su queja, que acumula en la versión web más de 200 comentarios, recibió la réplica de dos enfermeras también miembros de la comunidad de lectores de EL PERIÓDICO.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

“Mi denuncia es, en primer lugar, porque la persona que me atiende y que me diagnostica no es médico y no se me informa en ningún momento”, sostiene en su misiva el reclamante, que al día siguiente acudió al servicio de urgencias del Hospital de Móra d’Ebre y le detectaron una bronquitis aguda.

“Buenos profesionales y no tan buenos hay en todos sitios y me sabe fatal que usted se haya sentido mal atendido”, escribe Núria Guirado, de Piera, que se presenta como “una enfermera agotada del desprestigio constante de la profesión a nivel laboral, mediático y social”. “Ser atendido por un médico no es garantía de una asistencia de calidad, como es su caso, en que le prescriben un tratamiento inadecuado por una bronquitis realizando pruebas que posiblemente ni necesite y recetándole antibiótico, que tampoco necesita”, subraya esta enfermera, para luego puntualizar que “las enfermeras tienen competencias para valorar de forma autónoma, decidir, prescribir medicamentos y otras recomendaciones y cuidados”.

Noticias relacionadas

En la misma línea, otra lectora, Marisol Mayorga, defiende en su carta la preparación y profesionalidad del personal de enfermería: “Recibimos una formación de grado de cuatro años más la especialidad, dos años más. Estamos totalmente capacitadas para saber si el paciente tiene una anomalía banal o precisa de otro profesional sanitario para ser resuelta, eso sí, con un exploración del paciente bien hecha y siguiendo los protocolos que avalan nuestras actuaciones”, escribe esta enfermera vecina de Mollet del Vallès, en respuesta a la queja del lector de Móra d’Ebre. “Cualquier profesional, muy a pesar nuestro, puede cometer algún error en la atención a la persona, pero menospreciar a un colectivo por una sola actuación me parece que dice mucho de usted”, apostilla con dureza.

Unos y otros coinciden en la necesidad de reforzar la sanidad pública, aunque con enfoques y prioridades diferentes. “Señor Aragonès, ¿de verdad tenemos dinero para la NASA catalana y para embajadas, y no podemos contratar más médicos”, protesta el lector. La enfermera de Piera, en cambio, pone el foco en las contrataciones (la ratio de enfermería española, con 5,3 enfermeras por cada 10.000 habitantes, está muy por debajo de la europea, 8,4) y sobre todo las condiciones del personal sanitario. “Yo en su lugar me preocuparía más de defender la sanidad pública para que los profesionales sanitarios formados aquí no se fuguen a otros países donde les reconocen su valía y para que no desmantelen nuestra cartera de servicios”.