En comunidad

Los vecinos de Roquetes dicen basta: "Salvemos la mina de Santa Eulàlia"

La entidad Arxiu Històric de Roquetes solicita la reparación y la catalogación de una mina de agua de Collserola convertida en los 80 en un popular merendero

Acto organizado por el Arxiu Històric Roquetes y vecinos frente a la mina de Santa Eulàlia, en Collserola, el pasado domingo 15 de enero.

Acto organizado por el Arxiu Històric Roquetes y vecinos frente a la mina de Santa Eulàlia, en Collserola, el pasado domingo 15 de enero. / Arxiu Històric Roquetes

2
Se lee en minutos
Luis Benavides
Luis Benavides

Periodista

ver +

El pasado domingo 15 de enero varias decenas de vecinos de Nou Barris se concentraron junto a la fuente de Santa Eulàlia, un espacio natural convertido en un popular merendero de Collserola, para protestar por el mal estado de la mina, resultado de continuos actos incívicos. La entidad impulsora de la protesta, el Arxiu Històric de Roquetes, envió una carta a este diario compartiendo la “gran preocupación” que les provocan “las últimas gamberradas” sufridas por esta antigua fuente, situada en el entorno de Can Masdeu, y la falta de una respuesta contundente por parte del Consorci del Parc Natural de la Serra de Collserola y el Distrito de Nou Barris.

La mina, próxima a la carretera Alta de les Roquetes, es un punto de encuentro muy querido y valorado entre los vecinos de Roquetes y excursionistas. En los últimos años los bancos y sobre todo la caseta de la fuente han sido vandalizados por personas que acuden al lugar para hacer botellón e incluso hacen hogueras. “Llevamos años pidiendo al Consorci que catalogue esta fuente, porque ahora está totalmente desprotegida”, sostiene Arnaldo Gil, socio y fundador del Arxiu Històric Roquetes.

A la izquierda, la caseta, vandalizada, cubierta de grafitis. A la derecha, junto a los bancos, restos de una hoguera.

/ Arxiu Històric Roquetes

En uno de los últimos ataques, perpetrado a finales de octubre del pasado año, algún desaprensivo destrozó la puerta de la caseta y reventó algunos ladrillos, cuyos cascotes llegaron a obstruir la salida del agua. Fue entonces cuando los miembros del Arxiu dijeron basta. No podían seguir tolerando la destrucción de un espacio comunitario; un rincón de Collserola con un alto valor natural, patrimonial y sobre todo sentimental.

“Empezó a tomar forma en la década de los 80 de la mano de un grupo de vecinos que plantó todo tipo de árboles a su alrededor y limpió el interior de la mina, pero la limpieza y la protección de este espacio no puede recaer en voluntarios, falta una brigada especial del Consorci”, subraya Gil, quien también insta al propietario de la mina "que la venda o la ceda al ayuntamiento si no puede hacerse cargo de su mantenimiento".

Noticias relacionadas

Fuentes del consorcio que gestiona el parque aseguran a este diario que una empresa de limpieza realiza "el mantenimiento de ese ámbito cada martes", si bien admiten que hasta la fuente no pueden acceder cada semana. Que solo se pueda llegar a pie dificulta esa limpieza semanal, pero acuden siempre que reciben aviso de alguna incidencia, asegura el jefe de Servei Medi Natural i Territori, Joan Vilamú, optimista en cuanto al futuro de la fuente por la reciente aprobación de un proyecto -que contará con el respaldo económico de los fondos europeos 'Next Generation'- para reformar las fuentes de Collserola situadas en el término municipal de Barcelona. Antes, puntualiza, deberán hablar con la propiedad, el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, y será necesario elaborar conjuntamente con el Ayuntamiento un plan de seguridad con carácter preventivo.

"Los actos vandálicos son frecuentes. Botellones, grafitis, barracas, arreglas la puerta el viernes y el sábado vuelve estar rota... Es un drama continuo -prosigue Vilamú- y los recursos son limitados".