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Sarna en perros: ¿qué es y cuál es su tratamiento?

Un perro se rasca

Un perro se rasca

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Vega S. Sánchez
Vega S. Sánchez

Periodista

Especialista en animales, plantas y curiosidades

Escribe desde Barcelona

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La sarna es una infección de la piel causada por un parásito (un ácaro) que pueden contraer tanto animales como personas y que provoca un picor intenso. Es bastante común, es contagiosa y no tiene relación con cuestiones de higiene personal. Los síntomas son causados por los huevos que el ácaro deposita en pequeños orificios de la piel.

Hay dos tipos de sarna que pueden atacar a los perros: la sarna sarcóptica (o escabiosis) -que es la más común y está causada por el ácaro 'Sarcoptes scabiei'- y la sarna demodécica -causada por la proliferación excesiva del ácaro 'Demodex canis'-.

La sarcóptica es la más peligrosa porque es altamente contagiosa tanto para animales como para personas y se contagia "por contacto directo", explica Ana Ríos, responsable del servicio de dermatología del Hospital Veterinario Puchol.

La demodécica, por contra, no se contagia y se produce por la combinación de factores genéticos e inmunológicos del animal. Es decir, la causa "un ácaro que forma parte de la piel del individuo, en este caso, un perro y que, por causas genéticas e inmunológicas no mantienen a raya el número de ácaros y desarrollan la enfermedad", asegura Ríos.

La doctora en veterinaria explica que, al igual que sucede con otras enfermedades dérmicas en los perros, la sarna es "muy difícil de diagnosticar salvo que vaya acompañada de procesos alérgicos muy severos".

Rascado frecuente

El hecho de que el perro se rasque con frecuencia detrás de las orejas o en la zona de los codos puede ser un síntoma, pero hay muchas enfermedades cutáneas que generan ese comportamiento en un can e, incluso, no es necesario que sufran ninguna patología: hay veces en las que los perros se rascan o lamen por placer, sin necesidad de que padezcan lesiones dermatológicas.

Sin embargo, si tiene un rascado continuo y rabioso -lo hace con excesiva frecuencia y de forma compulsiva- conviene observar la zona con atención y tratar de determinar si tiene una pulga o una garrapata.

En caso de que sea sarna, podría tener "lesiones papulares [pequeñas erupciones muy pequeñas, pero palpables], pequeños granitos en los codos y en los bordes de las orejas y el abdomen", que son las zonas donde se puede desarrollar la sarna, explica la doctora Ríos.

Raspado y prueba salivar

Para saber con certeza si tiene sarna, conviene acudir a un especialista para que le haga un raspado en la zona afectada. Sin embargo, aun así será difícil de detectar y lo único fiable es realizarle un "test de saliva, una prueba que determine si tiene anticuerpos frente al antígeno" del ácaro de la sarna, matiza la doctora veterinaria.

El resultado de la prueba tarda cerca de una semana, por lo que seguramente el veterinario recetará al perro "acaricidas de última generación" antes de saber si el can tiene sarna o no, puesto que se trata de una enfermedad altamente contagiosa por contacto.

Este tratamiento consta de "dos dosis o pastillas que se administran separadas por tres o cuatro semanas", afirma la doctora Ríos. La parte buena de estos medicamentos, es que, con este tratamiento, el animal queda libre del parásito, como si nunca lo hubiera tenido.

No hay tratamientos preventivos

La parte mala es que no hay prevención posible: no hay vacunas, inmunidad ni collares que puedan prevenir la sarna, como sucede con otros parásitos como pulgas y garrapatas, por ejemplo, para los que los collares antiparasitarios sí son efectivos.

Los ácaros 'Sarcoptes scabiei' y 'Demodex canis'.

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Sin embargo, el hecho de que el ácaro 'Sarcoptes scabiei', el que provoca la sarna sarcóptica, apenas sobreviva tres o cuatro días sin estar parasitado en un cuerpo hace que sea una enfermedad relativamente infrecuente, salvo "en perreras o lugares donde haya muchos perros", explica la doctora Ríos.

Por tanto, la forma de prevenir la sarna pasa por mantener una correcta limpieza e higiene de los lugares donde habitan los animales, evitando el hacinamiento de los mismos y acudir al veterinario en cuanto haya sospechas de que un perro ha contraído sarna y siempre que presente algún tipo de lesión cutánea, aislándole en su caso de otros animales para evitar el contagio.

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