Entender + las relaciones y la sexualidad Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Empoderamiento sexual

Nos dejamos tantas cosas fuera y nos centramos tanto en los genitales y basta que nos olvidamos que el órgano más importante para disfrutar de manera auténtica de nuestra sexualidad es el cerebro

Una pareja de larga duración se abraza en un parque.

Una pareja de larga duración se abraza en un parque.

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Elena Crespi Asensio
Elena Crespi Asensio

Psicóloga especializada en sexualidad.

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La sexualidad que hemos aprendido no nos deja disfrutar de todo lo que nos puede ofrecer. Nos dejamos tantas cosas fuera y nos centramos tanto en los genitales y basta que nos olvidamos que el órgano más importante para disfrutar de manera auténtica de nuestra sexualidad es el cerebro.

No es lo mismo que te toques o te toquen la espalda en un estado estándar a que te toquen la espalda cuando estás en un estado de excitación. El contacto puede ser el mismo pero la sensación es muy diferente. Hay días que quizás te activa que te toquen la espalda y el cerebro erótico se despierta pero hay otros días que, por mucho que te toquen la espalda, el cerebro se mantiene dormido. Si despertara, la sensación se multiplicaría y el placer aumentaría.

Es evidente que en la zona genital se concentran unas sensaciones sexuales que pueden ser maravillosas y es donde el placer puede llegar a su máximo. Pero solo llegará si el deseo, la excitación y el cerebro eróticos están muy conectados.

En el modelo de sexualidad que hemos aprendido el coito (la penetración de un pene dentro de la vagina) es el centro de todo y se da por supuesto que cuando se empieza el juego la excitación tiene que estar arriba de todo. Sin hacer nada. Y, generalmente, una persona no se excita sin hacer nada, hay cosas que hacen que el erotismo esté más conectado.

En el caso de los hombres, como que se les educa para que vinculen la mayoría de cosas con el sexo y han vivido un aprendizaje de la sexualidad más explícito, donde se les sitúa como sujetos de deseo, puede parecer que esta conexión sexual se hace de manera inmediata. No siempre es así, pero en muchos hombres encaja este modelo en el que piensan en sexo y ya están a punto para un encuentro sexual. Y esto tiene que ver con que la masculinidad que han aprendido va asociada a 'estar a punto' siempre.

En el caso de las mujeres, como que se las educa para que no desarrollen todo su potencial erótico y han vivido un aprendizaje de la sexualidad más implícito, donde se las sitúa como objetos de deseo, el simple hecho de pensar en sexo no hace que se active el cerebro erótico. Además, hay que tener en cuenta que muchas mujeres han tenido experiencias desagradables con la sexualidad y esto hace que cuando piensen en sexo no siempre tienen un pensamiento agradable.

Te propongo cuatro cosas para potenciar tu placer:

• Saber qué es el auténtico empoderamiento sexual.

• Redescubrir aquellas zonas de placer que ya conoces.

• Ampliar el mapa de tu poder erótico.

• Conectar con tu cerebro erótico.

Te explico algo más cada uno de estos puntos:

El auténtico empoderamiento sexual implica tanto a mujeres como a hombres Y, evidentemente, a personas de identidades disidentes. En las mujeres y las personas de identidades disidentes el empoderamiento les tiene que ser útil, en primer lugar, para poder sentirse sujetos de deseo y propietarias de sus pensamientos, fantasías y juegos sexuales. En el caso de los hombres, les tiene que servir para ampliar el mapa de su placer sexual y multiplicar las sensaciones que pueden sentir, más allá de los genitales. Bien, de hecho, esto serviría para todas las personas.

Ampliar el mapa no quiere decir olvidarse de los genitales. Está claro que es una zona que puede proporcionar grandes placeres. Y lo tienes que redescubrir. Eso sí, tenemos que aprender a tocar, lamer y estimular la zona genital más allá del pene y la vagina o, en el mejor de los casos, el clítoris. Tenemos que aprender a disfrutar de todos los rincones, desde la parte del bajo vientre hasta la zona del ano. Estimulando, evidentemente, aquellas zonas que nos apetezcan.

Y ampliar este mapa también implica descubrir zonas del cuerpo que para ti son placenteras y quizás todavía no has descubierto. Tenemos metros de piel para estimular, por lo tanto, te propongo que toques tu cuerpo y el de la persona o personas con quienes compartes las relaciones sexuales de varias maneras.

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No te olvides, además, de conectar tu cerebro erótico porque, así, estas sensaciones ganarán fuerza y las sentirás más placenteras. Cierra los ojos, piensa en aquellas cosas que despiertan tu deseo sexual y, en el momento en que estés teniendo un momento de placer contigo mismo o contigo misma, imagina esto que te despierta el deseo y la excitación. Hazlo, también, cuando estés en compañía. La concentración y la imaginación en el momento del encuentro sexual te ayudarán a estar presente con el cuerpo y también con la cabeza y esto te ayudará a hacer crecer el placer y, además, el deseo.

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Déjame hacerte una recomendación que te será útil para ampliar el mapa y el placer. Me gustaría que hojearas un libro fantástico de Jüne Plà, se llama 'Clímax' y te ayudarà a inspirarte para estimular la parte más erótica de tu cerebro y te conectará con las sensaciones de tu cuerpo.

¡A disfrutar!