Entender + las relaciones y la sexualidad

Sin orgasmo: cinco causas que lo motivan

Según un estudio, solo en un 65% de las veces, las mujeres heterosexuales tienen orgasmos. En cambio, los varones heterosexuales tienen orgasmos el 95% de las veces que tienen relaciones sexuales compartidas. Nuestros aprendizajes sobre sexualidad son en buena parte responsables de esto.

Piromusical 2021

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Elena Crespi Asensio
Elena Crespi Asensio

Psicóloga especializada en sexualidad.

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A menudo hago pequeñas investigaciones, pequeños trabajos de campo para ver si entre la comunidad de personas que me sigue e interacciona conmigo a través de redes sociales me ayudan a comprender lo que les pasa y cómo funcionan.

Esta semana he preguntado a las mujeres y personas con vulva que me siguen por Instagram si han tenido alguna vez problemas para llegar al orgasmo. Y también he preguntado, a aquellas que sí han tenido dificultades si se han quedado sin orgasmos o nunca los han tenido.

Los datos me dan mucho que pensar. Un 25% de las personas que me han dado respuesta me dicen tener problemas para llegar al orgasmo. También formulé otra petición: mujeres o personas con vulva que nunca hayan tenido un orgasmo o que hayan dejado de tenerlo. Evidentemente la muestra es pequeña pero me sorprendió ver como seis personas me dijeron que nunca (NUNCA) habían tenido un orgasmo y 18 personas los habían dejado de tener.

El orgasmo es una sensación más del sexo y no es obligatorio llegar a él, aunque nos han educado para pensar que sin orgasmo no ha habido relaciones sexuales o han quedado incompletas (sobre todo si quien se ha quedado sin orgasmo es el hombre ). No es obligatorio, pues, pero es importante que todas las personas tengamos la misma oportunidad para poder disfrutarlo.

¿Y sabes quién disfruta menos de los orgasmos? Las mujeres heterosexuales. Solo en un 65% de las veces, las mujeres heterosexuales tienen orgasmos. En cambio, los varones heterosexuales tienen orgasmos el 95% de las veces que tienen relaciones sexuales compartidas. Estos datos están extraídos de 'Archives of sexual behavior', del año 2018. Esto significa que las mujeres disfrutan en menor medida de esta sensación sexual cuando están en pareja.

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¿Y por qué se da mucho más en las mujeres heterosexuales (y también en las bisexuales) que en las mujeres lesbianas? Pues por el aprendizaje coitocéntrico del sexo compartido con un hombre que tenga pene. Este es uno de los motivos. Y a mí me gustaría reflexionar sobre este y otros motivos que están influyendo en esta situación y que es el responsable de que algunas mujeres nunca tengan ningún orgasmo. Evidentemente podríamos hablar de ello durante mucho tiempo y podríamos encontrar muchos más motivos pero yo resumo que gran parte de la responsabilidad de que las mujeres tengan menos orgasmos y que incluso no tengan tiene que ver con estos cinco elementos:

  1. La cisheteronormatividad: se presupone que todo el mundo es cisheterosexual y la sexualidad se ha construido sobre esta base.

  2. El coitocentrismo: en lo alto de la pirámide de las relaciones sexuales hay la penetración del pene en la vagina (podríamos decir que al ser la única que podría permitir la reproducción ha sido la práctica más permitida y potenciada).

  3. La supremacía del placer masculino: se prioriza el placer del orgasmo durante las relaciones sexuales, como si no hubiera otras sensaciones que fueran fantásticas. Pero sobre todo cobra especial importancia el orgasmo masculino, por tanto, estamos en una sociedad orgasmocéntrica y falocéntrica: lo más importante es el orgasmo del hombre que tiene pene y que se reconoce como hombre. Y desde el coitocentrismo se estructura la sexualidad para garantizar que sobre todo sea quien tiene el pene la persona que disfrute del orgasmo.

  4. La dominancia y sumisión que se establece según el género: todavía estamos enviando el mensaje y los niños, chicos y hombres aprenden que son ellos quienes deben tener el papel activo y dominante, mientras que a las niñas, chicas y mujeres se las educa para desempeñar un papel más pasivo dentro de las relaciones sexuales compartidas. Se espera que sean ellos quienes tomen la iniciativa y sepan, en cambio ellas deben ser las que necesitan que sus parejas sexuales (hombres) les enseñen cómo funciona el sexo. Todavía a día de hoy se educa a los hombres para ser sujetos de deseo y, en cambio, se espera que las mujeres sean objetos de deseo y tengan un papel más pasivo.

  5. El capital erótico femenino: precisamente bajo la premisa de que se educa a las mujeres como objetos de deseo cobra importante relevancia el capital erótico de las mismas. Es decir, que se valora mucho más a una mujer que es bonita, delgada y “femenina”. Y, evidentemente, existe un elemento que tiene un papel muy importante: la edad. Así como los hombres ganan madurez y se convierten en interesantes con el tiempo (“ganan como el vino”), a las mujeres los años le restan capital erótico (que es desde donde se nos valora en una sociedad machista y capitalista) .

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Romper con estos cinco aprendizajes machistas que hacen que la sexualidad no sea igualitaria y equitativa para todos es muy importante. Ampliar el abanico de juegos y gozar de la sexualidad más allá del modelo machista nos permitirá aumentar el placer a todas. ¿Te apuntas?