Muere Isidre Sala, leyenda del Girona F. C.

El fútbol gerundense y, sobre todo, el Girona FC, están de luto desde ayer noche, cuando transcendió la muerte de una de las leyendas indiscutibles del club y de este deporte en la provincia: Isidre Sala. El excentral, que vivió los últimos años de Vista Alegre y los inicios de Montilivi, es un mito rojiblanco después de haber defendido los colores del club durante 13 temporadas, lo que representan más de 400 partidos, 432 para ser exactos, una cifra todavía insuperable hoy para ningún otro futbolista que haya pasado por la entidad. Toda una institución, que ya llevaba unos años alejado de la vida pública por culpa de una enfermedad.

El central, nacido en Vilamalla el 29 de septiembre de 1940, habría hecho, por lo tanto, 82 años la semana que viene. Fue capitán del equipo y un jugador de altísimo nivel, que incluso habría podido jugar en Primera división, pero nunca se concretaron las ofertas que le iban llegando, un par de veces, por ejemplo, del Espanyol. Su familia tenía una explotación agraria en Vilamalla y a Sala ya le iba bien ayudar en casa y combinarlo con el fútbol. Jugó en el Banyoles y al Girona llegó procedente del Figueres, fichado por el entonces presidente Benjamí Colomer, y ya siempre vistió la camiseta rojiblanca, entre 1963 y 1976. Siempre en Tercera División, y viviendo malos trances como las promociones fallidas contra el Plus Ultra (1966-67) y, yaen Montilivi, ante el Villarreal y el Córdoba. En su ilustre palmarés también luce una participación con la selección española en los Juegos Olímpicos de México, en 1968. Es el único futbolista del Girona que lo ha conseguido. España acabó la aventura en cuartos, eliminada por México (2-0). Su presencia en los Juegos contribuyó al hecho que la prensa gerundense lo declarara «caballero del deporte». Y una vez retirado, en un partido de homenaje entre el Girona y el Espanyol, el 26 de agosto de 1976, la Federació Catalana de Fútbol, en agradecimiento a la fidelidad de Sala por el Girona, le otorgó la Medalla de Plata al Mérito Deportivo.

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Durante las 13 temporadas que vivió en el Girona compartió equipo con otros nombres míticos del fútbol gerundense, como Xavi Agustí (que murió la primavera pasada), Pere Pla, Nitus Granados, Miquel y Mantu Torrent, Llorenç Riera, Lluís Coll, Josep Ribera, Busquets, Benet Masferrer o Pere Moy. Como entrenador, pasó por los banquillos de equipos como el Lloret y el Olot, y fuera del ámbito deportivo, llegó a ser alcalde de su pueblo, Vilamalla.

Los cuatro presidentes que coincidieron con el jugador (Benjamí Colomer, Pere Saguer, Narcís Codina y Maurici Duran) hablaban maravillas de sus calidades futbolísticas, pero sobre todo elogian las calidades humanas. Colomer lo definió como «deportista ejemplar»; Saguer destacó su «honestidad deportiva»; Codina, «la vertiente personal», y Duran aseguró que «es una de las figuras de más relevancia que se puede recordar del fútbol gerundense». Este 2022 está siendo especialmente doloroso para el fútbol gerundense, que ya ha perdido a Xavi Agustí, Pau García Castany y, ahora, Isidre Sala.