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Recuperar el deseo tras de la llegada de las criaturas

Relaciones sexuales y la importancia del lenguaje y de los gestos. / ANTONIO AMOROS

Relaciones sexuales y la importancia del lenguaje y de los gestos. / ANTONIO AMOROS

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Elena Crespi Asensio
Elena Crespi Asensio

Psicóloga especializada en sexualidad.

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Hace unos días recibía, de nuevo, un mensaje que de vez en cuando aparece a mi buzón de correo o a los mensajes directos de instagram. Un clásico, vaya. Si tuviera que crear un mensaje que aglutine lo que me dicen muchas mujeres después de haber gestado, parido y haber empezado a criar sería algo así:

“Hola Elena. Hace 15 meses que tuve una criatura y no tengo nada de deseo sexual. Estoy agotada, mi pareja me insiste pero yo no tengo ni espacio para pensar en sexo. ¿Qué puedo hacer para recuperar el deseo?

En los años que hace que trabajo dentro del mundo de la sexualidad no sé cuántos mensajes similares a este he recibido. La mayoría, de mujeres cisheterosexuals. ¿Qué casualidad que sean las mismas mujeres que sufren la brecha orgásmica, verdad?

Gestar, parir y criar forman parte de la sexualidad. Parece que todo el mundo tiene claro que para conseguir un embarazo (excepto en casos en los que se necesita recurrir a la fecundación asistida) se necesita que haya una relación sexual donde haya penetración de un pene a una vagina. ¿Esto tenemos claro que forma parte de la sexualidad, no? Pues a partir de la fecundación, la gestación y muchos aspectos de la crianza forman parte de la sexualidad, de la esfera reproductiva de este área de nuestra vida. Incluso, en algunas ocasiones, lo vinculado con estos tres procesos (gestar, parir, criar) forma parte de la dimensión del placer puesto que se dan situaciones muy íntimas donde el bienestar y las sensaciones placientes son protagonistas. ¿Que poco que se habla de esto, verdad?

En muchas ocasiones las madres y personas que han gestado y parido viven una esfera de la sexualidad que poco tiene que ver con el modelo machista de sexo que nos han enseñado. Hemos aprendido que después de la cuarentena se levanta la veda y ya se puede volver a tener sexo como si nada hubiera pasado y, realmente, no es así. ¿Por qué? Porque la sexualidad que gana protagonismo en estas etapas no tiene que ver con la pareja, a menudo. Sino que tiene relación con el vínculo que se desarrolla con la criatura que ha nacido. Y, además, muchas personas sienten que han cambiado en muchos aspectos después de empezar a vivir una experiencia tan grande como la de la maternidad.

Y, aun así, la pregunta sigue en pie. ¿Cómo se puede recuperar el deseo sexual (hacia la pareja) después de la llegada de las criaturas? Antes de sumergirnos en todo ello, déjame que te pregunte algunas cosas, por si estás viviendo esta situación:

¿Te gusta tu pareja?

¿Sientes atracción sexual hacia ella?

¿Te gusta como se acerca a ti para proponerte un encuentro íntimo?

¿Disfrutas de las relaciones sexuales que teníais antes de que llegara la criaturada?

¿Sientes que vivís en igualdad de condiciones a casa?

¿Es corresponsable de la cura de los niños?

•¿Tienes tiempo para descansar?

•¿Te gustas?

•¿Conoces bien tu cuerpo?

¿Sabes cómo funciona tu placer?

¿Quieres recuperar el deseo porque tú tienes realmente ganas de recuperarlo?

Si a alguna de estas preguntas has respondido con un 'no', entonces es aquí donde tenemos que investigar y trabajar.A menudo pensamos que el deseo es algo que viene y marcha por arte de magia, como si nada del que nos pasa pueda influir. La realidad es que cualquiera de las cosas que nos pasan tienen una influencia directa en nuestra sexualidad. Y quizás hay quien piensa que los hombres (sobre todo es un pensamiento vinculado a los hombres cis) todo el día piensan en sexo y pase lo que les pase siempre tienen tiempo y ganas para tener relaciones sexuales. Pues esto no es así: hay hombres que (¡oh, sorpresa!) no siempre piensan en sexo y tienen la cabeza llena de otras muchas cosas, también, y hay hombres que quizás sí que siempre tienen un rincón para pensar en tener relaciones sexuales y energía para tenerlas pero, está claro, el modelo de masculinidad hegemónica los ha educado y los ha reforzado para ser así.

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Si has respondido que sí a todas las preguntas, tendríamos que investigar algo más o tendríamos que ver cómo es el tiempo de calidad que tenéis para dedicaros a cuidar la relación, la complicidad, la sensualidad y la sexualidad. Las cosas importantes se marcan a a la agenda y, quizás, el tiempo para cuidar a quién estimes (a nivel sexo-afectivo) es bastante importante para reservarle (para reservaros) un espacio (si es que el mundo en que vivimos nos lo permite).

Si has respondido que sí a todas las preguntas quizás podemos mirar qué propuestas más dirigidas a la esfera sexual podríamos proponer: leer literatura erótica para activar el imaginario erótico, compartir algunos mensajes picantes para mantener viva la chispa entre vosotros, mantener el contacto físico con más de un beso y algún abrazo cada día… y, por qué no, reservar un espacio donde algún juego más íntimo pueda darse sin que los niños entre inesperadamente por la puerta…¿Te apuntas?