ENTENDER+ el medio ambiente

¿Progresamos adecuadamente en sostenibilidad?

La preocupación por el medio ambiente va en aumento entre los españoles. España, según una encuesta de Ipsos, es el país europeo en el que más personas perciben el cambio climático como una amenaza. De ahí que crezca el reciclaje o el interés por un consumo más sostenible. Pero queda camino por recorrer. Rosa Trigo, directora técnica y de innovación de Ecoembes, y Pablo de la Rica, gerente de AECOC Retail & Foodservice Knowledge, nos lo cuentan.

SOSTENIBILIDAD

SOSTENIBILIDAD / 123RF

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Rosa Trigo y Pablo de la Rica

El 80% de la población mundial tiene claro que el comportamiento humano es el principal responsable de los desastres naturales y del cambio climático, porcentaje que sube al 82% en el caso de España. El estudio ‘Essentials’ de Ipsos, multinacional de investigación de mercados y consultoría con sede en París, realizado a primeros de agosto, revela que el 49% de la población mundial se siente culpable por su impacto en el medio ambiente, de ahí que cada vez haya más personas dispuestas a modificar sus hábitos para limitar este impacto.

Así, se observan cambios en el porcentaje de personas que realizan acciones como reciclar lo máximo posible (79% frente al 77% registrado en mayo), utilizar bombillas de bajo consumo (67% frente al 61%), conducir un coche eléctrico o híbrido (48% frente al 40%) o no utilizar el coche (46% frente al 40%). 

Tecnología e innovación al servicio de la sociedad

Rosa Trigo. Directora técnica y de innovación de Ecoembes

En los últimos años, hemos visto cómo el compromiso colectivo de la ciudadanía con el reciclaje ha aumentado exponencialmente y se ha consolidado como un hábito muy arraigado -cuatro de cada cinco hogares ya declaran reciclar sus envases (de plástico, latas, brics, papel y cartón). Una cifra que invita al optimismo, pero que también nos reta a seguir innovando para buscar nuevas fórmulas que se adapten al día a día de los ciudadanos y así lograr una sociedad 100% recicladora. 

Cuatro de cada cinco hogares afirma reciclar los envases. El objetivo es lograr una ciudadanía 100% recicladora

Bajo esta premisa nació ‘Reciclos’, un sistema de devolución y recompensa (SDR) que supone una evolución del actual modelo de reciclaje, al que se incorpora la tecnología móvil e incentivos sostenibles -como contribuciones a oenegés, participaciones en sorteos de bicicletas o billetes de transporte público- en el proceso de reciclaje de latas y botellas de plástico de bebidas. Así, por un lado, damos una segunda vida a los envases y, por otro, a través de las recompensas, contribuimos a mejorar nuestro entorno. 

Nuestro objetivo era incentivar aún más el gesto de reciclar entre los ciudadanos y ciudadanas y, tras una investigación previa de TheCircularLab -el centro de innovación abierta de Ecoembes–, observamos que los hábitos y tendencias de la sociedad actual estaban dirigidos, básicamente, hacia todo aquello que tuviera que ver con la tecnología. Así, concluimos que la mejor alternativa para atraer y movilizar al ciudadano en materia de reciclaje era a través de la digitalización de este hábito para hacer que los ciudadanos no solo reciclasen más, sino mejor.


/ Ecoembes

Así, este SDR comenzó a implantarse en 2019 en Catalunya, y hoy ya está presente en más de 24.000 contenedores amarillos de la calle de municipios de todo el país, y en más de 200 máquinas en lugares como estaciones de transporte, universidades, hospitales o centros comerciales, para facilitar el reciclaje de estos residuos fuera del hogar

Se trata de un sistema muy sencillo en el que los ciudadanos solo tienen que descargarse la 'app' gratuita ‘Reciclos’ y, en casa, escanear el código de barras de la lata o botella de plástico que quieren reciclar antes de tirarla al cubo. Una vez en la calle, cuando acudan al contenedor amarillo con su bolsa de envases, deben depositarla allí y escanear el código QR que hay en el contenedor. En el caso de las máquinas, los usuarios solo deben depositar sus latas y botellas de plástico de bebidas en una máquina de ‘Reciclos’ y escanear el QR que mostrará la máquina. Al utilizar estos contenedores amarillos o, en su caso, las máquinas, los usuarios obtienen puntos, denominados ‘reciclos’, que pueden cambiar por las distintas recompensas que tengan disponibles.

El sistema de devolución y recompensa ‘Reciclos’ tiene ya 200.000 usuarios

La respuesta ha sido inmejorable. Contamos ya con más de 200.000 usuarios que están donando sus puntos obtenidos al reciclar, demostrando, así, su solidaridad. De este modo, a través del reciclaje, los ciudadanos han apoyado más de 330 proyectos de carácter social o ambiental, como los llevados a cabo por el Banco de Alimentos, Cruz Roja -para ayudar a los afectados por el volcán de La Palma o la guerra de Ucrania- o Aldeas Infantiles, para mejorar la vida de niños y jóvenes. 

Somos conscientes de las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías para seguir evolucionando y para dar respuesta a las demandas y necesidades actuales de los ciudadanos, administraciones públicas, industria de la recogida y selección y reciclado, entre otros.

Por ello, en el último año, 'Reciclos’ ha dado un paso más en su apuesta por un modelo innovador de reciclaje incentivado con el desarrollo de un aro dotado de tecnología puntera que transforma el contenedor amarillo en inteligente. Un dispositivo desarrollado con tecnología 100% española y pionero en el sector del reciclaje que permite digitalizar los envases y conectarlos con el ciudadano. Esta solución innovadora, pilotada de momento en algunas zonas de los municipios de Sant Boi de Llobregat y Castellón, se basa en el uso de tecnologías como internet de las cosas (iot), inteligencia artificial, reconocimiento de imágenes, ‘tokenización’ o ‘blockchain’. 

‘Reciclos’ se construye sobre todo gracias al trabajo colaborativo realizado por empresas, administraciones públicas y ciudadanos. Tenemos el firme objetivo de seguir aumentando los datos de reciclaje de envases domésticos, adaptándonos a los cambios sociales y de hábitos de los ciudadanos y garantizando la circularidad de estos residuos. Nos enfrentamos a grandes retos, pero seguiremos avanzando para consolidar una economía circular activa, eficiente y participativa.  

‘Eco-shaming’, el consumo responsable

Pablo de la Rica. Gerente de AECOC Retail & Foodservice Knowledge

El 14 de agosto de 2019, la activista Greta Thunberg se embarcó en un puerto del Reino Unido en el velero ‘Malizia II’ con la intención de acudir a la Cumbre de Acción Climática que se celebró el 28 de agosto en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York. Estas más de 1.000 leguas de viaje marítimo tenían como objetivo poner en evidencia a los centenares de representantes públicos que iban a acudir a una reunión para tratar la emergencia climática en avión, un medio de transporte responsable del 2% de las emisiones globales de CO2. La crítica a la hipocresía de los políticos y personajes públicos inundó las redes sociales y los medios ingleses se encargaron de bautizar el fenómeno como ‘eco-shaming’. 

La vergüenza ecológica se ha expandido a todas las facetas de la vida, incluida nuestra compra diaria

Desde entonces, el ‘eco-shaming’, o vergüenza ecológica, se ha expandido a todas las facetas de la vida, como nuestra compra diaria. En el mismo 2019, el supermercado canadiense East West Market lanzó una serie de bolsas de plástico con mensajes embarazosos para lograr que esta fuera la última opción de sus compradores. 

Todas estas iniciativas tienen una razón: los tiempos están cambiando y los consumidores demandan facilidades para poder llevar un modo de vida responsable con el medio ambiente. Si antes la abundancia y el consumo excesivo se mostraba casi como un símbolo de estatus, hoy en día puede incluso generar rechazo. En este contexto, las marcas están dirigiendo sus esfuerzos a aportar transparencia y a revisar todos sus productos para que sus compradores puedan consumir de una forma sostenible. 


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Más allá de las percepciones están los datos. Según los barómetros de AECOC Shopperview, el 80% de los consumidores considera relevantes los temas relacionados con la sostenibilidad y, a pesar del actual contexto inflacionista y del peso que tienen los precios en las decisiones de compra, seis de cada 10 se muestran dispuestos a pagar algo más por productos sostenibles

¿Qué entendemos por compra sostenible? El consumidor señala cuatro prioridades: productos que faciliten una dieta con menor impacto ambiental; proximidad; reducir el uso del plástico y minimizar el desperdicio alimentario. Conscientes de esta nueva escala de prioridades, las marcas buscan ofrecer soluciones que faciliten tener un modo de vida más sostenible. Pero aún hay camino por recorrer. 

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A pesar de que crece el interés por hacer una compra más responsable, el 59% afirma que le resulta difícil llevar un estilo de vida más sostenible y reclama más información, tanto en productos como en puntos de venta. 

El ‘eco-shaming’ no deja de ser un concepto periodístico que ha hecho fortuna, pero también refleja una realidad: existe una preocupación social generalizada por llevar un modo de vida más responsable y la sostenibilidad es ya uno de los ejes que está transformando el consumo.