En comunidad

Los pescadores de la Barceloneta responden: "Llevamos más de 40 años recogiendo basura del mar"

Los pescadores de la Barceloneta responden a un lector de EL PERIÓDICO que denunció que un barco arrojó plásticos al mar. Los que viven de la pesca, explican, son los más interesados en el bienestar marino

Un pescador de la Barceloneta muestra las microfibras -procedentes principalmente de toallitas y compresas- que se adhieren a las redes de pesca.

Un pescador de la Barceloneta muestra las microfibras -procedentes principalmente de toallitas y compresas- que se adhieren a las redes de pesca. / Manu Mitru

4
Se lee en minutos
Luis Benavides
Luis Benavides

Periodista

ver +

Una carta recibida en la sección Entre Todos generó tanta incredulidad como rabia en la Cofradía de Pescadores de Barcelona. ¿Pescadores devolviendo al mar el plástico que recogen con sus redes? “Me gustaría saber quién ha sido, qué barco hace eso, pero me parece todo muy raro. Esas historias de un amigo me ha dicho…”, protesta una de las voces más respetadas del puerto, el patrón Pau Huguet, de 55 años. Sirva este artículo como justa réplica de los trabajadores del muelle.

Para Huguet, como para el resto de pescadores de la cofradía, el mar no es solo su lugar de trabajo. El mar es su casa y son los primeros interesados en querer un mar limpio. “El primer día que vamos con la red a un cañón (submarino) sacamos muchos plásticos acumulados y algunos peces. Al día siguiente ya cogemos menos plásticos y más peces… Y así hasta que el fondo está limpio y solo salen peces. Seríamos tontos si volviéramos a tirar la basura al mar para encontrarla al día siguiente”, explica este hijo, nieto y bisnieto de pescadores de la Barceloneta.

Huguet muestra el logo de la fundación Ecoalf, con la que colabora recogiendo y clasificando residuos para su posterior reciclaje.

/ Manu Mitru

La pesca de arrastre ya tiene “muy mala fama”, continúa, de manera injusta. “Aquí no hay corales. El fondo marino es tierra, barro, no destruimos nada”, asegura el patrón del barco 'La Ferrosa', en la que también trabajan sus hermanos Xavier y Toni desde muy jóvenes. Como aman ellos el mar, pocas personas. Llevan más de 40 años recogiendo basura del mar, colaborando en diferentes iniciativas medioambientales. La más reciente es la impulsada por la Fundación Ecoalf, que convierte en prendas de alta calidad esos residuos marinos. Proyectos como este persiguen darle otra vida a los desechos, sobre todo envases de un solo uso, pero sobre todo visibilizar y concienciar.  

¿Qué recogen con sus redes? ¿De dónde proviene todo ese material que luego llevan a reciclar? El 93% de la basura recogida proviene de fuentes terrestres y un 80% son plásticos, principalmente bolsas (la mitad), botellas y envases. Son datos del proyecto medioambiental Marviva, impulsado en 2016 por la Agència de Residus de Catalunya (ARC) y Port de Barcelona, en el que los pescadores de la cofradía de Barcelona jugaron un papel protagonista.

Huguet deposita una bolsa llena de plásticos recogidos en el mar en un contenedor del puerto.

/ Manu Mitru

Último reducto del sector primario en la ciudad

El mar da trabajo actualmente, de manera directa, a unas 240 personas, probablemente las más interesadas en el bienestar del ecosistema acuático, en conseguir que los recursos marinos perduren y se regeneren. Aquí no se trata de capturar el máximo de pescado posible. Eso mismo aclaran David Albiol y Agustí Romeu, patrón y segundo respectivamente, cuando llegan a la lonja de Barcelona empujando un carro con unos 300 kilos de pescados entre gambas blancas, cigalas, merluzas y rapes. Zarparon sobre las seis de la mañana y han vuelto pasadas las cuatro de la tarde, a tiempo para venderlo todo en la subasta. “El pescado se coloca fácil aquí porque tampoco pescamos tanto. Actualmente solo podemos faenar cinco días a la semana y durante un tiempo limitado”, cuenta Albiol, de 56 años, muy crítico con el sistema de subasta a la baja y sobre todo con las limitaciones que vienen impuestas desde Europa por culpa de lobis, principalmente piscifactorías y empresas dedicadas a la llamada ‘pesca industrializada’.

Pescadores de la Barceloneta con todo el pescado recogido durante la jornada perfectamente clasificado.

/ Manu Mitru

El presidente de la cofradía, José Manuel Juárez, comparte esa preocupación y defiende un sector que es “100% rentable y 100% sostenible”, esto último en referencia a los estrictos periodos de veda y horarios de trabajo reducidos. Confía en el efecto positivo de la futura remodelación de la lonja, obsoleta según algunos pescadores, y la campaña para posicionar donde se merece la marca Peix de la Barceloneta, registrada en 2010.

Posicionar la marca Peix de la Barceloneta

Los peces y los crustáceos que capturan sus redes no tienen una gran popularidad en el mercado, aunque gozan de una salud excelente, y la Cofradía de Pescadores de Barcelona ya trabaja para poner remedio. Se trata de poner en valor la marca Peix de la Barceloneta. “Si quieres, esta noche te puedes comer un pez que hace cinco horas estaba vivo. Que no ha sufrido en su transporte, ni en la manipulación. Más fresco imposible”, sostiene Huguet.

La lonja de pescado de Barcelona.

/ Manu Mitru
Noticias relacionadas

Una investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), realizada con la colaboración de pescadores, concluyó a finales del año pasado que no se habían hallado ninguna alteración patológica en los animales estudiados, tampoco anomalías en los tejidos. Así, por ejemplo, no encontraron anchoas con anisakis en Catalunya, cuando "este parásito es especialmente prevalente en otras zonas del Mediterráneo y en puntos de la costa atlántica”, detalló una de las investigadoras.

Dar a conocer más y mejor las bondades de su producto se antoja necesario. El desconocimiento por parte de la población les está saliendo muy caro. “¿Las gambas de Palamós? Nosotros nos adentramos unos 30 kilómetros en el mar y pescamos juntos, las mismas gambas -subraya Huguet-, pero ellos se han sabido vender bien y nosotros no”.