Entender + las relaciones y la sexualidad

El rosa no es de niñas ¿Es eso ya una obviedad?

¿Por qué si tienes un pene debes llevar una camiseta de un dinosaurio y si eres una niña debes llevar una camiseta de un unicornio?

Una niña observa unas muñecas en un centro comercial de Madrid.

Una niña observa unas muñecas en un centro comercial de Madrid. / EFE/Mariscal

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Elena Crespi Asensio
Elena Crespi Asensio

Psicóloga especializada en sexualidad.

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El rosa no es niñas. ¿Qué obviedad, verdad? Los colores carecen de género y en pleno 2022 este tema ya debería ser más que evidente. Hay quien me dice "Elena, ¡lo de los colores y el género ya está superado!" "Ya no está de moda hacer esto del rosa y el azul". Y yo miro a mi alrededor y veo un montón de situaciones que me hacen pensar todo lo contrario. Y quizás ya es hora de que comprendamos de verdad que el rosa no es de niñas y que los estereotipos de género que la sociedad nos impone son la base de la violencia patriarcal.

El rosa no debe vincularse solo a lo que socialmente hemos dicho que es femenino y parece que, por fin, el Ministerio de Consumo ha llegado a un acuerdo con la industria de los juguetes para evitar que el rosa solo se asocie a las niñas. No es una prohibición (porque prohibir y basta no serviría de nada) pero sí que se ha elaborado un protocolo con 64 normas deontológicas que quieren impulsar la igualdad en la publicidad infantil.

Una de las cosas que más me sorprende es que todas estas medidas se estén empezando a tomar ahora: en 2022. Por tanto, tan superado no está el tema. En uno de los puntos se dice que no se permite la caracterización de las niñas con connotaciones sexuales y se evitará la asociación exclusiva de juguetes que reproduzcan roles, por ejemplo, de cuidado, trabajo doméstico o belleza. Y tampoco se permite la asociación exclusiva de juegos de acción, actividad física o tecnología con niños.

De hecho, hace ya tiempo que muchas niñas han reclamado su derecho a jugar a fútbol, a realizar actividades tecnológicas, etcétera. Pero todavía nos falta que muchos niños no asocien realizar juegos de cuidado o trabajo doméstico a ser “menos masculinos”. Porque éste es uno de los grandes problemas de la socialización de género: que da a entender que lo femenino es más débil, inferior y menos importante…

Me encuentro que algunas personas me dicen que su hija es una “niña niña” o que su hijo es un “niño niño”. Y, ¿sabes qué significa esto? Que han entendido desde pequeñas qué espera la sociedad de cada criatura en función del género que se le ha asignado. Muchos estudios nos dicen que tratamos diferente a los bebés en función de si creemos que es un niño o una niña y esto ya tiene un impacto en cómo irá desarrollando sus patrones de conducta. Si desde muy pequeña me dicen que soy hermosa, que mis vestidos son fantásticos, que mis peinados me hacen preciosa, se me regalan muñecas, cocinitas, maquillaje e historias de princesas aprenderé a socializarme en función de todo. Si desde pequeña se me habla con un tono más cariñoso, se me abraza más y se me trata de manera más frágil, aprenderé en consecuencia de este tratamiento. Y vicecersa, si desde pequeño se me dice que soy muy valiente, fuerte y grande, se me regalan balones, coches y juegos de construcción, aprenderé a socializarme así.

Niños en la tienda de juguetes no sexistas, Bateau Lune, en Barcelona

/ Manu Mitru

Es más, aunque en casa intentemos socializar dando opciones diversas, todo el entorno está enviando el mensaje contrario. Y si piensas que ya tenemos una sociedad bastante igualitaria, entra en cualquier tienda de ropa infantil donde la ropa esté expuesta. Sección de niño: coches, dinosaurios, astronautas, videojuegos… Sección de niñas: princesas, arco iris, unicornios, princesas… Y yo me pregunto: a los niños, ¿por qué hay que vestirlos como un niño o como una niña? ¿por qué si tienes un pene debes llevar una camiseta de un dinosaurio y si eres una niña debes llevar una camiseta de un unicornio?

"Es que ella me lo pide", me dicen muchas personas. Claro, y mis hijos también me piden cosas vinculadas a los estereotipos de género porque toda la sociedad les está enviando ese mensaje y censura cualquier otra cosa que pueda desviarse de la normatividad. Sobre todo si eres un niño. Cuando un niño quiere pintarse las uñas, quiere bailar, ponerse vestidos y llevar una camiseta rosa pronto hay alguien de su entorno que se ríe o que le cuestiona que así sea. Y este es uno de los aspectos clave: que demos diversidad de oportunidades a las criaturas y que respetamos lo que quieran hacer.


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La psicóloga especializada en terapia de pareja, sexología, terapia familiar y psicología perinatal Elena Crespi será la encargada de resolver todas aquellas cuestiones que surjan y propondrá contenidos que contribuirán a que nuestras relaciones sean más sanas y satisfactorias.

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