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¿Tienen futuro las tiendas de discos?

El formato físico, ya sea CD o vinilo, aguanta la presión del ‘streaming’ más de lo que se preveía, y unido a la reivindicación de la tienda tradicional, sostiene el Record Store Day, celebración a escala mundial que cuenta con Taylor Swift como embajadora y que afronta el reto de su coincidencia, por primera vez, en su nueva edición de este sábado, con los fastos del Día del Libro

Un cliente mira discos en Barcelona City Records, este viernes.

Un cliente mira discos en Barcelona City Records, este viernes. / Ferran Sendra

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Jordi Bianciotto
Jordi Bianciotto

Periodista

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Formato físico contra ‘streaming’, el resucitado vinilo frente a un CD presuntamente caído en desgracia, y la tienda de discos, plantando cara a la compra ‘on line’. En torno a esta diabólica ecuación bascula una fiesta anual, el Record Store Day, que realza el viejo rito de la compra ante el mostrador. El Día de la Tienda de Discos, iniciativa creada en 2008 en Estados Unidos, vuelve este sábado, conviviendo por primera vez con Sant Jordi y el Día del Libro, tras el fatal bienio pandémico, deslizando el mensaje de que el producto físico es compatible con la ultramodernidad.

Ciertos números dan razones a quienes se niegan a cantarle las exequias: en 2021, el negocio en torno al soporte físico se anotó en España, por primera vez, un aumento de facturación (del 15,4%), representando un 15,54% del volumen de negocio de la música grabada (frente al 15,52% de 2020), informa la asociación Promusicae. Y en Estados Unidos, las ventas de un soporte menospreciado, el CD, aumentaron (un 1,1%) por primera vez en 17 años según datos de ‘Billboard’, aun situándose algo por debajo del vinilo, que en 2020 le tomó la delantera (40,6 millones de unidades contra 41,7).

Discos-locomotora

La foto completa nos habla del imperio del ‘streaming’, si bien el objeto físico sugiere una resistencia superior a la esperada. Pero ahí entramos en un océano de matizaciones. Las ventas de formatos físicos se muestran bastante dependientes de la naturaleza más o menos comercial de los lanzamientos de cada año: ‘Billboard’ atribuye a los álbumes de Adele, BTS y Taylor Swift el repunte del CD en 2021. Álbumes asociados a adhesiones fuertes.

En España, el CD movió 37,4 millones de euros el año pasado, dos millones más que en 2020, y 12 millones más que el vinilo. “Es un error dar a entender que se está liquidando”, sostiene Àlex Eslava, director de la discográfica Discmedi y presidente de la PAF (Asociación de Productores Fonográficos), que dice mantener “cierta discusión” con el departamento de Cultura de la Generalitat y con el ICEC (Institut Català de les Empreses Culturals) “porque están volcando todos los recursos al mundo digital, cuando es demostrable que todos los artistas, para existir, publican su disco en físico”. Y ahí, su compañía factura en vinilo apenas “entre un 10 y 15%” de lo que mueve en compactos, porque pone el foco en las grandes superficies y plataformas como Amazon, donde el LP no es hegemónico.

En cambio, en la red de tiendas independientes que sustenta el Record Store Day, el vinilo es el objeto rey. Ese es el formato de los lanzamientos acuñados para ese día, como este año, los de artistas tan variados como Taylor Swift (nombrada embajadora global del RSD 2022), Pixies, Suede, Mariah Carey o Madonna. Productos de coleccionistas: ediciones limitadas, maxisingles coloreados, reediciones singulares.

El objeto de culto

No es tanto el estilo musical el que determina la hegemonía de uno u otro formato, sino más bien el canal: la tienda especializada es más propensa al vinilo. “Y la clave es que ese día puedas encontrarte el disco autoproducido de la banda punk más ‘underground’ y la novedad de Madonna”, explica Carlos Pascual, director de Record Store Day Spain y empleado de la tienda barcelonesa Revolver Records.

Hay un imaginario especializado, de aficionados atentos a las novedades a lo largo de todo el año, que “se han habituado a escuchar los discos en ‘streaming’ y, cuando les apetece tener un objeto, se inclinan por el vinilo”, señala Jordi Llansamà, director del sello (y tienda) BCore Disc, que llega al punto de tratar de evitar las ediciones en CD. “Ya no solemos hacerlos, excepto si el artista se pone farruco”, apunta. “En todo caso, prefiero regalarlos, dentro de la carpeta del LP, que dejarlos ocupando espacio en el almacén”.

Este año, el Record Store Day presenta menos novedades específicas que en otras ediciones. La causa es el “colapso” de la producción de vinilos, indica Carlos Pascual, consecuencia de los problemas de abastecimiento pospandémicos. Esperas de hasta seis y siete meses. Se nota en las novedades de artistas españoles: un total de 18, “cuando otros años eran 30 o 40”, hace notar Pascual. “Los sellos independientes dependen de recuperar la inversión rápidamente, y no se han podido arriesgar a no tener el disco listo ese día”.  Pese a todo, los rastreadores de ediciones exclusivas se las podrán tener con Bunbury, Camarón o Mala Rodríguez.

Precios al alza

Discos que rivalizarán con una gran fuerza motriz del mercado del vinilo, las reediciones de clásicos de la cultura pop: Pink Floyd, David Bowie, Michael Jackson… Objetos de prestigio, cuyo culto reclama ir más allá de su disfrute intangible en Spotify. Aunque los precios vayan al alza en estos días de crisis energética: de los 15 o 18 euros de tiempos no lejanos a los actuales 24 o 26 euros.

Si el CD o el LP desafían el imperio ‘on line’, la tienda de discos es el bastión ante gigantes como Amazon. El lugar que trata de ofrecer algo más que transacción comercial: “una experiencia en un ambiente festivo, con la emoción de encontrarte el disco que buscabas y llevártelo a casa en el acto”, suspira Carlos Pascual. Establecimientos especializados y militantes: un total de 69 adscritos al Record Store Day en toda España, que pondrán este sábado a prueba la máxima de que el futuro será digital, o no será.

 

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