No hay evidencia científica que demuestre que la Luna llena influye en el número de partos

Desde siempre, la Luna ha sido protagonista de varios mitos y leyendas: numerosas webs han hablado de cómo puede influenciar en el ciclo menstrual, el crecimiento del cabello o incluso la cantidad de nacimientos. Hoy no existen datos que confirmen la relación entre el número de partos y el ciclo lunar. “No hay pruebas sólidas de que la biología humana esté en modo alguno regulada por el ciclo lunar”, según una revisión que analiza la respuesta del cuerpo humano al ciclo lunar. Los datos de nacimientos del Instituto de Estadística de Catalunya de los últimos seis años tampoco demuestran esta relación.

No es más probable parir cuando hay Luna llena

Hace tiempo que distintos estudios y profesionales han analizado la relación entre partos y ciclo lunar. Una revisión de 1988, que analizó 21 artículos publicados durante un período de 50 años, ya afirmaba que no existían “pruebas suficientes para apoyar la noción de que existe una relación entre la periodicidad lunar y el nacimiento”. Es decir, se trata de un mito que ha ido pasando de generación en generación, pero nunca ha habido evidencia científica de que dicha relación existiera realmente. En otra revisión de 2019, que analizaba los nacimientos durante un período de 120 años (de 1810 a 1929) en un entorno rural, se llegó a las mismas conclusiones: los investigadores apuntaban que “nuestros resultados no muestran ningún patrón consistente en la distribución de los nacimientos en lo que respecta a las fases lunares”. El efecto de la luz de la Luna llena en los seres vivos se ha estudiado ampliamente.

Como apunta un estudio que analizó un total de 564.039 nacimientos durante 5 años, “no existía ninguna influencia previsible del ciclo lunar en los partos o las complicaciones. Como era de esperar, ese mito generalizado no se basa en la evidencia”.

Otras investigaciones se han centrado en analizar cuál es la percepción del personal de salud respecto al número de partos y el ciclo lunar. Se trata de una creencia bastante extendida entre profesionales: algunos de ellos “siguen creyendo que el número de ingresos hospitalarios o de nacimientos humanos es mayor durante la Luna llena que en otros momentos”, como apunta un artículo que analizaba los sesgos cognitivos que pueden explicar la tendencia a percibir un efecto lunar en lo que no existe. Rosa Cabedo, comadrona y asesora de la vocalía de comadronas del Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona (COIB), explica a Verificat que “es verdad que toda la vida se ha oído [este rumor] entre profesionales”, pero tiene claro que "científicamente no está demostrado".

Elisa Llurba, jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Sant Pau, coincide con Cabedo: “Es verdad que entre las personas que atendemos los partos, siempre ha existido esta idea de que los días de Luna llena se producen más roturas de bolsa [paso previo al parto]. […] Pero, realmente, los artículos científicos que han evaluado esto de forma objetiva, con datos, no han encontrado diferencias significativas con el resto de días del mes”, explica a Verificat.

Esta relación entre partos y los días de Luna llena tampoco se cumple según los datos de nacimientos recogidos por el Instituto de Estadística de Catalunya. Hemos analizado el número de partos que ha habido todos los días en Catalunya desde 2014 a 2020 y los días de Luna llena -aproximadamente 12 al año- que detalla el calendario meteorológico anual de la AEMET. La conclusión que podemos extraer de esta muestra a nivel catalán es que los días de Luna llena no coinciden con los días en los que se han producido más partos en la mayoría de casos. Por ejemplo, el 10 de enero de 2020 había Luna llena y fue el día con más nacimientos de ese mes; sin embargo, el mes de octubre, el día de Luna llena, 31, hubo 129 partos y el día con más nacimientos fue el 14, con 212.

El origen de esta creencia

La Luna pasa por 8 fases diferentes, como explica la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), a lo largo de aproximadamente 27 días. No produce su propia luz, sino que es la luz solar la que se refleja en su superficie, y los cambios en el ciclo dependen de la posición de esta respecto a la Tierra y al Sol. Esta duración determinada ha hecho que siempre se hayan intentado buscar paralelismos con otros ciclos de similar duración.

Los estudios en animales han revelado que el ciclo lunar puede influir, por ejemplo, en la reproducción de algunos peces e implica el eje hipotálamo-hipófisis-gonadal [vía de señalización hormonal con un papel importante en la modulación y desarrollo del sistema inmunitario]; en los pájaros, las variaciones diarias de melatonina y corticosterona desaparecen durante los días de Luna llena.

También se ha estudiado la posible vinculación entre la Luna y las mareas, como explica este artículo. De aquí se ha extraído una posible relación con el parto, dado que el embrión se desarrolla en el líquido amniótico (líquido principalmente constituido de agua que rodea al embrión y al feto durante el desarrollo y tiene diversas funciones). Sin embargo, esta relación que se establece ya fue desmentida en el estudio que acabamos de mencionar. Como explica Jordi Solbes, físico y profesor de la Universidad de Valencia, a Verificat, a menudo “se olvida que la influencia de las mareas depende directamente del tamaño del objeto e inversamente del cubo de la distancia a la Luna. Por eso las mareas son perceptibles en los océanos, como vemos en las costas cantábricas o gallegas, inapreciable en el Mediterráneo e inexistentes, a todos los efectos prácticos y medibles, en fetos o plantas”.

La idea de que la Luna puede influir en los partos y en la menstruación tiene que ver con la duración de este ciclo. Según una revisión histórico-antropológica, centrada precisamente en la influencia de la Luna en la biología reproductiva de la mujer, a menudo la cultura popular ha relacionado el ciclo menstrual de la mujer con el ciclo lunar, ya que el tiempo que tarda la Luna en dar una vuelta alrededor de la Tierra y completar su ciclo de fases es de 27 días aproximadamente (según la NASA), es decir, un mes. “Justamente este período aproximado de 28 días ha estado a menudo relacionado con la menstruación femenina”, como apunta el artículo mencionado.

La Luna, el sueño y los suicidios

Se ha demostrado que la Luna no afecta al número de partos, pero aparte de esta se le han atribuido otras influencias. También se ha estudiado si la Luna podría afectar al sueño, pero de momento parece que no se ha establecido este vínculo. Un artículo que analizaba esta relación encontró que de 0 a 4 días alrededor de la Luna llena había “una calidad del sueño (...) inferior, un sueño (...) menos profundo y (...) y niveles de melatonina más bajos”, en comparación con otras fases lunares. Sin embargo, el estudio contaba con la participación de 17 voluntarios jóvenes y sanos y 16 voluntarios mayores y sanos. Se trata de una muestra poco representativa respecto a la población mundial, como explicamos previamente en Verificat. Otro artículo que también analizaba esta relación encontró que el efecto era mayor en mujeres pero, como explica un artículo de The Guardian, "el estudio es muy interesante pero, tal y como afirman los propios autores, no pueden establecer la causalidad". La Fundación del Sueño de EE.UU. explica en su web que “la investigación sobre el potencial de las fases de la Luna para afectar a los humanos es menos clara: la mayoría de los estudios son pequeños con hallazgos algo inconsistentes”.

El efecto frente a los suicidios también ha sido un tema de debate en la comunidad científica. Un artículo de Nature, que analizaba la relación entre Luna llena y tasa de suicidios en Finlandia, encontró que existía “una diferencia de género estadísticamente significativa según las fases lunares (...) durante el invierno". Explica también que esto puede relacionarse con la depresión estacional invernal (más probable en mujeres) y, por tanto, en esta estación pueden tener un mayor riesgo de suicidarse que los hombres. Sin embargo, el artículo acaba concluyendo que “es poco probable que (...) la Luna sea la única razón del aumento de los suicidios”. Otros artículos como este apuntan a que "no había evidencia de una relación entre el suicidio y la fase lunar", este, que lo relacionó con la presencia de emergencias psiquiátricas, o este, que analizaba la tasa de suicidios.

Antoni Bulbena, catedrático y jefe del Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal de la Universidad Autónoma de Barcelona, y fundador del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones (INAD) del Hospital del Mar de Barcelona, ejemplifica cómo una relación temporal no siempre implica causalidad. "Hay estudios que dicen que cuando hay Luna llena los animales cazan más, (...) porque claro, hay más luz y eso facilita la cosa", explica a Verificat. Sobre la relación entre el suicidio y la Luna llena, explica que “los hallazgos son poco consistentes y no se puede decir que haya relación (...). Desde el punto de vista neurobiológico, la luz no nos surte efecto”.

Coincide con él Gemma Parramon Puig, presidenta de la Sociedad Catalana de Psiquiatría y jefa de Sección de Interconsulta y Psiquiatría de Enlace en el Hospital Vall d'Hebron, que explica a Verificat que, según el plan de prevención del suicidio de Catalunya, “no hay evidencia científica al respecto, aunque existen algunas referencias anecdóticas. En relación a factores ambientales, hay mayor peso en las altas temperaturas (oleadas de calor)”.

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