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La queja de un lector: óxido y oscuridad en los jardines de Elisard Sala de Barcelona

Vecinos de la calle de Berlín piden al consistorio un mejor mantenimiento de los jardines de Elisard Sala, en el barrio de Sants de Barcelona. El Ayuntamiento asegura tener programadas varias actuaciones para resolver estos problemas a la mayor brevedad posible.

Pasaje del número 30 de la calle de Berlín, que sirve de acceso a los jardines Elisard Sala, en Sants.

Pasaje del número 30 de la calle de Berlín, que sirve de acceso a los jardines Elisard Sala, en Sants. / ÁLVARO MONGE

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Luis Benavides
Luis Benavides

Periodista

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Vivir junto a los jardines de Elisard Sala, una plaza dura con varios parterres verdes, es un pequeño privilegio teniendo en cuenta el gris cemento y el negro asfalto predominantes en esa zona limítrofe del barrio de Sants. La quietud y el silencio en este interior de manzana abierto al público –excepto cuando cae la noche, cuando cierra sus puertas- contrastan con el bullicio de Numància y Berlín, dos de las vías que delimitan este espacio verde. Con todo, algunos elementos requieren un mejor mantenimiento, explica un lector, José Ángel Gómez, vecino del número 30 de Berlín, situado en una de las entradas a los jardines. Este acceso -el principal está situado en la calle de Robrenyo- presenta cierto estado de abandono, según algunos vecinos. “Nos hemos quejado repetidamente del estado de la iluminación del pasillo y de la verja. El Ayuntamiento no hace más que darnos largas”, escribe Gómez en una carta dirigida a la sección ENTRE TODOS.

Este acceso desde la calle de Berlín, con apenas 10 metros de largo, desemboca en una escalinata con unas rampas que los niños pequeños utilizan como tobogán.  “Es un lugar muy frecuentado por niños pequeños, y más ahora que ha abierto una guardería”, subraya el lector, que considera que el estado de la verja, “oxidada y descompuesta”, implica un riesgo para los niños.

La Escola Bressol Dracs dejó su local de toda la vida en la vecina calle de Vallespir y se instaló en los bajos de Berlín, 30 el pasado mes de septiembre. Su directora, Nora González, explica a este diario que tienen permiso municipal para utilizar como el área de juego infantil situado en una esquina del os jardines. Lo disfrutan 16 niños y niñas, de entre cero y tres años. Si bien los pequeños no pueden evitar tocar la puerta con sus manitas a la hora del recreo, a la directora le preocupa más el diseño del parque infantil. Las franjas de edad recomendada, según el rótulo, es de 6 a 12 años: “Preferiríamos algo más adecuado para los más pequeños, algo sencillo que les permita experimentar, con materiales más naturales como la madera”, dice.

Acceso a los jardines de Elisard Sala desde la calle de Berlín, en Sants.

/ ÁLVARO MONGE

La iluminación del pasillo, con uno de los paneles destrozado, figura en la lista de tareas pendientes del consistorio, según el lector, que plantea en este punto de los jardines un “ambiente post-apocalíptico a lo Walter Hill”, en referencia a la película de culto sobre vandalismo y pandillas titulada ‘The Warriors’. “Decadencia” es la palabra escogida por la presidenta de la comunidad de propietarios, Cristina Gómez, para describir esta entrada. Coincide con el lector y amplía la queja: “Como estamos en una punta del barrio de Sants somos los grandes olvidados. Solo hace falta echar un vistazo en la acera de enfrente, que pertenece a Les Corts. Allí está todo mucho más limpio”, asegura la presidenta, que dice estar detrás del tema de la verja y de la iluminación desde octubre con repetidas quejas enviadas al consistorio.

Desde el Ayuntamiento explican a este diario que ya tienen programada una actuación de reparación y repintado de la puerta de acceso, en mal estado principalmente por la erosión provocada por los orines de los perros. Respecto a la iluminación, explican fuentes municipales, se está valorando si los niveles lumínicos actuales son los correctos: “En los próximos días se evaluará si es pertinente actualizar alguno de los puntos de luz por tecnología LED para mejorar la sensación de luz”, explican. Se trata, en definitiva, de mejorar la sensación lumínica e introducir progresivamente tecnologías más eficientes, siguiendo los criterios establecidos en el Plan Director de Iluminación del ayuntamiento.

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El mantenimiento del pasadizo, puntualizan las mismas fuentes, es compartido: la correcta iluminación y el buen estado de la verja es responsabilidad del consistorio, no así la limpieza de este espacio privado abierto al paso, que corresponde a la comunidad de propietarios.


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