Entender + las relaciones y la sexualidad

¿Qué podemos explicar a los niños sobre sexualidad?

Os animo a que toméis las riendas de la educación sexual de vuestros pequeños porque si no integrarán que en casa no se puede hablar de esto y muchos de los aprendizajes que harán inevitablemente fuera no tendrán un buen apoyo familiar

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Elena Crespi Asensio
Elena Crespi Asensio

Psicóloga especializada en sexualidad.

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Tenemos que respetar el ritmo de aprendizaje que necesitan nuestros niños. Con la sexualidad también. Y hay que tener en cuenta que vivimos en una sociedad hipersexualizada que nos muestra una sexualidad machista y violenta, por lo tanto, soy partidaria de abrir la puerta a hacer una buena educación sexual, desde el minuto cero, con las personas más pequeñas de casa. 

Respetar su ritmo no quiere decir esperar a que pregunten o tengan curiosidad porque quizás ya sienten curiosidad pero no saben cómo preguntar o como expresarla. Nuestros niños viven en una sociedad que convierte en tabú (todavía a día de hoy) todo aquello que tiene que ver con el sexo, por lo tanto, entienden que es un tema delicado y esto puede hacer que frenen las ganas de preguntar o no sepan por dónde empezar a hacer preguntas. Por lo tanto, os animo a que toméis las riendas de la educación sexual de vuestros niños porque si no integrarán que en casa no se puede hablar de esto y muchos de los aprendizajes que harán inevitablemente fuera de casa no tendrán un buen apoyo familiar. 

El otro día una madre me decía que le preocupaba que en un libro que su criatura había visto en la escuela se enseñaran los genitales y cómo encajaban el pene y la vagina para poder buscar un embarazo. Su hijo tenía 8 años. Me decía que no creía adecuado que un niño con 8 años supiera cómo funcionaba todo esto. A mí no me asusta que una criatura sepa que un pene puede encajar dentro de una vagina para buscar una fecundación, de hecho, me preocupa que se piense que solo así se pueden tener criaturas porque hay otras maneras, que es importante que sepan, para normalizar que una criatura puede nacer debido al método natural o con ayuda médica. Y también creo que es importante que los niños sepa que existen las adopciones y la acogida. 

Lo que a mí me asusta es que una criatura entre los 8 y los 10 años se encuentre, accidentalmente, con la pornografía ‘mainstream’ (datos del estudio de la Universitat de les Illes Balears) y que entre los 10 y 12 años ya busque de manera activa esta pornografía. Me preocupa que una criatura que esté haciendo sexto de primaria crea que sexo y porno son sinónimos. Me preocupa que muchas familias se piensen que sus niños son demasiado infantiles para buscar contenidos pornográficos. Y ¿sabéis qué? Los niños buscan contenido pornográfico desde la curiosidad, el desconocimiento, las ganas de descubrir… y, sobre todo, porque no les hemos hablado de una manera abierta y clara de todo lo que implica el sexo. 

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Por lo tanto, yo prefiero coger el mando de la educación sexual de casa y no que lo coja una sociedad machista, capitalista, racista, capacitista, lgtbiqafóbica y adultocentrista.

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Y no, no podemos excluir a los niños de esta sociedad pero sí que podemos facilitarles herramientas para que puedan discriminar cuáles son los aprendizajes positivos y cuáles no.

Y quizás nos hace falta algunas claves para poderlo hacer. Intentaré compartir algunas que me parecen importantes:

  1. La educación sexual empieza desde el minuto cero (incluso desde el minuto menos uno), por lo tanto, muchas de las cosas de nuestro día a día ya forman parte de la educación sexual de los niños.

  2. Aunque no hablemos del tema, ya estamos haciendo educación sexual, por lo tanto, mejor si ponemos un poco de conciencia y que revisamos nuestras propias creencias.

  3. No hace falta una charla sobre sexualidad, no sirve de mucho. Lo que necesitamos es que podamos vivir con naturalidad este tema y que nuestros niños sepan que estamos allá, a su lado, pase lo que pase.

  4. No regales preservativos. Esto, de manera aislada, no sirve apenas. Solo da una visión coitocentrista de la sexualidad teniendo en cuenta que el auténtico peligro es que haya un embarazo. Hay que hablar de otras muchas cosas.

  5. Habla de placer. Ya tenemos bastante de vincular siempre la sexualidad al dolor, al tabú, a las prohibiciones. Si queremos que tengan una sexualidad responsable, también tienen que ser conscientes de que el placer ha de tener un papel importante.

  6. Trabajemos la autoestima. La sexualidad no se vive plenamente ni no disfrutamos de una buena autoestima. Desde el autorrespeto y el autoconocimiento podremos tomar decisiones que nos ayudarán a estar mejor y disfrutar en lugar de perjudicarnos.

  7. Aprovecha las oportunidades del día a día: una escena en la televisión, una conversación que hayáis sentido, el embarazo de alguna persona conocida. Todas estas situaciones pueden ayudar a incorporar la sexualidad de manera transversal a casa.

  8. Deja muy claro que, pase lo que pase, estás a su lado. Como madres, padres y familia tenemos que estar a la altura y esto significa apoyar a nuestros niños vivan la situación que vivan en su sexualidad.