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La segunda mano, de cutre a 'cool'

El mercado de segunda mano ha experimentado un auge en los últimos años, impulsado por las compras y ventas entre particulares que se realizan a través de webs y ‘marketplaces’. Una de las principales motivaciones es económica, pero no exclusivamente. Los jóvenes son los que tiran del mercado. Gerard Costa, profesor de Esade, e Íñigo Vallejo Achón, de Milanuncios, reflexionan sobre este fenómeno.

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Gerard Costa e Íñigo Vallejo Achón

El negocio global de objetos de segunda mano se incrementará entre un 15% y un 20% hasta el 2026, según Boston Consulting Group. El crecimiento experimento en los últimos tiempos ofrece nuevas oportunidades de negocio, motivadas, en parte, por los cambios de hábitos del consumidor. La pandemia ha acelerado una corriente de fondo que avanzaba desde hace tiempo, en especial en el mercado anglosajón y nórdico. El nuevo impulso nace de una mayor concienciación medioambiental, la necesidad económica fruto de la crisis y la llegada de nuevas generaciones de consumidores acostumbrados al mundo digital y al intercambio de productos.

Instinto de caza

Gerard Costa. Profesor de Marketing de Esade (URL)

Acudir al Rastro en Madrid o a los Encants en Barcelona, entrar en tiendas de segunda mano o con cristal de seguridad y estanterías semivacías eran una experiencia lúgubre de compra hasta hace unos años. Los casos del ‘reality’ de televisión ‘La casa de empeños’, el perfil de compradores como Barry, del programa de almacenes ‘¿Quién da más?’ son ya familiares. La segunda mano es vista como una alternativa para alargar el presupuesto, como comprador, vendedor o intermediario, cuando aceptas que tu vida ya solo puede mejorar.

Con la Generación Z, los nacidos a mediados de los años 90, explota una plataforma como eBay: la segunda mano ‘on line’ para, como les llaman ellos, ‘real people’, unos 190 millones de usuarios en todo el mundo. Usuarios plenamente identificados con la narrativa del rapero Macklemore en su éxito del año 2012 ‘Thrift Shop’ o Tienda de Segunda Mano: «Solo tengo 20 dólares en el bolsillo, estoy de caza, esperando que salga algo (del montón de ropa), esto es **** genial».

Ahora se une a esta ecuación el covid y los confinamientos: millones de consumidores limitados en sus compras, encerrados en sus hogares, aplicando el método Konmari de reorganizar espacios, encuentran decenas de objetos en casa a vender por internet. Y lo suben a conocidas plataformas que claramente te explican cuál será el beneficio de tu compra venta: «Que mi vida anterior te ayude a empezar una nueva». El resultado ya no es una compra vergonzosa y crepuscular, sino 50 millones de armarios o la ropa de lujo de nueve millones de usuarios en Internet.

Es un mercado de 50.000 millones de dólares, donde casi el 50% de los consumidores son la Generación Z 

La segunda mano ya no es percibida como artículos desgastados, sino como piezas ‘vintage’ y colecciones seminuevas. Un mercado de 50.000 millones de dólares, con un crecimiento del 35% anual, donde casi el 50% de los consumidores son la comentada Generación Z, que apoya la economía circular, el consumo responsable, y la economía colaborativa. Alargan la vida útil de los productos, reducen los residuos y lo logran mediante un contacto directo entre consumidores.


/ JORDI COTRINA

Aparentemente nada es tan atractivo para un veinteañero como un consumo ético, sostenible, responsable, de contacto directo entre ciudadanos; aunque esté vendiendo los objetos de su hermana mayor, y todo sea con insufribles e insostenibles furgonetas aparcadas en doble fila. Pero cuando investigamos qué hay detrás de este acto de consumo, las principales motivaciones son bien distintas.

En primer lugar, las plataformas de compraventa son enormemente atractivas seduciendo a la demanda, - ya llegará el momento en que dejarán de cobrar comisión al vendedor y se lo cobrarán al comprador-. Mientras, ofrecen servicios como la entrega inmediata en el hogar o la devolución infinita de tallas y colores, introducen la garantía sobre la autenticidad de la marca comprada y aportan seguridad en el pago. Todo menos sostenible, aparte de requerir tener un perro que sepa recoger paquetes del ascensor.

Algunos grandes ‘retails’ ya ofrecen productos seminuevos intentando huir de una posible reducción en sus ventas

En segundo lugar, las marcas están ya orgullosas de ser segunda mano. Puedo comprar lujo, puedo comprar marcas líderes, puedo comprar en plataformas que ya no hablan de precio, sino de los valores de la Generación Z: «diversidad, igualdad, inclusividad». Algunos grandes ‘retails’ ya ofrecen productos seminuevos intentando huir de una posible reducción en sus ventas.

Y, por último, el valor definitivo y explicativo de su éxito, es que despierta el instinto de caza más primitivo del consumidor: hay oportunidades únicas, irrepetibles. Supone volver a ir de compras excitados, no simplemente hacer la compra ante un lineal de miles de unidades iguales. Debes comprarlo ahora mismo, porque esa marca de ese diseñador quizá ya no esté en cuestión de minutos. Y eso acaba generando más compras, más impulso, más excitación, aunque conlleve sacrificar sostenibilidad.

Hoy la compra de la segunda mano ya no es un estigma, ni un desdoro. Para entender las razones reales, inconfesables, de un comportamiento acudimos a las frases de los propios protagonistas. Como la de la cantante Bjork: «Me drogo, para ser totalmente honesta, en las tiendas de segunda mano. Busco reactivar mi instinto de caza».  

Ahorro y sostenibilidad

Íñigo Vallejo Achón. PR & Content Manager de Milanuncios en Adevinta Spain

Con el final de las fiestas navideñas, ha terminado un periodo en el que nos hemos tenido que replantear el consumo de las compras en esta época del año y el impacto medioambiental que supone. Una época en la que no siempre acertamos con los regalos, según la última encuesta que lanzamos desde Milanuncios: el 85,9% de las personas confirmaron que alguna vez han recibido regalos que no les han gustado. Un dato que, sin duda, debería hacernos reflexionar por un momento.


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Si bien algunas personas los devuelven o los cambian, solamente el 13,8% afirma haber vendido estos regalos en el mercado de segunda mano. Por tanto, ¿qué ocurre con los otros regalos? ¿Dónde terminan? Lo más probable es que acaben abandonados por casa, ya que los obsequios menos acertados son la ropa (51,6%), complementos de moda (21,3%) y los perfumes (16,5%).

A lo anterior debemos añadir una crisis de suministros que agita grandes mercados y, especialmente, al sector de la tecnología a nivel mundial. Ante esta situación, reutilizar y darle una nueva vida a productos tecnológicos que ya han sido utilizados anteriormente se convierte no solo en una alternativa sino que, de facto, es la única opción para conseguir estos productos por parte de muchas personas.

Entonces, ¿cuál es la alternativa? Hace unos años empezó una corriente que perdura a día de hoy: vender lo que ya no quieres o no utilizas y comprar lo que otras personas quieren vender. El mercado de segunda mano ha tardado años en asentarse y ahora tiene cada vez más una gran aceptación entre la población gracias a compañías como Adevinta Spain, que ha impulsado su plataforma de compraventa Milanuncios en los últimos años y ha permitido que la 'app' de Milanuncios esté tan presente en el mercado. 

En primer lugar, porque nos permite vender lo que no queremos o lo que ya no usamos, como por ejemplo, los regalos de Navidad con los que no han acertado. En segundo, porque los productos que se ponen a la venta suelen estar cuidados, por lo que puedes comprar a un precio menor o vender algo que está en buenas condiciones y ganar algo de dinero. Y, por último, por el impacto medioambiental que supone, ya que tenemos la capacidad de decidir si queremos que se fabrique un nuevo producto o si le damos una segunda oportunidad a un producto que ya ha tenido una vida con otra persona.

Libros y cómics, videojuegos y objetos de decoración, los artículos usados preferidos esta última Navidad

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Y cada vez es más real: estas últimas Navidades, los regalos de segunda mano preferidos han sido libros o cómics (34,1%), videojuegos (27,6%) u objetos de decoración (22,8%). En total hay un 21,5% de la población que o bien ha comprado los regalos de Navidad de segunda mano en alguna ocasión o se lo ha planteado para este año (especialmente la población joven, en cuyo caso el 20% ya ha aprovechado el mercado de segunda mano). ¿Los principales motivos? Una vez más: ahorrar y ser más sostenible

El 49% de las personas encuestadas respondieron que les haría la misma ilusión recibir un regalo de segunda mano. A lo mejor nos estamos complicando más de lo necesario y aquello de dar segundas oportunidades tiene ahora más sentido que nunca.  

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