Nueva revuelta contra narcopisos en Barcelona. Manifestación diaria en el Poble Sec

Los vecinos de la calle Piquer (y de otros locales sospechosos, como uno situado en la calle Blesa) han expresado su hartazgo ante esta pesadilla. Hubo un primer intento de desalojo del local, tras una denuncia presentada por su propietario. Pero, el pasado agosto, fue archivada por el juez del caso, al considerar que la ocupación no era conflictiva. Pese a ello, los vecinos no se arredraron: se presentó una nueva denuncia, por la vía civil y, hace una semana, como respuesta a la enésima pelea callejera, los vecinos iniciaron caceroladas y concentraciones de protesta diarias, protegidas por la Guardia Urbana, que cortan el tráfico para facilitar la acción vecinal. "A veces, los traficantes salen del local y se encaran con nosotros", prosigue la vecina afectada, "pero aguantamos, sin caer en sus provocaciones; cuando llegan los Mossos, se meten en el local". Desde que ha aumentado la presión policial y vecinal afirma que ha bajado la venta de droga. "Pero no nos basta; queremos que los desalojen, que se marchen del barrio".

Noticias relacionadas

El Sant Jordi más internacional tras la pandemia, avance del Tema del Domingo

20 años del regreso del tranvía a Barcelona, este domingo en EL PERIÓDICO

Por su parte, fuentes municipales, en sintonía con la postura vecinal, afirman que, desde el principio de la ocupación, han trabajado en colaboración con los Mossos d'Esquadra y la propiedad del local ocupado para que se tramitara la denuncia correspondiente. Tras la sorpresa por el archivo de la causa, hace cuatro meses, se iniciaron diferentes vías para acabar con la ocupación y las múltiples molestias generadas a los vecinos, aunque lamentan que se están alargando más de lo deseable. En ese sentido, se han practicado inspecciones para poder acreditar la insalubridad del local y los riesgos que ello conlleva para la salud pública, presentándose un informe al respecto en el juzgado administrativo que lleva el asunto. No entienden que, ante la coincidencia de las partes sobre la gravedad del problema (propiedad, vecinos, administración y policía), el conflicto del narcopiso de la calle Piquer siga sin solución, casi nueve meses después de su inicio.

De ello se lamenta también Sergi Gázquez, presidente de la Unió d'Associacions de Veïns del Poble Sec. Gázquez apunta que la mayoría de los vecinos quiere proseguir por la vía legal para solucionar el problema del narcopiso, en colaboración con el Ayuntamiento y los cuerpos policiales y descartan recurrir a servicios de empresas especializadas en la 'desokupación' de inquilinos conflictivos, pese a que por redes sociales ya ha habido algún ofrecimiento para ayudar a los afectados de la calle Piquer. Y es que los vecinos solo quieren volver a los meses previos a abril cuando, como apuntaba la vecina anónima que no puede dormir, "aquí no pasaba nada".