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10 canciones contra la pobreza en las ciudades

La trágica muerte, esta semana, de una familia en una sede bancaria abandonada en Barcelona pone de nuevo el foco en la exclusión social en las grandes ciudades, una materia tratada en la música desde múltiples encuadres, ya sea con furia política, emotividad o sarcasmo crítico. Recorremos diez canciones que apuntan a la vida ‘sin techo’, la miseria y la fractura en el tejido social de las urbes del primer mundo.

Concentración por la muerte de cuatro personas en un local ocupado en plaza de Tetuan, el 30 de noviembre de 2021.

Concentración por la muerte de cuatro personas en un local ocupado en plaza de Tetuan, el 30 de noviembre de 2021. / JOAN MATEU PARRA

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Jordi Bianciotto
Jordi Bianciotto

Periodista

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‘Nobody knows you when you’re down and out’, Bessie Smith (1929)

Nadie quiere saber de ti cuando estás hundido y sin blanca, cantaba amargamente la ‘emperatriz del blues’ en este tema de Jimmy Cox de 1923. “Y cuando vuelves a ponerte de pie / todo el mundo quiere ser tu buen viejo amigo perdido”, sigue con ironía la letra, que recoge los vaivenes que la sociedad estadounidense vivió a raíz de la depresión tras la Primera Guerra Mundial y del posterior auge de los ‘felices años 20’, tiempo en que se demostró que uno podía caer en picado de un día para otro (y, solo tal vez, remontar).

‘Coat of many colors’, Dolly Parton (1971)


La estrella country evoca las penurias que vivió en casa cuando era una niña. La madre confecciona un abrigo para su hija cosiendo pedazos de harapos de distintos colores. Sus amigos se burlan al verla, reacción que ella no entiende, puesto que se siente rica vistiendo esa prenda zurcida “con todo el amor”. Se inspira en la historia bíblica de José, de la que también tomó nota Andrew Lloyd Webber en el musical ‘Joseph and the amazing technicolor dreamcoat’.

‘El desesperat’, Ovidi Montllor (1972)

El cantautor de Alcoi, poniéndose en la piel del pobre diablo que tiene tanta hambre ('fam') que se comería el estiércol ('fem'), en una canción con aires ‘brassensianos’ llena de juegos de palabras. “I si vull ser gras / he de menjar gat”, hace notar, capeando la miseria con ingenio y humor. La versión ska-punk de este tema a cargo de Inadaptats captó a un público nuevo cuando arreció la crisis de 2008.

‘Kill the poor’, Dead Kennedys (1980)

"¿No sería estupendo poder lanzar una bomba de neutrones, que ataca a los seres vivos y no a los inmuebles, para terminar con los pobres, esos individuos molestos que lastran a la sociedad exigiendo impuestos y derechos?". Con ese insolente tono sarcástico parodió la pionera banda hardcore californiana a las élites para arremeter contra la brecha social en las urbes estadounidenses. Problema: algunos (punks de extrema derecha) se la tomaron en serio. La réplica fue expeditiva: ‘Nazi punks fuck off’.

‘Fast car’, Tracy Chapman (1988)

La trovadora de Cleveland se puso en el mapa con esta narración de la soñadora que fantasea con salir del hoyo dejando atrás el refugio de sintecho, el padre alcoholizado y la madre ausente, y montarse en un “coche rápido” con destino a un futuro mejor. Un lugar en el que “llegar a ser alguien”, repite el estribillo de este tema, su primer sencillo, que se coló inesperadamente en el Top 10 estadounidense. 

‘Even flow’, Pearl Jam (1991)

“Congelado / apoya su cabeza de nuevo en la almohada de hormigón”, comienza este clásico del grupo de Seattle. Muchos años después, su cantante y letrista, Eddie Vedder, reveló que se había basado en la historia de un ‘homeless’, veterano de la guerra de Vietnam, ya fallecido, al que había conocido cuando preparaba el primer disco de Pearl Jam, ‘Ten’.

‘Disculpe el señor’, Joan Manuel Serrat (1992)

Serrat, en modo acusatorio, hablándonos del mayordomo que importuna al señor haciéndole saber que en el recibidor hay “un par de pobres” que preguntan por él. “Son pobres que no tienen nada de nada / No entendí muy bien / sin nada que vender o nada que perder”. Cada vez vienen más, hasta millones, y preguntan dónde está la despensa, hasta que el sirviente se desentiende: “que estos no se han enterado / que Carlos Marx está muerto y enterrado”. Fresco del álbum ‘Utopía’, en torno al (hipotético) fin de las ideologías tras la caída del Muro de Berlín.


‘Burnin' it down’, Steve Earle (2013)

Un tipo escarmentado por la vida está sentado en su furgoneta, su hogar, en el párking de un centro comercial. Se siente viejo y derrotado. Ha comprado “diez galones de gasolina y una botella de propano”, y tiene el mechero listo. “Estoy pensando en quemar el Walmart / Estoy pensando en quemarlo”, va repitiendo con fatigada parsimonia el estribillo de la canción, de una lúgubre emotividad. Escalofriante cántico folk-rock con vistas a la América desheredada.

‘Baile de los pobres’, Calle 13 (2010)

El romance entre el paria y la pija articula este aparatoso tema latino con ráfagas de rap, con el que la banda puertorriqueña traza un juego de contrastes: “Tú sudas perfume, yo sudo trabajo / Tú tienes chófer, yo camino a patas / Tu comes filete, y yo carne de lata”. El vídeo se recrea en el choque de clases, la vida a salto de mata en el suburbio frente al enmoquetado mundo de ella (y la cara de horror de su padre al descubrir el idilio).

‘The 'A' team’, Ed Sheeran (2011)

El ídolo pop se inspiró aquí en su visita, a los 18 años, a un refugio para personas sin hogar, a las que entretuvo cantándoles con su guitarra las canciones que le pedían. Cuenta la historia de Angel, una chica enganchada al ‘crack’ (tipificada como droga de clase A en el Reino Unido, de ahí el título), capaz de “enloquecer por un par de gramos” y de “venderle amor a otro hombre”. Con este ‘single’, y no con una canción de amor, emprendió Sheeran su carrera. Tiempo después, declaró que durante dos años y medio había dormido en la calle en Londres, tiempo en que compuso otro tema muy explícito, ‘Homeless’.

 

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