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Adiós al amor romántico

Tenemos muchas creencias que nos impiden construir relaciones sexoafectivas saludables y que nos encadenan a una idea muy tóxica

Archivo - Una pareja de jóvenes en el césped de un parque en Madrid.

Archivo - Una pareja de jóvenes en el césped de un parque en Madrid.

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Elena Crespi Asensio
Elena Crespi Asensio

Psicóloga especializada en sexualidad.

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La lucha contra las violencias machistas tiene un protagonista estelar: el amor romántico. Vencer la idea de que este amor romántico es el amor de verdad es clave para poder crear relaciones sexoafectivas saludables.

  • Para tener las cosas más claras te propongo diferenciar entre tres conceptos diferentes: atracción, enamoramiento y amor.Atracción sexual: es aquello que sentimos cuando conocemos a alguien y despierta nuestros deseos. Es algo químico y no podemos escoger por quien sentimos atracción. Hay personas que nos generarán un grado pequeño de atracción y otros que nos encenderán mucho. Que sientas atracción por alguien no quiere decir que esta persona te convenga y la relación con ella sea saludable. La atracción no es garantía de éxito para tener pareja, pero puede ser alguien con quién tener una buena relación sexual.

  • Enamoramiento: es cuando hay atracción (generalmente también atracción sexual, pero no siempre) y, además, nos imaginamos cómo sería estar con aquella persona. Se une la química y las expectativas de pareja. Estas expectativas que tenemos sobre cómo funcionaría esta relación vienen dadas por las creencias irreales sobre el amor y aparecen en el momento del inicio que es cuando todo parece perfecto. Estas sensaciones corporales y las creencias que tenemos configuran el amor romántico. Es algo que tú imaginas y que construyes a medida de lo que te gusta pero no tiene porqué ajustarse a la realidad. Que te enamores de alguien no hace que la relación que puedas tener con aquella persona sea conveniente, a medida que conoces al otro/a es cuando tienes que valorar si realmente merece la pena o no vincularte con ella.

  • Amor: la construcción del amor es un acto consciente. Posiblemente hayas sentido atracción y/o enamoramiento hacia esta persona y, una vez la conoces, es cuando valoras si merece la pena tener un proyecto relacional con ella. Lo ideal es que nos vinculemos a personas que nos gusten y nos convengan y nos ayuden a crecer como personas. Porque si nos vinculamos con alguien que nos resta en lugar de sumarnos es que estamos en una relación de violencia.

Como hemos dicho antes, tenemos muchas creencias que nos impiden construir relaciones sexoafectivas saludables y que nos encadenan a esta idea del amor romántico que es tan tóxica. Y digo tóxica para suavizar mis palabras porque, parafraseando a mi compañera Pamena Palenciano, decimos tóxico pero realmente estamos hablando de violencia en alguno de sus grados.

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Algunas de estas creencias que impiden que nuestras relaciones sean saludables son:

  • Creer en la media naranja. Pensar que hay alguien o algunas personas que están hechas para encajar con nosotros, que nos completan. Entonces, si tenemos esta creencia, la idea básica es que somos personas incompletas y necesitamos que alguien nos complete. Es cierto que siempre somos personas incompletas, pero lo que necesitamos no es engancharnos a alguien sino vivir una vida donde los aprendizajes no acaben nunca.

  • Creer que el amor de verdad es aquel que te fusiona con la otra persona y que es único y exclusivo. Fusionarse no es saludable, lo que es saludable es conocer a alguien que te sume, que te enriquezca, que te haga sentir bien.

  • Creer que si alguien tiene celos es porque te quiere. Pues no, si alguien tiene celos es porque tiene poca autoestima y los celos parten de las inseguridades personales. Intentar poner celoso a alguien o sentir celos no es una muestra de amor, es una muestra de inseguridad en uno mismo o en la relación que estáis construyendo. Y esto conduce al sufrimiento y si hay este tipo de sufrimiento no estamos construyendo amor.

  • Creer que si te peleas con tu pareja es que os deseáis mucho. En las películas sucede así, dos personas que son pareja o amantes se pelean y resuelven el problema teniendo una gran sesión de sexo épico. Esto solo conduce a engancharse a un sexo que es pasional y salvaje (como si no hubiera otras vías para vivir las relaciones sexuales) y a perpetuar los problemas hasta que exploten definitivamente, puesto que no se resuelven teniendo relaciones sexuales.

  • Creer que el amor puede con todos los impedimentos que se pueda encontrar. No, el amor no puede con todo. Como diría el psiquiatra Aaron T. Beck, con “amor no es suficiente”. Aparte de pensar que quieres a alguien también le tienes que mostrar respeto, os tenéis que divertir, tenéis que tener proyectos que os encajen, etcétera. De hecho, si no hay todos estos ingredientes y solo hay “amor”, ¿estás convencida que estamos hablando de amor? ¿O quizás es atracción, enamoramiento o dependencia afectiva?

Detectar si la relación que tienes es saludable o no es un paso muy importante. Quizás esta lectura te ayuda a encontrar algunos mitos que tienes tatuados en el cerebro y te ayuda a sacarlos de dentro tuyo y empezar a construir relaciones de amor de verdad, del que es consciente y te enriquece, no del que te hace sufrir…