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Casado y la energía solar: ¿dice verdades o simplifica?

Unas declaraciones del líder del Partido Popular sobre la imposibilidad de emitir energía solar por la noche fue carne de chanza en el universo Twitter. ¿Tan ridículo fue lo que dijo o hay algo de cierto en lo que planteó? Preguntamos a tres expertos en el sector energético

Placas fotovoltaicas para el autoconsumo en un tejado de Barcelona.

Placas fotovoltaicas para el autoconsumo en un tejado de Barcelona.

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Sonia Gutiérrez
Sonia Gutiérrez

Periodista

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En política, no hace falta demasiado para que salte la polémica. Cualquier declaración puede levantar una ola de reacciones. Le ocurrió a Pablo Casado el pasado domingo, después de que en el Congreso de su partido en Castilla-La Mancha dijera que de noche no se puede emitir energía solar. En las redes, se desató la discusión: algunos le tacharon de ridículo porque la energía se puede almacenar, otros apuntaron que no le faltaba razón. Hemos preguntado a tres expertos para aclararlo.

Casado no se equivoca en su declaración inicial - Cierto

De hecho, es obvia: «A las ocho de la tarde, no había posibilidad de que la solar emitiera. Básicamente, porque era de noche». Eso dijo el líder del PP el domingo, tras apuntillar que a la izquierda «solo le gusta la energía solar». «Es como decir que, cuando no hay viento, la eólica no va», afirma Josep M. Montagut, presidente de la comisión de energía del Col•legi d’Enginyers Industrials de Catalunya. Pero cuando sí hay sol, recalca, su aportación es considerable: «De diez de la mañana a cuatro de la tarde, la fotovoltaica cubre el 15% del consumo energético del Estado», dice. «La afirmación [de Casado] es cierta, pero es un argumento demagógico. El sistema eléctrico es más complejo», coincide Roberto Villafáfila, profesor de la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Industrial de Barcelona (ETSEIB) de la UPC e investigador del Centre d’Innovació Tecnològica en Convertidors Estàtics i Accionaments (CITCEA). Para cubrir la demanda a todas horas hay un mix de tecnologías que se complementan. De todos modos, la energía solar sí que puede almacenarse para usarse de noche, lo que lleva al punto siguiente.

Es viable almacenar la energía solar - Depende

«El almacenamiento es un problema», afirma Mario Giampietro, investigador del Institut de Ciència i Tecnologia Ambiental (ICTA)de la UAB. Los acumuladores que existen hoy en día son muy pequeños, no es posible hacerlo a gran escala. Hay baterías de uso doméstico, pero si quisiéramos fabricar baterías para todos, no habría suficientes materiales (básicamente, litio) para construirlas, explica Giampietro, que pone un ejemplo: para cubrir un día de demanda energética de una ciudad como Tokio, haría falta 1.500 veces más capacidad de la suma de todas las centrales de almacenamiento que actualmente tiene Tesla. Montagut no lo ve tan negro: las plantas termosolares, aunque tienen poca implantación, sí pueden almacenar algo de energía; también se puede optar por sistemas híbridos, recurrir a la hidráulica o a las centrales de bombeo (las que tienen dos embalses a diferente altura) o a los electrolitos de hidrógeno. Y mientras no se pueda almacenar a gran escala actualmente, insiste, el ahorro que representa usar la energía solar solo en las horas de luz ya justifica invertir más en ellas. Y para el autoconsumo, se amortiza en pocos años, asegura. Las plantas fotovoltaicas funcionan justo en las horas en que las fábricas están al máximo. Sin embargo, de todo el consumo energético en España en 2020, la solar aportó el 6%. «Aún es poco, hay margen de mejora», añade.

Hay que seguir apostando por las nucleares - Depende

En la polémica que nos ocupa, Casado respondió a las críticas iniciales con un tuit en el que insistía con datos de Red Eléctrica Española (REE) en el escaso peso de la solar en el mix energético por la tarde (5000 MW nuclear, 14.000 MW gas y 32 MW solar) y añadía: «Como quiero energía barata y no contaminante propongo renovables con nuclear de refuerzo, como pide Macron y Biden». El papel que deben tener las nucleares es espinoso. Para Giampietro, no son una opción. «Lo venden como verde, pero no se ha solucionado el problema de los residuos ni el de la seguridad». Tampoco está clara su neutralidad en emisiones de CO2. Son neutras a la hora de producir, pero tienen su huella de carbono en su construcción (también las renovables, pero menos). Construir una nueva central nuclear, además, es muy costoso. ¿Y las que ya existen? Montagut no es partidario de poner una fecha de cierre a corto plazo: «Los alemanes cerraron las nucleares y ahora están quemando carbón como nadie». La nuclear funciona muchas horas y a plena potencia, algo a lo que las renovables no alcanzan. Después vendrían las centrales de ciclo combinado, que funcionan con gas, y las de carbón. Pero si Europa no quiere depender de terceros países, como ocurre ahora con el gas, y mantener el camino de la neutralidad en carbono, Villafáfila solo ve una opción: «La combinación de nuclear más renovables sería el puente para conseguir un sistema eléctrico descarbonizado. Este puente debería de permitir llegar a un sistema totalmente basado en energías renovables distribuidas (a pequeña escala) y centralizadas (grandes instalaciones) combinadas con sistemas de almacenamiento (principalmente a escala media y pequeña)».

Casado simplifica en exceso el debate - Cierto

Si hay algo en que coinciden sin fisuras Giampietro, Montagut y Villafáfila es que Casado reduce un debate muy complejo a unos términos muy simples, sin tener en cuenta otros factores. «Es una discusión de bar, muy superficial», afirma el investigador de la UPC, que aboga por un sistema público, no basado en el mercado. Montagut lamenta que se use la energía «como arma arrojadiza en política» y que lo que hace falta en realidad es un cambio de hábitos, de reducción de consumo. «El mensaje tiene que ir por ahí», afirma. Villafáfila aún va más lejos: se podría repensar el sistema actual, en el que la oferta se adapta a la demanda, y que sea la demanda la que se adapte a la oferta disponible. Lo llama «flexibilidad de la demanda»: cuando sopla mucho viento, no desaprovechar la eólica que no se use en ese momento, sino que de forma automática esa energía sirva para cargar termos y baterías, por ejemplo. Y al revés: si no hay generación de energía, el usuario desconecta para reequilibrar el sistema. ¿Utopía? Ya hay experiencias en Bélgica, Francia, Alemania y el Reino Unido, y una prueba piloto en España. El debate energético da para más que un par de tuits.