Entrevista

Joan Domènech: "La escuela tiene que ser un refugio para pensar sobre la sociedad"

Licenciado en Filosofía, ha sido profesor y director de escuela, ha escrito numerosos artículos y libros sobre educación, mantiene el blog ‘Després de l’escola’ y actualmente comisaria la exposición 'Portes obertes a l'escola pública' sobre la naturaleza y los retos que afronta el modelo de escuela pública y de calidad en Catalunya. El diseño del espacio en el Palau Robert invita a hacer visitas en grupo y conversar en un ágora. Abierta hasta abril de 2022.

Joan Domènech, en un espacio de la exposición pensado para jugar.

Joan Domènech, en un espacio de la exposición pensado para jugar. / ALVARO MONGE

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Gemma Tramullas
Gemma Tramullas

Periodista

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Escuela viene del griego antiguo ‘skholé’, que significaba ocio.

También significaba juego, un tiempo separado de las obligaciones de la vida cotidiana

¿Qué queda de la idea original?

Esta idea se utiliza para decir que la escuela tiene que ser un refugio que permita pensar sobre la sociedad. Hemos intentado resumir el currículum escolar en una idea muy simple: la escuela tiene que ser el lugar donde los niños aprendan a leer y escribir sobre el mundo.

Eso no tiene nada de simple.

La sociedad ha ido añadiendo capas de calidad a los propósitos originales de la escuela universal obligatoria. Ya no se trata solo de saber hacer frases, sino de pensar sobre el mundo. Ahora saber leer significa también poder distinguir si una información es veraz o no.

¿Tantas capas no ahogan la esencia de la escuela?

La esencia es, volviendo a los griegos, separarse de la sociedad para poder pensar sobre ella. 

"Solo la pública puede garantizar una escuela inclusiva, de calidad, democrática y sin ánimo de lucro"

¿Por qué una exposición sobre la escuela pública?

La idea es que para que la escuela sea así tiene que ser pública. La exposición no entra en la polémica pública-privada, pero solo la pública puede garantizar una escuela para todos, inclusiva, de calidad, democrática y sin ánimo de lucro.

¿Cuál el principal riesgo al que se enfrenta la escuela pública?

Hay una multiplicidad de problemas, pero una cuestión básica es el presupuesto. Sin recursos no se puede hacer una buena escuela. La escuela inclusiva tiene un consenso amplísimo pero sin los recursos necesarios no se puede hacer bien. Si se considera un bien esencial tiene que reflejarse en el presupuesto.

¿Y el profesorado quemado?

Como en todas las profesiones hay sectores que pueden estar quemados, pero por lo que yo he vivido el profesorado está muy implicado.

"Hay que revisar si con los planteamientos actuales de la escuela el catalán empieza a ser subsidiario"

¿Cómo ve el debate actual sobre la salud del catalán en la escuela?

La situación del catalán a nivel educativo es un poco preocupante. Antes se garantizaba el conocimiento amplio tanto del catalán como del castellano y esto influía en la cohesión del alumnado, en el sentido de que la lengua no fuera un elemento más de desigualdad. A nivel social ha cambiado la valoración social que se hace de la utilidad de la lengua y esto se ha reflejado después en la escuela. Por un lado hay que revisar si, con los planteamientos actuales de la escuela, se sigue garantizando el conocimiento de las dos lenguas o si fundamentalmente se garantiza el conocimiento del castellano y el catalán empieza a ser subsidiario. También habría que repensar a nivel social qué papel queremos darle al catalán en el futuro en nuestro país. 

"La escuela no puede vivir al margen de los problemas de la sociedad"

La exposición defiende que la escuela no es neutral.

Pobreza, desigualdad, violencia, segregación... La escuela no puede vivir al margen de los problemas de la sociedad, tiene que comprometerse y dar algún tipo de respuesta. En este sentido, creo que la idea de neutralidad es negativa.

Hay quien dice que adoctrina.

Eso es diferente. Adoctrinar es querer imponer tus ideas a otro y en esto la escuela siempre fracasa. Muchos de nosotros sufrimos la escuela franquista y pensamos diferente, intentaron adoctrinarnos y fracasaron. Adoctrinar no es educativo porque parte de una idea de imposición.

"La esencia de la escuela no se podrá sustituir nunca por la tecnología"

¿Imagina robots haciendo de maestros en las aulas?

No. Una parte de la esencialidad de la escuela se basa en la proximidad, la presencialidad, el contacto, las relaciones, el cuidado de las personas… Determinadas cosas se pueden sustituir por dispositivos tecnológicos pero la esencia de la escuela no se podrá sustituir nunca o dejaría de ser escuela. Lo hemos visto con la pandemia.

Proyectos versus asignaturas; contenidos versus competencias; maestros contra pedagogos... ¿La escuela sabe hacia dónde quiere ir?

Hay mucha controversia en estos aspectos, pero el buen maestro aplica el sentido común y a lo largo del itinerario educativo sabe en qué momento es mejor dar una clase magistral, hacer un proyecto de trabajo, transmitir un contenido concreto o propiciar que los alumnos investiguen y descubran cosas.

¿No hay cierta desorientación?

Sí, y a veces es un reflejo de la desorientación de la sociedad y de la administración. Lo que hace falta es trabajo cooperativo para intentar resolverlo, más políticas de participación para que todo el mundo se sienta implicado.

"Formar personas libres que piensen por sí mismas ha sido siempre complejo"

Ha dedicado su vida a dar clases y a teorizar sobre la educación.

Ahora estoy jubilado, pero sigo colaborando en temas relacionados con maestros. Hay momentos en los que echo de menos el aula.

¿Es más difícil ser maestro ahora?

No, es diferente, las dificultades son distintas. Formar personas libres que piensan por sí mismas ha sido siempre complejo, lo que pasa es que ahora la sociedad es mucho más compleja.

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¿La principal diferencia son las nuevas tecnologías?

Ahora tenemos que tocar más teclas, pero creo que la diferencia está en las perspectivas que tenemos como sociedad. Mis padres tenían claro que después de la escuela yo estudiaría y tendría trabajo para toda la vida, pero ahora las expectativas son más volátiles. Esta incertidumbre quizá hace que las soluciones tengan que ser más complejas porque ya no sabemos lo que nos espera dentro de diez años.