Entrevista

Nalini Nadkarni: "Los árboles merecen el mismo respeto que las personas"

El premio Nat 21 que otorga el Museu de Ciències Naturals de Barcelona permite conocer el original pensamiento de esta energética bióloga norteamericana experta en los ecosistemas de las copas de los árboles. Hábil tejedora de distintos hilos de conocimiento, igual defiende la naturaleza en las aulas como en iglesias y cárceles. La conferencia que dio el miércoles con motivo del premio se puede ver aquí.

La ecóloga forestal Nalini Nadkarni, en el Museu de Ciències Naturals.

La ecóloga forestal Nalini Nadkarni, en el Museu de Ciències Naturals. / JOAN MATEU PARRA

4
Se lee en minutos
Gemma Tramullas
Gemma Tramullas

Periodista

ver +

-Escuchar a los pueblos nativos decir «hermano árbol» se consideraba primitivo o demasiado místico, en cambio con la emergencia climática volvemos a eso.

-Es que los árboles son nuestros hermanos. No es que sean como nosotros, son muy distintos, pero están vivos y merecen el mismo respeto que las personas. 

-¿La ciencia también puede ser espiritual?

-Sí. Ciencia y espiritualidad están muy conectadas y buscan respuestas a las mismas preguntas: ¿por qué estamos aquí? ¿cómo debemos comportarnos? Son distintas formas de entender el mundo.

-Usted tiene un vínculo científico y espiritual con la naturaleza.

-De niña trepaba a los árboles y sentía que aquel lugar era solo mío, era mi refugio, me daba seguridad. Por eso decidí que de mayor quería hacer algo para protegerlos. Pensé en hacerme guarda forestal, pero acabé estudiando biología y especializándome en ecología forestal.

"Discrepo de muchos colegas científicos que creen que solo se puede pensar en términos de datos y números"

-Su manera de pensar se ha comparado con un tapiz, una pieza única formada por distintos hilos cosidos entre ellos.

-Para entender y resolver problemas complicados como el cambio climático hay que coser ideas diferentes. Es algo que va más allá del trabajo interdisciplinar. Si un científico trepa a un árbol verá distintas especies y si lo hace un artista verá distintos colores. Solo juntando esos hilos distintos podremos obtener una imagen nueva y completa de esa parte del bosque. 

-Usted es un tapiz con patas: su padre es hindú, su madre es judía ortodoxa y vive en Utah, la capital mormona.

-¿Verdad que es raro? A medida que me hago mayor más me doy cuenta de que hay muchas maneras de entender el mundo. Discrepo de muchos colegas científicos que creen que solo se puede pensar en términos de datos y números.

-La primera vez que presentó su proyecto de estudiar las copas de los árboles no la tomaron en serio.

-El tribunal lo comparó con Tarzán y Jane. Decían que allí arriba no había preguntas científicas importantes, pero yo estaba segura de que había mucho por descubrir.

-El dosel es el conjunto de las copas de los árboles de un bosque y todas las interacciones entre especies que allí se dan. ¿Sería como una especie de cerebro vegetal? 

-Sí. En realidad es otro tapiz donde se dan interacciones muy complejas y sutiles. 

-Si el dosel es como un cerebro ‘verde’, ¿usted vendría a ser una ‘econeuróloga’?

-[ríe] ¿Por qué no? ¡Me encanta! 

-Para conectar con los creyentes buscó las referencias a los árboles que se hacen en la Biblia, el Corán, el Talmud y en textos budistas.

-Ciencia y religión chocan porque los científicos legitiman su autoridad en la ciencia y los religiosos en las escrituras. Lo que yo hice fue ir a las fuentes de la autoridad religiosa para explicar la importancia de los árboles. Para que no haya conflicto es clave preguntar lo que es importante para el otro y a partir de ahí hallar un denominador común.

"Solo en el Viejo Testamento encontré 328 referencias a los árboles y al bosque"

-¿Y qué descubrió?

-Solo en el Viejo Testamento encontré 328 referencias a los árboles y al bosque. Descubrí que los judíos celebran el Año Nuevo de los árboles. Y por supuesto está Buda, que halló la iluminación bajo un árbol. Junté toda la información y fui a dar conferencias a iglesias y sinagogas. 

-¿Por qué existe una muñeca Barbie hecha a su imagen?

-Quería darle la vuelta a lo que representaba la muñeca y en 2004 le propuse a la empresa Mattel crear una Barbie vestida de bióloga para animar a las niñas a pensar en todo lo que podrían llegar a ser. Me contestaron que las Barbies las hacían ellos y que me olvidara del tema.

-Pero usted no desistió.

-Compré Barbies de segunda mano y pedí a expertos en vestuario que diseñaran algo parecido a la ropa que llevo cuando estoy sobre el terreno. En diez años vendí 400 muñecas, pero el año pasado me llamaron de National Geographic porque se habían asociado con Mattel para hacer una línea de Barbies exploradoras, biólogas, astrofísicas...

"Sacaron una Barbie de la copa de los árboles que se parece a mí... ¡hace 30 años!"

-¡Se les adelantó una década!

-Me pidieron que fuera su asesora y en agradecimiento sacaron una Barbie de la copa de los árboles que lleva una carta que explica la importancia de los bosques. Se parece mucho a mí... ¡hace 30 años!

-Es un ejemplo de convicción en una época marcada por la duda.

-Tener convicciones es como una guía en tu vida. Sobre todo para los jóvenes, es básico tener algo que sea importante para ellos -ya sea el rap, la moda o su Instagram- con lo que puedan hacer su contribución al mundo a su manera. Lo he visto muy claro trabajando en cárceles.

-¿Qué ha hecho en la cárcel?

-El primer proyecto de conservación consistía en criar ranas. Los internos tenían que velar por todo el proceso desde la puesta de los huevos y descubrí que para ellos lo más importante no era aprender habilidades para conseguir un trabajo ni ganar cuatro céntimos.

Noticias relacionadas

-¿Qué era?

-¡Estaban deseosos de ayudar! Hablamos de personas encerradas, algunos con condenas muy largas, y rodeadas de cemento y barrotes. Son gente acostumbrada a que les digan lo malos e inútiles que son. Por primera vez muchos tenían la oportunidad de cuidar algo que está vivo y sentían que estaban contribuyendo al mundo. Para mí esa es la clave de la felicidad. 

Temas

Ecología