Fitness japonés: ¿Es realmente efectivo el entrenamiento de moda?

Aunque cada método lo combate de formas diferentes, la gran mayoría de las escuelas de fitness japonés enfoca sus ejercicios a revertir la ‘contracción’ del cuerpo o reducir la tensión en puntos estratégicos. Este hecho, que puede parecer baladí, resulta un asunto de gran importancia. En contra de lo que puede parecer por sus llamativos eslóganes y sus idílicas promesas, la postura corporal resulta crucial en la apariencia física. Un cuerpo destensado y con una correcta higiene postural, resulta, inevitablemente, más esbelto. Llegados a este punto debemos destacar que estos métodos no son una solución definitiva ni suficiente a la falta de ejercicio. “Con estas rutinas, es como si enseñáramos a nuestro cuerpo a posar para una foto. Quedamos mejor, pero no cambia nada”, asegura Clara Bergé, fisioterapeuta y vocal del Colegio de Fisioterapeutas de Catalunya. De todos modos, eso no significa que no sean buenos, sino que simplemente no cumplen del todo lo que prometen.

"Para una persona que no hace absolutamente nada de deporte, el simple hecho de planteárselo ya es positivo y le reportará beneficios, pero para el resto de personas no tiene mucha efectividad", asegura Bergé. "Antes que no hacer nada, es bueno hacer algo, pero como el ejercicio físico no funciona ninguna otra cosa", añade.

Tres métodos, tres mujeres

En EL PERIÓDICO hemos puesto a prueba tres de los métodos más celebres: Kaoru y su método de la pelota de tenis, Mariko y Tomoya, creadores del principal canal de fitness de Japón, B-Life con sus ejercicios para abdomen y el de Tomomi Ishimura basado en la 'postura Zero' y la descontracturación del cuerpo. Las tres mujeres que probaron estos métodos fueron elegidas por la variedad de sus rutinas diarias, edades y background deportivo para poder comprobar si las tablas podían funcionar mejor o peor en cada caso.

Las tres midieron sus cinturas, el principal reclamo de los tres métodos testados, antes y después de los ejercicios y las tres explicaron tras un mes de ponerse a prueba lo que habían sentido. A pesar de que ninguna de las tres notó los cambios significativos en centímetros tal y como prometían los distintos métodos, sí que destacaron algunas cosas de cada rutina.

Sobre el libro de Mariko y Tomoya, la encuestada aseguró que uno de los puntos más favorables del método es que “plantea ejercicios para moldear específicamente el cuerpo de la mujer, allí donde se acumula la grasa y más rebelde. Digamos que son unos ejercicios en este sentido ‘muy femeninos’". En ese sentido, y si tomamos como referencia el libro, es cierto que es el método más activo de los tres analizados y que sí consta de ejercicios con peso corporal típicos como sentadillas o zancadas a diferencia de los otros dos. En este caso por ejemplo, el método se centra en el simple hecho de que para quemar grasa en el abdomen hay que "combinar ejercicios de musculación que descomponen la grasa con ejercicios aeróbicos, que la queman". Y es una buena solución, lo que obviamente, con tan solo 10 minutos al día es improbable conseguir resultados de infarto.

Cuidado con los cantos de sirena

En relación al método de la pelota de tenis, la encuestada explicó que a pesar de no haber notado cambios en su composición corporal, sí que notó como los estiramientos le habían sentado bastante bien. “En el momento notaba como hacían trabajar a mis músculos y eran buen un momento de desconexión en el día”. En este caso, el método promete transformar la silueta gracias al trabajo de descompresión de las fascias (las membranas que envuelven los músculos) y la pelvis, por lo que, según se justifica en el libro, “no hay que introducir cambios en la dieta”. Pero más allá de los milagros que se prometen y que obviamente sin una buena dieta no se podrán conseguir, es cierto que desinflamar las fascias ayuda a tener una mejor postura. Una fascia cargada se inflama, dificulta el movimiento y provoca dolor, algo que se evita con el estiramiento.

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En tercer lugar, en el caso del método Zero Training, la encuestada aseguró que a pesar de “pesar lo mismo y tener la misma cintura y cadera, en general, me siento mejor, más ágil y equilibrada”.  De ahí, derivamos que tal y como se explica en el libro, todas las partes del cuerpo están conectadas, por tanto, la contracción de una de ellas tira de otras partes y provoca que también se contraigan. Y así, en parte, es como se pierde la figura. Por ejemplo, cuando los músculos de la parte posterior de los muslos se contrae, tira del glúteo hacia abajo y eso se puede revertir parcialmente evitando esa contracción, lo que no se podrá es aumentar la masa muscular o mejorar el tono de la zona.

Con estas tres experiencias, podemos concluir que más allá de confiar ciegamente en que 5 o 10 minutos de ejercicio diario nos van a cambiar completamente el cuerpo, sí que nos pueden ayudar a sentirnos mejor, pero esto no será más que el inicio de una rutina más saludable y activa que sí nos permitirá moldear completamente el cuerpo. Ya que un cuerpo tenso, contraído, tiene un rango de movimiento más limitado, con ello, quema menos calorías en reposo y el metabolismo es más lento así como genera dolencias y molestias articulares y musculares.