Entender + los estudios Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

La formación profesional pide paso

La formación profesional está estos días en boca de muchos. Después de que miles de estudiantes se hayan quedado este curso sin plaza pública debido a un significativo aumento de la demanda, el Gobierno acaba de aprobar un proyecto de ley, que ahora inicia su andadura parlamentaria, que busca dignificar estos estudios Josep Maria Garrell, rector de la URL, Ricard Bellera, de CCOO, y Valentín Bote, de Randstad, dan algunas claves sobre la FP.

Estudiante de FP Dual

Estudiante de FP Dual

7
Se lee en minutos
Josep Maria Garrell, Ricard Bellera y Valentín Bote

El Gobierno aprobó la pasada semana el proyecto de ley de FP que consolida un único sistema de formación profesional dual dirigido a estudiantes y trabajadores al que se destinarán 5.474,78 millones de euros para su implantación en cuatro años. La reforma flexibilizará los itinerarios formativos, estrechará el vínculo con las empresas y agilizará las acreditaciones de competencias. La ministra de Educación, Pilar Alegría, defiende que se trata de "un proyecto de ley de país, transformador, modernizador y que va a mejorar la vida de muchas personas".

La necesaria apuesta por la FP

Josep Maria Garrell. Rector de la Universitat Ramon Llull (URL). @JosepMGarrell

Estos días los medios de comunicación se hacen eco del aumento significativo de solicitudes para cursar formación profesional, sea de grado medio o de grado superior. Aumentos importantes que pueden dejar a personas sin un lugar donde estudiar. Si hablamos solo de los ciclos formativos de grado superior (CFGS), la demanda ha superado el 140% de la oferta del curso pasado.

Algunos interpretan este incremento como una consecuencia directa de una crisis de los estudios universitarios. No lo creo. Me considero una persona crítica que intenta identificar las cosas que son mejorables; en la universidad evidentemente las hay, como también en el sector productivo. Hacemos el ejercicio de buscar respuestas a preguntas como: ¿cuáles son los perfiles de formación para cubrir las necesidades actuales laborales de nuestro tejido industrial y empresarial? ¿Y cuáles serán las necesidades futuras si no queremos perder competitividad internacional? ¿Las instituciones educativas están preparadas para cubrir estas necesidades? Seguro que se trata de un reto muy complejo.

El aumento de la demanda de FP no ha sido a costa de la universidad. Esto una buena noticia

Dejando al margen los retos universidades y empresas, este aumento de la demanda de los CFGS no ha ido ligado a una bajada de la demanda de los estudios universitarios. Esto es una buena noticia que nos acerca a lo que desde hace años pasa en algunos países de Europa. Países que, dicho sea de paso, encabezan los ránkings de competitividad, de productividad, e incluso de innovación.


/

En muchos de estos países, la reputación social de la formación profesional es más alta que la que tradicionalmente ha tenido en nuestro país. Quizás el hecho de considerar toda la formación superior, sea profesional (vocacional) o universitaria, como formación superior en su conjunto ha facilitado las cosas. En algunos países, lo que aquí es un CFGS se hace, de modo natural, en las universidades que se han especializado en estudios vocacionales, y esto también ha ayudado a incluir dentro de un mismo sector universitario diferentes tipologías de formación. Aquí, y hay que recordarlo, no solo estamos hablando de legislaciones diferentes, sino que habitualmente son departamentos gubernamentales diferentes los que administran este tipo de estudios.

Y, finalmente, creo que vale la pena que avancemos en algunas experiencias que ya se van implementando tímidamente. Me refiero a la permeabilidad entre los CFGS y los grados universitarios, que -aparentemente- el nuevo proyecto de ley de la FP contempla, y que el enfoque de formación dual de los CFGS y de algunos grados universitarios fuera más frecuente.

Vamos por el buen camino. Ahora se trata de consolidar tendencias, de cambiar normas y leyes para facilitar las cosas y, en definitiva, sintonizar aún más la oferta formativa de las instituciones educativas a lo que la sociedad necesita.  

Cuestión de prestigio, pero ¿ante quién?

Ricard Bellera. Secretario de Treball i Economia de CCOO de Catalunya. @RicardBellera

La secretaria general de FP, Clara Sanz, situaba recientemente cuatro grandes retos: superar la falta de competencias acreditadas, el desequilibrio de la estructura formativa, con pocas personas con cualificación intermedia, promover la formación a lo largo de la vida y la baja tasa de matrícula. En relación a este último punto, el déficit de oferta formativa que se ha evidenciado en Catalunya y Madrid este verano muestra cómo el problema no reside en prestigiar la FP, al menos ante las personas jóvenes. Como ha denunciado CCOO de Catalunya, que haya más de 10.000 alumnos y alumnas que se queden sin plaza pública de FP en la primera opción de preinscripción aumenta el riesgo de abandono escolar prematuro. El desencaje se debe a la falta de previsión, pero también a algunos retos que, al hablar de la FP, se omiten regularmente.

La inversión pública, como sucede con las plazas, es deficitaria

En primer lugar, la cuestión presupuestaria y el esfuerzo que las cuentas públicas dedican a la FP. Idealizar en Catalunya el modelo vasco, cuando la inversión pública es mucho menor, aporta poco. Cuando enfrentamos un escenario exigente, ya sea en la extensión de la FP Dual, en la creación de una red de centros integrados que ofrezcan toda la formación y servicios asociados, o en el desarrollo de un modelo de FP semipresencial, hacen falta recursos extraordinarios. Por poner un ejemplo: pretender implantar el uso de nuevas tecnologías en la transmisión de conocimientos requiere, como en Euskadi, del liderazgo público de un centro integrado de aprendizajes virtuales y digitalizados, en nuestro caso un IOC, hoy infradotado. La cuestión presupuestaria sitúa así un tema fundamental: al margen de palabras y buenas intenciones, a la FP le falta prestigio ante unas y unos responsables políticos empeñados en desarrollar el modelo sin aumentar una inversión que, como las plazas, es deficitaria.


/

Pero hay otro actor ante el que hay que prestigiar la FP: los empresarios y empresarias. Pretender desarrollar la FP Dual sin un contrato digno es insistir en un modelo de bajo valor añadido que considera la formación no como una inversión, sino como un gasto. La situación lacerante de la juventud, con solo uno de cada cinco jóvenes que se puede emancipar, asfixia su capacidad de demanda y ahonda la brecha entre generaciones en un país en el que sobran las desigualdades. Cuando, según Fundae solo un 20% de las empresas catalanas han aprovechado la formación bonificada, y tan solo se ha podido formar un 40% de los alumnos potenciales, es que tenemos un problema. De prestigio, sí. De cultura, también. Pero no por parte de los y las alumnas que hoy siguen esperando su plaza, sino de la administración pública y de buena parte de la clase empresarial.  

Una alternativa sólida y de futuro

Valentín Bote. Director de Randstad Research

Cada vez más, la formación profesional (FP) se está erigiendo como una opción más que recomendable para los profesionales que buscan disfrutar de una empleabilidad que, en ciertos casos, roza la plena ocupación

En concreto, las titulaciones relacionadas con la gestión administrativa, la sanidad, diferentes actividades industriales o la educación son las apuestas más atractivas. 

Los perfiles más solicitados están relacionados con la automoción y la industria química

El grado medio en Gestión Administrativa, con 160.806, lidera la clasificación de enseñanzas de FP con más contratos firmados durante el año pasado. Le sigue, también con más de 100.000 contratos firmados, el grado superior en Administración y Finanzas (109.149 firmas) y el grado medio en Cuidados Auxiliares de Enfermería (105.474). En cuanto a los perfiles que más demandan las empresas, nuestros consultores de Randstad destacan, en primer lugar, aquellos relacionados con el sector industrial, y en especial, con las actividades relacionadas con el metal, la automoción y la química.


/ JORDI OTIX

Por otro lado, cabe destacar que la logística está viviendo un momento álgido gracias al auge del comercio electrónico y las empresas del sector requieren profesionales de todas las categorías. También se está produciendo un momento de gran demanda de perfiles de formación profesional en la industria de la alimentación y en las actividades relacionadas con la gestión administrativa.

Pero, más allá de los estudios de formación profesional y la experiencia, existen ciertas habilidades y competencias muy apreciadas por las empresas a la hora de contratar a un profesional. La proactividad, la iniciativa, la autonomía y la capacidad de adaptación son algunas ellas. Las empresas se encuentran en una situación delicada, en plena recuperación, por lo que deben ser capaces de reaccionar de manera ágil y responder a las necesidades del mercado si quieren ser competitivas. Por ello, apreciarán a aquellos profesionales que sepan adaptarse con rapidez a su puesto de trabajo y superar cualquier contratiempo.

Noticias relacionadas

Otras competencias son más conocidas, pero no por ello menos importantes. Un profesional que quiera asegurar su empleabilidad será aquel comprometido con la empresa, que tenga una buena actitud, sepa trabajar en equipo y disponga buenas habilidades sociales.

Desde Randstad recomendamos a los profesionales de FP que no pierdan de vista lo que demandan las empresas del sector en el que les interesa trabajar. Además, consideramos que, independientemente de su situación laboral, es deseable que continúen mejorando sus conocimientos, capacidades y competencias, para así incrementar su empleabilidad.