Entender + a los jóvenes

El escenario no es lugar para Tyrannosaurus Rex

Los jóvenes creadores están transformando las artes escénicas, pero hacía falta un nuevo estilo de comunicación que hiciera llegar sus propuestas a las generaciones 'millenial' y Z. El colectivo Novaveu impulsa el fanzine ‘Fila Zero’, una publicación que planta cara a los dinosaurios que, según ellos, impiden el avance de la cultura

Sílvia, Nil, Anna, Alba, Martí, Paula y Judit, de Novaveu, frente al Institut del Teatre.

Sílvia, Nil, Anna, Alba, Martí, Paula y Judit, de Novaveu, frente al Institut del Teatre. / ALVARO MONGE

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Gemma Tramullas
Gemma Tramullas

Periodista

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Tienen entre 18 y 29 años, no se quitan la mascarilla al aire libre (excepto unos minutos para la foto), han volado a vacunarse y no fuman. Anna, Sílvia, Nil, Alba, Martí, Paula y Judith, el grupo motor del colectivo Novaveu, tienen una apariencia muy poco 'punk' pero afirman tener una mirada "un poco trash" sobre las artes escénicas y la cultura.

El cambio al que aspiran es, desde luego, radical. Más allá de poner en contacto a un público joven con las nuevas creaciones, pretenden contribuir a erradicar el autoritarismo, el personalismo, el elitismo y la precariedad de las artes vivas para hacerlas más responsables, horizontales, inclusivas y sostenibles. Y todo ello sin perder el sentido del humor.

Madurada en un contexto feminista, anticolonial, antirracista y antifascista, su mirada abrió el debate nada más arrancar el Festival Grec. El espectáculo inaugural, ‘Carrer Robadors’, celebrado como una muestra de inclusividad por contar entre el reparto con actores catalanes de origen árabe, ha sido para ellos "una oportunidad perdida" porque la obra sigue partiendo de un enfoque occidental blanco sobre la inmigración procedente del norte de África.

En Novaveu no hay personas racializadas y asumen que su discurso parte de sus "privilegios", pero aun así, el montaje les incomodó: "Nosotros no tenemos la verdad de nada, pero decimos lo que sentimos", aseguran con una sola voz.

Pese a su decisión de cancelar una colaboración con el Grec relacionada con este espectáculo, consideran que "el hecho de que surjan estas controversias le da valor al festival" y está en línea "con un cierto espíritu barcelonés que consiste en generar debates para enriquecerse con diferentes enfoques y perspectivas».

Un canal propio

Convencidos de que el "tapón generacional" en los medios de comunicación no deja espacio a los puntos de vista de los jóvenes, Novaveu necesitaba un canal propio. ¿Twich, TikTok, Instagram, YouTube? No: un fanzine en papel.

Los 'millenials' y la generación Zeta también están hartos de estudiar, trabajar, relacionarse y entretenerse a través de las pantallas. Aunque no renuncian a las redes sociales, estos jóvenes han visto en el formato de revista barata (más propio de la contracultura de la segunda mitad del siglo XX que del siglo XXI) un espacio que les permite pensar con más sosiego, perspectiva y libertad.

El primer número de ‘Fila Zero’, de periodicidad semestral, salió en noviembre pasado y ya dio que hablar por sus análisis, sus secciones lúdicas (como un horóscopo que vincula cada signo con una compañía) y, sobre todo, por las partes más satíricas. Entre estas destaca el apartado Jurassic Park, que describe la anatomía de los "dinosaurios de la cultura", personajes que llevan décadas instalados en las instituciones.

En el segundo número, publicado en abril, fueron un paso más allá y pusieron nombre y apellidos a esos "dinosaurios", aunque distinguiendo entre "especies protegidas" y directamente "fósiles", cuya forma de actuar ha quedado "definitivamente caducada".

Entre las especies a salvar, por cierto, figura Magda Puyo, que meses después dimitió como directora del Institut del Teatre tras la revelación de los casos de acoso sexual y abuso de poder en la institución.

Ultradinosaurios de 30 años

"Siempre que usamos la palabra dinosaurios es en tono de sátira, no pretendemos ofender sino dar un toque de atención -advierten-. No se trata tanto de una cuestión de edad como de actitud, de cómo te renuevas y escuchas a las nuevas generaciones. Hay gente de 30 años que son ultradinosaurios".

De hecho, el ‘padre’ de Novaveu es Jordi Bordes, el veterano periodista cultural e impulsor de la plataforma de críticos Recomana.cat, que echaba de menos una voz y una mirada joven hacia las artes escénicas.

 "Tenemos muchas ganas de que las cosas cambien y que instituciones que tienen un mandato caducado se renueven -afirman estos jóvenes-. Si Andrea Ros [la actriz que denunció a Lluís Pasqual por maltratarla psicológicamente] no se hubiera plantado, el Lliure continuaría siendo un teatro apalancado y poco seguro para las trabajadoras".

En Novaveu consideran que el teatro y la crítica se asocian demasiado a un nivel muy académico: "Hay mil tipos de teatro y todas las opiniones y maneras de recibirlo son válidas. Hay que acabar con el estigma de que ir al teatro es algo serio e intelectual; también es un acto lúdico y social". En este sentido, apuntan a los teatros públicos para que pongan las entradas lo más baratas posibles.

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Y aunque no excluyen la crítica docta, repleta de referencias, sí reivindican el factor emocional y la responsabilidad de las artes vivas en la transformación de la sociedad: "Estamos dejando de hablar de autoridad, que ha llevado a muchos abusos, y empezando a hablar de responsabilidad, igual que hablamos de responsabilidad emocional en nuestras relaciones afectivas".

La forma de comunicar a través de un lenguaje inclusivo, no convencional y alejado de metáforas vacías es clave para llegar a nuevos públicos. ‘Fila Zero’ es una pequeña iniciativa para contribuir al gran cambio que están protagonizando las nuevas generaciones.