Entender + con la historia

Las primeras mujeres astronautas

Wally Funk por fin podrá hacer realidad algo que lleva soñando desde hace 60 años: viajar al espacio. Lo que le impidió la NASA ahora lo hará posible Jeff Bezos, que estos días es noticia porque ha dejado la dirección de Amazon

La primera astronauta china, Liu Yang, saluda mientras sale de la nave espacial ’Shenzhou-9’, tras regresar a su país después de una misión de 13 días, en 2012.

La primera astronauta china, Liu Yang, saluda mientras sale de la nave espacial ’Shenzhou-9’, tras regresar a su país después de una misión de 13 días, en 2012. / WANG JIANMIN (AP)

4
Se lee en minutos
Xavier Carmaniu Mainadé
Xavier Carmaniu Mainadé

Historiador

ver +

Para celebrar el 27º aniversario de la creación de Amazon, su fundador, Jeff Bezos, ha cedido la dirección del gigante de internet a su lugarteniente, Andy Jassy. Pero no se va a casa, sino que se dedicará a otras actividades como los viajes al espacio con el proyecto Blue Origin. Hace pocos días anunciaba que la invitada de honor del primer vuelo de la compañía, previsto para el 20 de julio, será la aviadora de 82 años Wally Funk. Hace medio siglo, esta piloto fue descartada para formar parte de las primeras tripulaciones que la NASA envió al exterior. A pesar de haber superado las pruebas con unas calificaciones muy superiores a las de sus colegas masculinos, Funk fue descartada por el simple hecho de ser mujer. La agencia estadounidense perdió la ocasión de apuntarse el mérito de ser la primera en enviar una astronauta al espacio, ya que la Unión Soviética se le avanzó. El 16 de junio de 1963, la cosmonauta Valentina Tereshkova era la única tripulante de la nave Vostok 6. Su viaje duró 71 horas durante las que orbitó 48 veces alrededor de la Tierra.

Las vidas de Funk y Tereshkova tuvieron un inicio paralelo porque ambas iniciaron su preparación en 1961. La diferencia es que la rusa sí fue elegida, aunque "solo" era paracaidista y no una experimentada aviadora, como la norteamericana. La discriminación de Funk, y también de otras mujeres poco después, fue tan escandalosa que el caso llegó al Congreso de EEUU y la NASA fue amonestada.

Mientras tanto en la URSS, Tereshkova se convertía en una heroína nacional, condecorada con la Orden de Lenin y miembro del Soviet Supremo desde 1966 y hasta el derrumbamiento del régimen comunista en 1991. En 2008 volvió a la arena política como miembro del partido Rusia Unida, que apoya a Vladimir Putin.

Los Estados Unidos intentaron enmendar la situación en 1976, iniciando una campaña de captación de astronautas entre las mujeres y las personas de lo que llamaron "minorías", es decir, todo aquel que no fuera un hombre blanco. Fue así como, por fin, una ciudadana estadounidense pudo ir al espacio. Era el 18 de junio de 1983 cuando Sally Ride hizo su primer viaje. Pero fue la tercera mujer en hacerlo, porque la URSS, en 1982, ya había enviado a la segunda. Con la Soyuz T-7 viajó Svetlana Savítskaya. Ella y Ride repitieron experiencia en 1984 y habrían vuelto a hacerlo en 1986 de no ser porque diferentes circunstancias lo impidieron. La soviética estaba embarazada y no pudo hacer el viaje, y la americana tenía que volar con el transbordador Challenger, como ya lo había hecho en las ocasiones anteriores, pero la nave estalló en enero de 1986 apenas despegar en una misión.

Noticias relacionadas

Ninguna de las dos volvió nunca más a la rampa de lanzamiento. Savitskayz se dedicó a la política y Sally Ride a la empresa privada. Cuando murió, víctima de un cáncer en 2012, se hizo público que hacía 27 años que era pareja de la escritora y científica Tam O'Shaughnessy. Por ello es considerada la primera astronauta homosexual de la historia. No es que la orientación sexual tenga ninguna importancia a la hora de ir al espacio, pero dados los episodios de homofobia que estamos viviendo estos días cualquier ocasión es buena para dar visibilidad a las personas como Sally Ride.

Precisamente, el año de la muerte de Ride Pekín envió, también en junio, a Liu Yang al espacio, convirtiéndose en la primera china astronauta, y en 2013 fue el turno de la segunda, Wang Yaping. Años atrás también habían volado la japonesa Chiaki Mukai, en 1985, y la británica Helen Sherman en 1991. Desconocemos el sistema de selección en Japón y la Agencia Especial Europea, pero en el caso de las chinas se indicó la preferencia por elegir mujeres casadas y con hijos. Según los responsables del programa espacial, las madres tenían más madurez y, además, no tenían que preocuparse por si sus órganos reproductores se veían afectados con los vuelos porque ya habían tenido descendencia. No recuerdo haber leído en ninguna parte que nadie se preocupara por el escroto de Gagarin o de Armstrong.

Fallecidas en el espacio

Aparte del nombre de las pioneras, también es de justicia recordar aquellas que perdieron la vida en el espacio. En total son cuatro estadounidenses. Christa McAuliffe y Judith Resnik murieron en la explosión del Challenger en 1986. Y en 2003 fallecieron las astronautas Kalpana Chawla y Laurel Clark cuando el transbordador Columbia estalló al entrar en la atmósfera.