Playa y piscina

Guía para usar la crema solar: 10 claves para no quemarse este verano

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Niña en la playa con crema solar (club de estilo)

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Laura Estirado

Laura Estirado

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Aunque cada vez hay más gente que se protege del Sol durante el año (lo ideal), con la llegada del buen tiempo y a medida que nos acercamos al verano más necesario se hace saber cómo usar correctamente el protector solar para evitar quemaduras por un exceso de sol puntual y, si esta pauta se repite, daños en la dermis que con el tiempo pueden acarrear incluso cáncer de piel. Por ejemplo, ¿sabes exactamente cuál es tu fototipo de piel y qué factor de protección solar (SPF) es el que te corresponde? ¿Sabes que bien aplicado un SPF 30 protege más que un SPF 50 mal extendido? ¿Conoces cuál es la cantidad de crema que debes ponerte? ¿Cuáles son las partes importantes del cuerpo que solemos olvidar de embadurnar?

En España, donde tenemos una media anual de 2.500 horas de sol, aproximadamente, deberíamos conocer bien la respuestas a esas preguntas, pero el tema aún parece confuso para muchos, e incluso desconocido. Es lo que se desprende de un estudio realizado a nivel europeo por Garnier Delial, que arroja conclusiones muy inquietantes en cuanto a la educación solar que tenemos los españoles: parece que estamos más preocupados por el envejecimiento de la piel que por padecer melanoma.

Por ejemplo, cerca de la mitad de los españoles encuestados [el estudio se hizo en marzo sobre una muestra de 2.000 personas mayores de edad], el 44%, afirmaron ponerse protección solar en cara y cuerpo “a veces, cuando está muy soleado y hace calor fuera”. Las mujeres tienden más a protegerse la piel todos los días: un 26% lo hace en el cuerpo y un 31% en la cara, independientemente de la estación.

Más conciencia entre los jóvenes

Destaca el grupo joven, de 16 a 24 años, que es el que más se protege cara y cuerpo, en un 16% y 19%, respectivamente.

Un dato curioso, por ejemplo, es que Murcia es la región de España que más se protege el cuerpo a diario, junto con Madrid, que también destaca en protección diaria facial. Como regiones más concienciadas, islas Baleares y Cantabria, donde solo el 3% de la población dice no protegerse nunca. Resaltan Andalucía o las Canarias como aquellas regiones que, en mayoría y pese a su alta insolación, solo aplican protector a veces, “cuando está soleado y hace calor fuera”. Sorprende también La Rioja, donde el 20% de los encuestados reconoce no ponerse protección en el cuerpo ni en la cara nunca.

Respecto a la época del año, el verano es la principal época en la que aplicamos crema solar, un 88% la usa entonces. Además, asociamos protección solar con vacaciones en un 43%. Así se entiende que la actividad que más relacionamos con la aplicación de un filtro solar alto (SPF50) sea un día en la playa. Resulta preocupante el que no asociamos daño solar con salidas puntuales a por un café o desplazamiento al trabajo, 1 de cada 4 personas piensa que no hay que aplicar protección en esos casos. Asimismo, los gallegos son los que la utilizan en verano más, el 94%. Los que están concienciados hasta en invierno son la Comunidad de Madrid, Murcia y Castilla y León, en la que más de un 20% de los encuestados la usan entonces.

El SPF más común, el 50

En España el SPF más común es el 50, un 43% de los encuestados apuestan por ello. Las mujeres tienden a elegir filtros más altos (49% frente al 38% de hombres). Pese a que más de 7 de cada 10 encuestados ha experimentado quemaduras solares en la última década, seguimos olvidando aplicarnos el filtro solar. Sobre todo, “nos olvidamos de hacerlo antes de salir de casa” (27%) o “no creemos que sea necesario para la cantidad de sol a la que nos expondremos” (23%).

A la vista de los resultados de esta encuesta, y ante la llegada ya del buen tiempo y las vacaciones, el dermatólogo Adrián Alegre, integrante español del Board Internacional de Dermatólogos de Delial Garnier, ofrece este decálogo de consejos:

GUÍA DE USO DEL FACTOR SOLAR

Resistencia al agua

No todas las protecciones son iguales, a la hora de elegir un filtro solar tenemos que fijarnos no solo en el factor de protección solar, sino también en la tecnología que tiene detrás ese producto, como en el caso de la tecnología Netlock, patentada por los laboratorios de L’Oréal, que permite asegurar la protección frente los rayos UVA y UVB sin dejar que los filtros solares se desprendan de la piel al contacto con el agua. En el envase se puede observar la resistencia que tiene al agua: 'wet skin' (significa que se puede aplicar con la piel mojada; 'water resistant' (resistente a baños cortos, lágrimas, sudor y humedad); 'waterproof' (la protección se mantiene después de baños de larga duración); 'sweatproof' (es resistente al sudor), y 'rubproof' (resistencia a la fricción).

Fecha de caducidad

El indicador PAO nos dice el número de meses que la crema puede ser utilizada una vez abierta y suele venir indicado en el envase del producto en forma de un envase con un número. Si vamos a aplicar protectores que ya hemos utilizado el verano pasado, debemos comprobar siempre que la fecha establecida para su uso sigue siendo válida. En el bote se indicaq la fecha a partir de la cual, una vez abierto el producto, este pierde su utilidad. También es recomendable no utilizar aquellos fotoprotectores que han estado expuestos a condiciones ambientales no adecuadas

Cuidado los menores de 20

Hay que tener especial cuidado con las quemaduras solares por debajo de los 20 años porque aumentan el riesgo de cáncer a lo largo de la vida de la persona hasta en un 80%.

Elegir solares según nuestro fototipo

Las siglas SPF, Factor de Protección Solar, nos indican cuánto tiempo más, es decir, cuántas veces más de tiempo puedo estar expuesto al sol sin quemarme. Ante la exposición al sol, no solo es imprescindible utilizar fotoprotector, sino que este tiene que ser el más adecuado a nuestro fototipo de piel, clasificados en función del color de piel, cabello y ojos. Podemos seguir esta guía:

Fototipo I: piel blanca-lechosa con propensión a quemaduras intensas. No soporta más de 10 minutos de exposición al sol sin protección. Se aconseja un FPS de 50 o más.

Fototipo II: piel clara que se quema con facilidad. Se recomienda un FPS de 50 o más.

Fototipo III: piel de las razas caucásicas (europeas) que se quema con moderación. Se recomienda un FPS de entre 30 y 50.

Fototipo IV: piel ligeramente oscura (razas mediterráneas). Se quema moderada o mínimamente. Se recomienda un FPS de entre 15 y 20.

Fototipo V: piel típica de las personas amerindias e hispanas. Rara vez se quema. Se aconseja un FPS de 10.

Fototipo VI: piel de las personas de raza negra. No se quema y requieren una protección mínima.

Cantidad adecuada

Cada persona debería aplicarse hasta dos miligramos de protector solar por centímetro cuadrado de la piel. Si lo medimos en cucharillas de café, un niño de un metro debería aplicarse 4 cucharillas de café, mientras que un adulto de metro setenta debería aplicarse 6-8 cucharillas. También ha técnicas fáciles de recordar que nos ayudan a cumplir este requisito, como imaginar en la palma de la mano la superficie de un huevo dibujado. Necesitaremos medio huevo para cubrir correctamente la cara y el cuello y cada uno de los brazos. Hará falta un huevo y medio para cubrir la espalda y los hombros, barriga y lumbares y cada una de las piernas. Para cubrir todo el cuerpo, será necesaria la superficie de casi ocho huevos.

Las zonas del cuerpo 'olvidadas'

Hay ciertas partes del cuerpo que suelen estar muy expuestas y que se nos suelen olvidar: punta del pabellón auricular, zona calva del cuero cabelludo y dorso de las manos y de los pies. Se recomienda pedir ayuda para zonas difíciles de alcanzar, como la espalda. Tampoco hay que olvidarse de la parte alta de la frente, el cuello ni de los párpados. Muy importe: tampoco debemos olvidarnos si tenemos cicatrices recientes, pues no deben exponerse al sol.

Cada cuánto hay aplicar la crema

No existe una regla exacta de cada cuánto tenemos que repetir la aplicación solar, pero es recomendable que en pieles claras y en época de verano se reaplique cada dos horas, mientras que en otras épocas del año, si estamos más tiempo en el interior, con una aplicación por la mañana y otra a medio día sería más que suficiente. También hay que repetir después de cada baño.

Radiación ultravioleta A y B

Existen dos tipos de radiaciones ultravioleta. La radiación ultravioleta A es la más frecuente, pero no la más dañina, es la que tiene mayor penetración y la que atraviesa las ventanas, pero solo provoca envejecimiento y bronceado, no quemaduras. La radiación ultravioleta B es la que nos puede producir quemaduras, enrojecimiento de la piel y, con el paso de los años, la que nos va a aumentar el riesgo de cáncer de piel.

Cómo aplicar bien la protección solar

ARCHIVO

Menores de 1 año, mejor no

Los niños de menos de un año no deben exponerse prácticamente nada al sol, evitando la exposición solar directa y reaplicando el protector solar cada una o dos horas.

 

Pieles sensibles

A los niños con pieles sensibles se les debe aplicar protector solar formulado con activos hipoalergénicos.  

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