Cinco consejos para empezar a hacer deporte y no desistir en el intento

En ocasiones es por consejo médico, en otras, por verse mejor, y en otras incluso por eliminar el estrés diario de una forma saludable. Muchas de las personas que deciden empezar a ponerse en forma no saben por dónde iniciarse en el mundillo 'fit'. Rubén García, autor del libro ‘El gym y el ñam’ (Ed. Alienta), comparte sus consejos, recetas y rutinas basadas en su propia experiencia para conseguir el equilibrio y la constancia necesarios para ponerse en forma. 

Hacer las cosas para uno mismo

“Todo lo que hagas debes hacerlo por y para ti, no para los demás, ni por los demás. Porque solo así estarás motivado y podrás ser constante hacia tu objetivo”, resume. García habla desde la experiencia. En su libro cuenta cómo empezó a emprender una serie de cambios hacia una vida más saludable, con más ejercicio y mejor forma de comer después de haber vivido una infancia en la que abundaron las burlas por su estado físico. Tras ello, decidió ponerse manos a la obra y a pesar de que consiguió, en parte, su objetivo, se dio cuenta más tarde de que una vez conseguido seguía sintiéndose vacío porque no lo había hecho para sí mismo, sino para gustar a los demás. 

“A veces pecamos de querer impresionar a los demás y hacemos burradas. Debemos plantearnos a quién queremos impresionar, a nosotros mismos o a los demás. ¿Es algo personal o quieres lucir bien el bañador? Hay que profundizar para encontrar los motivos reales del proceso para tener la fuerza necesaria para llevarlo a cabo”, zanja. 

Marcar un objetivo a largo plazo

Tener la meta presente siempre ayuda a enfocar los esfuerzos. Sea cual sea el motivo por el que se decide ponerse manos a la obra, lo importante es tenerlo en mente y utilizarlo como propulsor para el día a día. “Es recomendable siempre tener en mente lo que queremos, marcar un objetivo, pero deberíamos poder subdividirlo en mini-objetivos que podamos ir consiguiendo durante el proceso y que nos vayan dando empujoncitos”, explica García.

“El cambio no debe depender de la motivación, sino de la constancia”, resume, y para ello, es importante ir cumpliendo metas. 

Explorar todas las opciones. 

La única forma de ponerse en forma no es ir al gimnasio y matarse a hacer pesas. “Puedes alcanzar tu objetivo mediante muchos deportes. No hay gente negada al deporte sino gente que aún no conoce cuál es la disciplina que se le da bien o le gusta más. Quizá tu forma es a través de salir a correr, o bailar o jugar al pádel”, asegura. “Lo importante es que cada uno encuentre lo que le motiva y se centre en disfrutarlo y sacarle partido”, dice García. 

Aprender a disfrutar del camino

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El proceso de cambio tiene que ser placentero para que consiga crear una adhesión. De poco sirve mortificarse con eslóganes caducos como "para presumir hay que sufrir" si tras ello se pierde el placer de emprender este nuevo rumbo. “No hay que ser extremistas, tampoco es eso del ‘no pain no gain’. Hay que escuchar al cuerpo siempre”, asegura García. Aun así, insiste: “Ser flexibles y adaptarnos a las circunstancias para estar realmente equilibrados no implica necesariamente ser indulgentes. Sino tener unos márgenes y poder coger perspectiva en las acciones”.

Aprender a simplificar

Eso de que "quien mucho abarca poco aprieta" gana mucho sentido en este proceso. Y es que centrar los esfuerzos hacia el objetivo ayudará mucho a que realmente se consiga. “Cada uno debe adaptar a su ritmo y su vida el hecho de ponerse en forma, encontrar qué cosas son las que queremos potenciar y sacrificar otras cosas”, asegura García. Duele, pero todo no se puede. Aun así, “equilibrio significa ser amable, lógico y coherente contigo mismo. Es mejor llegar más tarde y llegar contento que llegar rápido pero desistir por el camino. Pero eso no significa que tengamos que relajarnos”, zanja.