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Animales misteriosos | ¿Vivo, extinto o imaginario? Prueba cuánto sabes

'Animales invisibles', de Gabi Martínez y Jordi Serrallonga pasa revista a especies raras, extintas e imaginarias

El libro plantea una aproximación poética a la crisis de la biodiversidad

Dibujo de un tigreo coreano (Panthera Tigris), por Joana Santamans, publicado en Animales Invisibles (Nórdica, 2021) de Gabi Martínez y Jordi Serrallonga.

Dibujo de un tigreo coreano (Panthera Tigris), por Joana Santamans, publicado en Animales Invisibles (Nórdica, 2021) de Gabi Martínez y Jordi Serrallonga. / Joana Santamans

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Michele Catanzaro
Michele Catanzaro

Periodista

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Un ser con cabeza de jirafa, cuerpo de antílope y patas de cebra. Cuando los cazadores africanos le describieron este animal a los colonialistas, estos lo tildaron de "unicornio africano": una fantasía. Sin embargo, el okapi existe y sigue corriendo por la República Democrática del Congo.

Del pez celacanto no había más que fósiles del Cretácico. Pero en 1938 se pescó un ejemplar en Sudáfrica. De pronto, un animal pasaba de extinto a vivo. 

Del rinoceronte blanco del norte quedan dos ejemplares en Kenya. Si no prospera un atrevido programa de fecundación in vitro, esta especie desaparecerá en pocos años. 

Las fronteras entre animales vivos, extintos e imaginarios es más difusa de lo que parece. En ese margen hay animales que pasan de una categoría a otra a lo largo de la historia. 

A ese espacio ambiguo viajan el escritor Gabi Martínez y el naturalista y colaborador de EL PERIÓDICO Jordi Serrallonga en su último libro "Animales Invisibles" (Nórdica, 2021), que viene acompañado por las lujosas ilustraciones de Joana Santamans y un prólogo del actor, viajero y ecologista Viggo Mortensen.

Fauna e imaginario

Este ensayo pasa en reseña 51 animales, entre especies de difícil observación, extintas y míticas. Es un libro es difícil de clasificar. No es un texto enciclopédico ilustrado: su muestra de animales es ecléctica y abarca del bonobo al monstruo del lago Ness, del dodo a la gran barrera de coral. 

Tampoco se parece a esos bestiarios medievales, en los cuales el perro y el gato figuraban al lado del grifo y del ave fénix. El texto tiene un sólido rigor científico, no cede a la criptozoología y se basa en viajes llevados a cabo en persona por los autores.

"Hablar de animales es una buena forma de explicar otros entornos. A partir de ellos - sean vivos, extinguidos o míticos - podemos contar cómo son las sociedades en cuyo imaginario están presentes", explica Martínez. 

Se trata, entonces, de un ejemplar raro de libro de viajes. Y de algo más. 'Animales invisibles' es todo un proyecto. Los autores empezaron a conversar sobre la idea hace casi una década, fascinados por la historia de Jordi Magrané, un naturalista valenciano que fue asesinado mientras buscaba el yeti en Pakistán.

El proyecto ya engendró un libro de ficción homónimo, publicado por Martínez en 2019 para Nórdica. Su próximo resultado será una serie de documentales, en las intenciones de los autores. 

Poesía y conservación

El libro es sumamente oportuno, en un momento en el cual la crisis de la biodiversidad se revela tan grave como la climática. Sin embargo, las narrativas dominantes sobre estos problemas son abstractas y lejanas. Datos abrumadores de emisiones y extinciones. Imágenes de osos polares hambrientos sobre balsas de hielo menguante. 

El texto de Martínez y Serrallonga aborda la extinción por medio de historias poéticas, cercanas y palpitantes. No es casualidad que muchos de los animales vivos seleccionados están en riesgo. Y que entre los extintos hay varios que desaparecieron por acción humana. Y que en la lista figure también un representante del género homo (el hobbit de la Isla de Flores): un recordatorio de que los humanos no estamos exento del riesgo de aniquilación.

"Si no estudiamos todo lo que nos rodea, incluso los animales que no podemos ver, desaparecerán de verdad", afirma Serrallonga. "La pandemia nos ha enseñado que necesitamos la biodiversidad para poder respirar libremente", añade.

Biodiversidad de la imaginación

Este mismo afán anima a la ilustradora Joana Santamans, que trabajó durante siete meses en las ilustraciones hechas a la acuarela y el óleo. "Me siento implicada en sensibilizar a todo el mundo sobre la conservación del planeta", explica. Alejándose de la frialdad y el perfeccionismo de la ilustración científica, Santamans ha buscado el enfoque de los naturalistas antiguos, que mezclaban arte y conocimiento. "Cuando entiendes, amas", resume.

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Quien lea el ensayo del inicio al final notará una continuidad entre las historias que lo componen, y una estructura circular, de la vida a la vida.

Martínez espera que la lectura fomente la "biodiversidad de la imaginación". "Estamos dentro de relatos únicos. Nos centramos en cuatro animales, de la misma manera en que nos centramos en cuatro líderes. Prevalece el monocultivo y el monólogo, mientras deberíamos recuperar la biodiversidad y el diálogo", concluye.