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Tres claves para elegir correctamente un sujetador deportivo

  • Impacto, sujeción y materiales son conceptos básicos a la hora de elegir un modelo u otro

  • Llevar el top adecuado evita la caída prematura del pecho causada por los movimientos bruscos del cuerpo durante el ejercicio

Una mujer de espaldas con un sujetador deportivo.

Una mujer de espaldas con un sujetador deportivo. / El Periódico

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Begoña González

Puede parecer una banalidad. Cuestión de estilo o gustos. Pero la elección de un sujetador deportivo adecuado para el tipo de ejercicio que se va a realizar es básico para evitar la caída del pecho y las molestias durante la práctica. 

Al correr o practicar deportes de alto impacto, el pecho sufre. Durante el ejercicio, con el peso de la propia mama y el efecto del impacto se crea un desplazamiento de los tejidos causados por una fricción que provocan a largo plazo la caída del pecho. Para evitar estos indeseables efectos negativos del deporte sin perder los beneficios que aporta, es recomendable utilizar ropa deportiva y sujetadores adecuados. El top o sujetador, por tanto, debe ofrecer una mayor sujeción que el de uso diario. No todas las mujeres son iguales, y tampoco deberían serlo los sujetadores deportivos. Cuanta más talla se tenga, por ejemplo, más riesgo de caída existe, ya que si el pecho es de mayor tamaño, la inercia causada por el peso es también mayor y con ello es más propenso al desgarre de los tejidos.

A pesar de que este problema lo han sufrido las mujeres desde que el mundo es mundo, no fue hasta 1977 cuando alguien decidió ponerle remedio. Su creadora, Lisa Lindahl, no soportaba tener que sufrir cuando corría y decidió ponerse manos a la obra para evitar que sus pechos se interpusieran entre ella y su afición. Lisa nunca antes había practicado deporte porque sufría de epilepsia, pero tras casarse, y ver cómo su marido disfrutaba de aquel deporte, decidió probar. Se dio cuenta de que el ejercicio le suavizaba mucho su condición y le aportaba multitud de beneficios y ante la frustración de no ser capaz de disfrutarlo plenamente se puso a buscar una solución. Fueron muchos los intentos fallidos, pero finalmente dio con el arreglo perfecto. Su marido, con el que compartía carreras y kilómetros, no tenía problemas con la gravedad porque entonces los hombres disponían de una especie de tangas masculinos diseñados para proteger los genitales durante la actividad deportiva. Lisa entonces pensó en unir dos de esos suspensorios y coserlos. De ese primer modelo basado en dos tangas masculinos a los sujetadores de hoy en día hay muchas diferencias, pero la base y la intención siguen intactas. Entonces solo había un modelo y ahora en cambio es posible elegir entre una infinidad de ellos ¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de elegir?

Sujeción y tipo de actividad

El factor principal que se debe tener en cuenta a la hora de elegir un sujetador deportivo adecuado es el tipo de actividad para el que se va a utilizar. No necesitará el mismo top una persona que vaya a utilizarlo para practicar yoga, que una ‘runner’ o una jugadora de pádel. Todo dependerá de la cantidad de impacto. Como es obvio, no se experimenta el mismo nivel de impacto durante una práctica de yoga, que durante una maratón, una sesión intensa de spinning o cualquier otra actividad en la que haya movimientos bruscos. De este modo, los sujetadores para hacer deporte con sujeción ligera son los indicados para actividades como el ciclismo suave o el entrenamiento con peso en gimnasio.

En el nivel intermedio, en cambio, encontramos los modelos diseñados con tirantes más anchos para proporcionar más estabilidad al pecho, más indicados para actividades como tenis, baile o una clase de spinning. Por último, encontramos los tops diseñados para actividades de máximo impacto como fútbol, baloncesto o ‘running’ en los que se busca una mayor compresión y evitar al máximo el impacto de los saltos en esta zona del cuerpo al llevarlo lo más recogido posible dentro de la comodidad.

Este tipo de sujetadores consigue que el pecho se sienta envuelto y sujeto y reduce al máximo la molestia. A pesar de que el tipo de deporte practicado afecta mucho al tipo de sujetador recomendado., otro aspecto importante a tener en cuenta es la talla, pues aquellas deportistas con una talla de pecho mayor que vayan a realizar actividades de bajo impacto, es probable que también necesiten una mayor sujeción y lo básico es que cada mujer se sienta cómoda con el modelo elegido.

¿Sujetador o top?

La diferencia entre un sujetador y un top depende mucho de cada fabricante, y en muchos casos es tan mínima que resulta casi imperceptible o directamente inexistente. De cara a elegir una buena prensa, es importante valorar la comodidad de la misma. Si un sujetador ajusta bien, pero clava las tiras, puede que haya otro modelo que proporcione mayor comodidad al tener la espalda de nadadora. De cara a elegir un modelo que ajuste bien y sea cómodo, suele ser mejor optar por aquellos que llevan tiras ajustables y que permiten la multiposición, es decir, llevarlas de forma regular y paralela o que por lo contrario puedan ajustarse y cruzarse. Así se podrá adaptar a cada una de las actividades y exigencias que se necesiten en cada momento. 

Del mismo modo, la elección de copas semirrigidas o tejidos más blandos puede depender tanto del tipo de deporte, que en el caso de rugby o boxeo por ejemplo nos hacen optar por una mayor protección, o por la propia comodidad de la deportista. 

Material

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El top está constantemente en contacto con la piel por lo que el material es un factor importante para evitar molestias, rozaduras o picores a causa de la sudoración. Es esencial que esté fabricado con materiales transpirables. De este modo, llevando la ropa adecuada, técnica y transpirable se pueden evitar sofocos innecesarios y problemas mayores, ya que la sudoración podría irritar la piel y acabar generando rozaduras muy molestas.

Normalmente, los fabricantes suelen optar por combinaciones de materiales como el nylon, spandex, algodón, elastán o poliéster. Todos ellos son materiales centrados en la evacuación del sudor y el calor, que permiten una alta transpiración y ventilación del pecho, al mismo tiempo que sujetan y refuerzan algunas zonas. La dureza de los materiales también determinará en parte la sujeción, por lo que es esencial que una vez hayamos elegido el sujetador, lo probemos dando unos saltos o comprobando que se mantiene en su sitio cuando hacemos movimientos bruscos.