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¿Qué sabemos sobre los test anales del covid (y sobre los otros)?

Las pruebas con muestras rectales se aplican en casos puntuales de difícil acceso a nariz y garganta. De momento, no existe un test que exima del distanciamiento social

Colas en laboratorios privados de Madrid  para hacerse pruebas PCR.

Colas en laboratorios privados de Madrid para hacerse pruebas PCR. / DAVID CASTRO

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Michele Catanzaro
Michele Catanzaro

Periodista

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Los test anales del coronavirus han reanimado el sueño de una “bala de plata” contra la pandemia: una herramienta tecnológica que nos libere del distanciamiento social.

Sin embargo, el asunto no pasa de la anécdota. Los test se pueden usar en casos puntuales y no hay evidencia de que sean más útiles que otros para parar el contagio. De momento, no existe ninguna prueba que reemplace las medidas higiénicas. 

¿Qué son los test anales?

Las pruebas por vía rectal son unas normales PCR (test que detectan la presencia del virus a través de su ARN), pero hechas con una muestra tomada en el ano o en el recto, en lugar de la nariz o la garganta, como es habitual. Las noticias de China, siempre difíciles de contrastar, apuntan a que allí (y en ningún otro sitio) se usan de forma sistemática.  

En España se emplean desde hace meses en Galicia. Fuentes de la consejería de salud de esa comunidad dicen que se usan en las contadas ocasiones en las cuales la prueba normal es difícil. O sea, en pacientes intubados, en los que sufren agitación, o en bebés, por la anatomía de su vía nasal. Se desconoce su uso en otras comunidades. Fuentes del Hospital del Mar y Vall d’Hebron afirman que no les consta que se hagan en Catalunya.

Un estudio de mayo de 2020, que recopila resultados de más de 300 pacientes en China, apunta a algo llamativo: la PCR rectal podía ser positiva cuando la nasal es negativa. Sin embargo, el mismo trabajo llama a la cautela. No es que el método detecte a pacientes contagiosos mejor que el tradicional. Lo más probable es que el virus perdure en las heces cuando los pacientes ya no son contagiosos.

Medir el virus en aguas residuales sirve para prever las tendencias de la pandemia en una ciudad, o incluso en un sitio concreto como una residencia. Sin embargo, ninguno de los expertos consultados le ve sentido a un cribado masivo por vía anal.

¿Qué test hay disponibles?

De momento, no existe un test lo bastante rápido y preciso (especialmente para asintomáticos) como para eximir de las medidas higiénicas y de distanciamiento. La información siguiente se ha elaborado en base a consultar, entre otras fuentes, a Salvador Peiró, de Fisavio Salud Pública (València); Juan Pablo Horcajada, Coordinador Covid del Hospital del Mar de Barcelona; David Navarro, jefe de microbiología del Hospital Clínico de València; y Tomàs Pumarola, jefe de microbiología de la Vall d'Hebron. 

Los test disponibles en la actualidad son:

  • La PCR o prueba molecular: se toma una muestra de la nariz o la garganta que se envía a un laboratorio para que detecte la presencia del virus por su ARN. Son las pruebas más sensibles en los 15 días desde los síntomas. Hay prototipos de pruebas moleculares en forma de test rápido (las PCR isotérmicas) que se hacen con pequeños dispositivos en una consulta, sin tener que pasar por el laboratorio. Sin embargo, de momento su sensibilidad es menor. 

  • Los test de antígenos: se toma una muestra por la nariz que se analiza al instante (test rápido) para detectar la presencia del virus por sus proteínas. Son menos sensibles que la PCR y al inicio de la pandemia eran inservibles. A partir del otoño de 2020 han alcanzado una sensibilidad suficiente para detectar cargas virales altas. Por esto, suelen valer solo en los primeros cinco días desde los síntomas. 

  • Los test de anticuerpos o serológicos: se toma una muestra de sangre que se analiza al instante (otra forma de test rápido, que sin embargo es completamente distinta a la anterior) o en un laboratorio (test ELISA o CLIA, más sensibles) para detectar una infección pasada por medio de los anticuerpos generados por el organismo. 

Personal sanitario realizando un test rápido de antígenos (TAR)

/ EUROPA PRESS

¿La PCR y los antígenos eximen de las medidas higiénicas?

Una prueba negativa no es un salvoconducto para “ir a ver a la abuela” sin tomar medidas rigurosas. En primer lugar, toda prueba da falsos negativos -especialmente la de antígenos, que es menos sensible-. En segundo lugar, si entre la prueba y la visita a la abuela no se guarda aislamiento, se puede contraer el virus. En tercer lugar, si se hace la prueba en fase de incubación, el test puede no detectar el virus. Una manera teórica para minimizar el riesgo sería: hacer una PCR; guardar aislamiento durante una semana de posible incubación; repetir la PCR; y seguir en aislamiento hasta la visita. Esta estrategia se acerca a la cuarentena de entrada impuesta en algunos países. Sin embargo, es difícilmente compatible con el turismo o con un uso generalizado. Aplicar medidas higiénicas sigue siendo la opción más viable.

¿Sirven los cribados masivos de asintomáticos?

Por muy sensible que sea una prueba, genera falsos positivos. Si se aplica a una población asintomática, en un momento de la epidemia en la cual hay muy pocos infectados, muchos positivos serán falsos. A la vez, es posible que algunos positivos reales se escapen porque están incubando la enfermedad. Eso puede ocurrir, por ejemplo, en las pruebas que se hacen antes de tomar un avión. No obstante, los cribados de asintomáticos son útiles en poblaciones de alto riesgo (por ejemplo en residencias) o a medida que aumenta el nivel de infección (por ejemplo, en sitios donde hay un brote). En otros ámbitos, hay debate entre expertos. Los cribados sistemáticos en ciertas empresas o barrios tienen sentido si son generalizados y frecuentes, según algunos expertos. Otros observan que no han servido para evitar contagios en colectivos como el de los futbolistas, por los contactos con sus familiares y la falsa seguridad que transmite un resultado negativo. Algunos expertos ven beneficios en un uso generalizado de test de antígenos, pero la OMS los recomienda solo en situaciones donde no se puede hacer una PCR. En general, hay cierto consenso en que, en líneas generales, aislar es más eficaz que 'testear'.

Esquema sobre la eficacia de los test contra el covid elaborado por el doctor Guillermo Aldama, del Hospital Universitario A Coruña, en enero.

/ Guillermo Aldama

¿Cuándo son más útiles los test diagnósticos?

Los test diagnósticos son útiles sobre todo en personas sintomáticas o que han estado en contacto con personas positivas. Ante el gran negocio de las pruebas de pago en el sector privado, los expertos reclaman que se priorice el criterio médico. De hecho, un médico puede aislar a un paciente también con una prueba negativa. Por ejemplo, un contacto estrecho de un positivo se debe aislar aunque su test sea negativo. La venta de test de antígenos en la farmacias podría descargar la atención primaria si se usaran correctamente, según algunas fuentes, pero a la vez sus resultados se prestarían fácilmente a malas interpretaciones.

¿ La prueba de anticuerpos es un pasaporte de inmunidad?

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Un test de anticuerpos positivo no es un escudo ante el contagio. En primer lugar, puede haber falsos positivos, por la reacción cruzada con otros virus. En segundo lugar, se desconoce cuánto protegen los anticuerpos y durante cuánto tiempo. La función de estas pruebas es epidemiológica: sus resultados agregados proporcionan una idea del nivel de inmunización de la población. Aunque puedan venir en forma de test rápido como los de antígenos, son distintos y no sirven para detectar una infección activa. Algunos test detectan anticuerpos IgM, que surgen a la semana de la infección, cuando el paciente aún es contagioso. Sin embargo, el pico de estos anticuerpos se da a las dos semanas, así que las pruebas tienen escasa utilidad para evaluar una infección activa.

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