ENTREVISTA

Albert Jornet: "La precariedad es la repartición política de los privilegios"

Experto en ensayismo sobre la precariedad desde la crisis de 2008, es uno de los cinco participantes en la tercera sesión del ciclo ‘Jóvenes precarios’ que organiza el Observatori Social de la Fundació La Caixa. La conversación sobre los sueños y las luchas de los jóvenes en un contexto apocalíptico tendrá lugar el martes día 26, a las 18.30 horas, en CaixaForum Barcelona. La entrada es gratuita previa reserva en www.palaumacaya.org y también podrá seguirse en línea en https://elobservatoriosocial.lallucana.tech/online

Albert Jornet.

Albert Jornet. / Álvaro Monge

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Gemma Tramullas
Gemma Tramullas

Periodista

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¿Qué es precariedad?

Etimológicamente significa aquello que se consigue con súplicas. Precario es quien, para poder garantizarse una vida digna, necesita suplicar trabajos, becas, papeles, subvenciones…

¿Qué diferencia hay entre vulnerable y precario?

La vulnerabilidad es intrínseca al ser humano, que necesita tanto de los demás como de un ecosistema para vivir; en cambio, la precariedad es la repartición política de los privilegios, cuando el contexto político te aboca a la necesidad.

No son las personas las que son precarias, sino los sistemas.

Claro. La precariedad existe en cualquier sistema, pero la precarización es el sistema de gobierno propio del neoliberalismo.

¿Por qué?

Porque amenaza las estructuras de sostenimiento de la vida y de cuidados, exponiéndonos más a la carestía . El neoliberalismo fragiliza la existencia para controlar a la población.

Entonces, la precariedad no es solo económica.

Forma parte de una racionalidad neoliberal. No es solo un sistema económico y una ideología, sino una visión del mundo que acaba impregnando la propia mentalidad y genera procesos de hiperindividualización.

¿Quiere decir que interiorizamos la precariedad como algo normal?

Exacto. Es la falacia promovida por las clases privilegiadas de que uno es responsable de su propio destino, de su salud y de su estatus. Si eres pobre, es porque eres vago o no tienes talento.

«De los discursos de autoayuda y emprendeduría hemos pasado al ‘yo marca’»

Esto contrasta con las historias de éxito de jóvenes 'influencers' y 'youtubers'.

De los discursos de autoayuda y emprendeduría hemos pasado al yo marca, a convertir el propio cuerpo en una marca que poder vender en un mundo donde la pantalla conectada es cada vez una agente de producción más grande.

¿Qué efectos tiene el yo marca?

La despolitización del sujeto que se entrega a este espejismo de salvación individual.

El futuro es trabajar con el ordenador desde una playa paradisiaca: ser un nómada digital.

El nomadismo digital es la última transformación del tecnoutopismo conservador. Estas clases creativas están en la base de procesos de gentrificación en las ciudades que les resultan atractivas. Es el sálvese quien pueda, el todos contra todos.

¿Cuál es la alternativa?

El mensaje que predomina sobre los jóvenes es entre paternalista y condescendiente, se les presenta desnortados y sin posibilidades. Pero reivindico que hay una generación de jóvenes, entre los 18 y 35 años, tanto o más politizada que la anterior.

«La generación entre los 18 y 35 años está tanto o más politizada que la anterior»

¿En qué sentido?

El feminismo, el ecologismo, el anticapitalismo y las luchas raciales son lenguajes y conceptos que muchos jóvenes están convirtiendo en un sentido común desde el cual poder impugnar estos discursos que legitiman el orden neoliberal.

¿Cómo se concreta este “sentido común”?

En nuevos entornos de cuidado, resistencia y lucha, como centros ocupados autogestionados, colectivos de trabajadoras sexuales y del hogar, el Sindicat de Llogateres… Hay todo un repertorio de discursos antagonistas al individualismo performativo de las pantallas.

Parece optimista.

Es que todo el mundo es muy pesimista. No digo que sociológicamente estos jóvenes sean mayoría, pero están ahí, y muchas veces esto se invisibiliza bajo discursos derrotistas e interesados.

Desde el frente institucional, ¿conviene más luchar por la renta básica universal o por el contrato indefinido?

La institucionalización del conflicto siempre conlleva un componente de frustración, pero son luchas que hay que librar. Hay que defender los derechos conquistados pero también echar mano de imaginación política para compensar la cortedad de movimientos.

¿Se puede superar la precariedad sin cambiar el sistema?

No sé si se puede llegar a superar la precariedad.

Vaya.

Todo sistema genera un afuera, un margen, un desfavorecido que vive en condiciones precarias. Pero al menos se debe intentar detectar qué promueve la precarización.

¿Dónde habría que poner el foco para detectarlo?

En muchos frentes a la vez. Algunos ensayos de los últimos años ponen el foco en el capitalismo financiero, donde el dispositivo de la deuda acaba gobernando todas las vidas. Hoy en día hay tres veces más deuda que dinero.

¿Cómo salir del bucle?

Autores como Santiago Alba Rico destacan que, en este mundo desbocado tanto a nivel financiero como tecnológico, la crítica y la resistencia pasan, paradójicamente, por adoptar una mirada antropológicamente conservadora.

¿Cómo es esa mirada?

Se trata de resituar la medida humana dentro del desbarajuste generalizado, donde se nos invita a desearlo todo, ilimitadamente. Se nos dice que nuestras vidas tienen que estar guiadas por la acumulación incesante no solo de dinero, sino de posesiones, de experiencias, de relaciones….

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…y de seguidores en las redes sociales.

Si somos seres vulnerables y generamos organizaciones sociales que precarizan, pongamos esta vulnerabilidad en el centro, preservando los bienes comunes y las estructures de cuidados, para que no sean mercantilizados. Sería un paso atrás para entender la dimensión ecodependiente del ser humano y adaptar a esta nuestros deseos, acciones y relaciones.