La vuelta al cole en plena pandemia

Un regreso a las aulas con demasiadas incertidumbres

La cuenta atrás para la nueva normalidad educativa ya ha empezado, pero las familias afrontan el curso con una mochila cargada de dudas por el covid

Seis madres y padres de alumnos catalanes hacen explícitas sus inquietudes a una semana de la apertura de los centros escolares el 14 de septiembre

De arriba a abajo y de izquierda a derecha, las madres y padres Lucía Aja, Susan Frekko, César Jiménez, Alexandre Bello, Natalia Giardino y Laura Heredia.

De arriba a abajo y de izquierda a derecha, las madres y padres Lucía Aja, Susan Frekko, César Jiménez, Alexandre Bello, Natalia Giardino y Laura Heredia.

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Manuel Arenas
Manuel Arenas

Redactor y coordinador del equipo de información del área metropolitana de Barcelona

Especialista en historias locales, audiencias e información del área metropolitana de Barcelona y reporterismo social

Escribe desde área metropolitana de Barcelona

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La cuenta atrás para la nueva normalidad escolar, el 14 de septiembre, ya ha empezado y, a pesar de las medidas aprobadas por el Gobierno central y las comunidades, las familias afrontan el curso 2020-2021 con más sombras que luces en sus mochilas.

Ante el clima de incertidumbre y bajo la amenaza de potenciales contagios en los centros educativos, seis madres y padres de alumnos catalanes hacen explícitas sus preocupaciones cara a la vuelta al cole.

"¿Cómo pueden enviar a los niños a clase sin distancia entre ellos?"

Susan Frekko

Madre de un alumno de 2º de la ESO

"¿Cómo pueden enviar a los niños a clase sin distancia entre ellos?". Se lo pregunta Susan Frekko (46 años), madre de un niño de 12 años que va a empezar segundo de la ESO, sobre las medidas para el inminente inicio del curso escolar.

Frekko entiende que, en vez de poner el foco en la distancia entre los llamados 'grupos de convivencia estable', se debería poner en la distancia entre los miembros de cada uno de esos grupos. "Las soluciones propuestas por la Administración, como mascarillas, cribados, mascarillas y reducción a 20 alumnos, son iniciativas positivas, pero no son suficientes porque no garantizan la distancia entre los alumnos dentro de las aulas".

A pesar de que cree que la escuela de su hijo lo está haciendo "muy bien, dentro de los parámetros que le ha marcado la Administración", se muestra muy preocupada por las insuficiencias del plan para la vuelta al cole. Y aunque tiene "muchas ganas" de que su hijo regrese a la escuela, ve prioritario su derecho a la salud.

"Estoy preocupada por la salud de los niños, sus familias, el personal escolar y la comunidad educativa. Si formamos grupos de 20-30 niños que no practican la distancia de seguridad entre sí, podemos volver al colapso sanitario", remarca.

Esta madre, que reconoce haber tenido "la suerte" de poder conciliar mientras su hijo estaba en casa, se atreve a hacer propuestas para garantizar sanitariamente el inicio del curso. Por ejemplo, cita la posibilidad de montar barracones o escuelas de campaña, "ofrecer a los padres una opción 'on line', otra presencial y otra semipresencial a elegir" e incluso organizar turnos de mañana y tarde o de fin de semana.

"Si las administraciones no son más proactivas, podemos estar con el problema de la vuelta al cole durante años", determina Frekko.

Susan Frekko, madre de un alumno de 2º de la ESO. / JORDI COTRINA

"Incluso me parece mucho la ratio de 20 alumnos"

Natalia Giardino

Madre de un alumno de 1º de Primaria

Natalia Giardino (27 años) tiene dos grandes preocupaciones respecto a la vuelta al cole de su hijo de 5 años dentro de una semana. La primera es la del número de alumnos por clase, que en su escuela pública de Terrassa ha sido hasta ahora de unos 25 o 26 niños por profesor. "No sé cómo van a hacer para reducir las ratios. A mí, el límite de 20 alumnos incluso me parece mucho, aunque a partir de Primaria quizá sí sea viable".

En segundo lugar también le inquieta todo lo relativo a la limpieza de los centros, que "debe ser más exhaustiva que nunca para garantizar la seguridad de los críos". Su hijo empieza este curso primero de Primaria, y tras el importante cambio de ciclo asoma el fantasma de otro potencial confinamiento. "Hasta ahora ha sido llevable, pero a partir de Primaria todo cambia: si vuelve a haber confinamiento, ¿hasta qué punto puede él estar solo delante de un ordenador?".

Sobre la información acerca de la nueva normalidad escolar que ha recibido la familia, la escuela les remitió una circular que hablaba de entradas y salidas escalonadas, "pero todo estaba muy en el aire y sin confirmar", apunta Giardino, que asegura que a estas alturas todavía no tiene información definitiva y critica que Educació traslade a los centros la responsabilidad y "se lave las manos".

"Algo que mi hijo nos ha dicho mucho durante este tiempo es que echa de menos a sus amigos", añade esta madre, que aunque estuvo de erte y ya ha vuelto al trabajo reclama a las instituciones protección laboral para las familias que se deban volver a confinar a causa del virus.

Natalia Giardino, madre de un alumno de 1º de Primaria. / ANNA MAS

"El plano emocional de los niños debe ser prioritario"

Laura Heredia

Madre de dos alumnos de P-5 y 3º de Primaria

"No puede ser que a estas alturas todavía no sepamos a ciencia cierta cómo va a empezar el curso". Lo afirma Laura Heredia (41 años), madre de dos alumnos de 5 y 8 años que van a empezar P-5 y tercero de Primaria en la Escola Institut Eixample de Barcelona.

Considera que "los niños han sido los grandes olvidados de la pandemia", y esa afirmación entronca con su principal dolor de cabeza cara a la reanudación escolar: la educación emocional de sus hijos.

"Si pierden un año de contenidos, lo pueden recuperar, pero me preocupa que esto les pueda afectar emocionalmente, que no puedan ser felices como niños que son". Por ello, Heredia pide a las autoridades "pensar como niños" para empatizar con sus necesidades.

Desde que empezó el confinamiento, tanto ella como su marido han tenido la oportunidad de teletrabajar, pero entiende que, cara a una posible nueva reclusión, no sería una situación sostenible, "sobre todo para la salud de los padres".

“Claro que estoy a favor de que los niños vuelvan a la escuela con pautas de distancia, seguridad, temperatura. mascarilla y lavado de manos, pero, una vez dentro, el colegio debe ser lo más 'normal' posible", insiste Heredia. Lo dice pensando en el "prioritario" plano emocional de sus críos, que si algo han descubierto durante los meses de cierre escolar, como nota positiva del confinamiento, "es que pueden jugar juntos, porque solo se tenían el uno al otro hasta que en junio ya pudieron jugar con otros niños". "Que los políticos se pongan en la piel de los niños, que hasta ahora no lo han hecho", zanja.

Laura Heredia, madre de dos alumnos de P-5 y 3º de Primaria. / JORDI COTRINA

"Me preocupa que esta no sea la escuela que los niños recuerdan"

Alexandre Bello i Abellà

Padre de dos alumnos de 4º de Primaria y 1º de ESO

Alexandre Bello i Abellà (43 años), padre de un niño de 9 años que empezará cuarto de Primaria y una niña de 12 que empezará primero de ESO, el primero en la Escola Progrés de Badalona y la segunda en el Institut Badalona VII, se muestra sorprendido por las manifestaciones del 'conseller' de Educació, Josep Bargalló, sobre las ratios educativas ante la vuelta al cole.

"Cuando dijo que la mayoría de los colegios estaban por debajo de las ratios, pensé que conoce poco la realidad de Badalona". Él sí que la conoce porque es representante de las familias de escuelas públicas en la Comissió de Garanties d’Educació de la ciudad. "Si atendemos a las ratios actuales y a los grupos que se han ido añadiendo como setas, se deberían construir tres centros más".

En cuanto a las preocupaciones como padre cara al nuevo curso, Bello reconoce que lo que más le preocupa es "que los niños vayan a la escuela y esta no sea la escuela que recuerdan", especialmente en cuanto a la interacción y el aprendizaje entre alumnos. Lo ejemplifica con el día en que su hija se despidió en marzo de los compañeros: llegó a casa diciendo que aquello "no era la escuela". También le inquieta inquieta "cómo llegarán de motivados los profesores". "Por Twitter veo a muchos docentes con dudas y eso me genera dudas a mí como padre".

En términos sanitarios, asegura estar "tranquilo" en caso de que haya contagios, aunque señala que se está perdiendo la oportunidad de estipular la presencia de un profesional de enfermería en centros de más de 400 alumnos, algo que le tranquilizaría en la nueva normalidad educativa.

"Aunque nuestra familia es muy afortunada porque los niños han seguido formándose, nos sentimos abandonados por la Administración", clama Bello, que siente "tristeza" por "la dejadez de funciones de la Conselleria d’Educació", en el sentido, entre otros, apunta, de trasladar la responsabilidad a los centros.

Alexandre Bello i Abellà, padre de dos alumnos 4º de Primaria y 1º de ESO. / JORDI V. POU

"¿Qué haremos si nuestras hijas se tienen que confinar?"

César Jiménez

Padre de dos alumnas de 2º y 5º de Primaria

Como padre de dos alumnas, ¿cuál es su mayor preocupación ante la vuelta al cole? "¿Cómo van a ser los espacios, cuántos niños va a haber, cuántos profesores? En caso de que el tutor se tenga que confinar, ¿pondrán a otro profesor o se repartirán sus tareas los otros docentes? ¿Habrá geles suficientes? ¿Habrá suficiente personal de limpieza para higienizar los espacios? ¿Funcionará el comedor? ¿Cómo se gestionará el problema si se considera que algún padre ha cometido la negligencia de llevar a su hijo con fiebre?".

La extensa batería de preguntas es de César Jiménez (41 años), padre de dos alumnas de 9 y 6 años que van a comenzar quinto y segundo de Primaria respectivamente en una escuela concertada de Terrassa.

A juicio de Jiménez, "todavía no tenemos certezas y, en esta época de incertezas, cuanto antes nos hubieran informado del protocolo concreto, mejor". "¿Qué haremos si nuestras hijas se tienen que confinar?". Este padre asegura llevar "mal" la incertidumbre permanente de no tener información oficial sobre cómo actuar, aunque lo ha leído en prensa. "Supongo que nos lo explicarán, pero aquí todo el mundo se busca la vida. Un amigo se plantea contratar a un profesor particular para su hijo", explica Jiménez, que pide a la Administración tener previstos y enviar a las familias todos los planes habidos y por haber: "El A, el B, el C y el SOS Socorro", agrega.

Si algo tiene claro este padre es que "es esencial que el colegio empiece en septiembre", ya que, en términos educativos, el confinamiento ha sido "muy duro". ¿Por qué? "Porque yo sé acompañar, pero no soy profesor ni el hogar es la escuela", apostilla Jiménez, quien reconoce haber empezado a valorar más la función de los profesores desde esta crisis.

César Jiménez, p / ANNA MAS / adre de dos alumnas de 2º y 5º de Primaria.

"La pandemia ha relegado la inclusión a un segundo plano"

Lucía Aja

Madre de dos alumnos de P-3 y P-5

El grueso de las preocupaciones de Lucía Aja (40 años) sobre el nuevo curso escolar giran en torno a su hijo de 5 años, con un autismo severo, que va a empezar P-5 en la Escola Margalló de Castelldefels.

Aja, también madre de una niña de 3 años que va a comenzar P-3 en el mismo centro, explica que los efectos del confinamiento, que paró bruscamente las rutinas y las terapias, se notan mucho en su hijo, actualmente "desregulado, con afectación en la conducta y el sueño", más allá de las consecuencias del parón en el aprendizaje sobre comunicación y sociabilización, fundamentales en el espectro autista.

"Los niños más vulnerables lo han pagado más: la pandemia ha relegado la inclusión a un segundo plano", sostiene Aja, que tiene la incertidumbre de que todavía no le han comunicado protocolo alguno cara al inicio del curso para su hijo.

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Más allá de lo sanitario, que también la inquieta pero menos, esta madre se pregunta si la nueva normalidad educativa tendrá en cuenta las necesidades de su niño. Por ejemplo, que los docentes usen mascarillas transparentes para que pueda identificar las expresiones faciales. "Parece que estas cuestiones que requieren recursos quedan fuera del debate sobre la vuelta al cole".

 "Si tuviera que hacer una petición directa, pediría que se renovaran los centros públicos [CDIAP y CSMIJ] que tratan los casos de niños como mi hijo, ya que veo mucha dejadez institucional: la detección precoz necesita actualizarse y más recursos ante el nuevo paradigma educativo", concluye Aja.

Lucía Aja, madre de dos alumnos de P-3 y P-5. / MANU MITRU