Gente Corriente

Noa Moratonas: "Quiero saber cómo se paga la luz y cómo limpiar un váter"

Prepara su maleta para viajar a Lyon donde en septiembre empezará a estudiar Ciencias Sociales en la universidad. Con 19 años, estrenará su independencia.

Noa Moratonas, en su casa en Mollet del Vallès, con la maleta con la que viajará a Lyon para pasar tres años estudiando Ciencias Sociales.

Noa Moratonas, en su casa en Mollet del Vallès, con la maleta con la que viajará a Lyon para pasar tres años estudiando Ciencias Sociales. / JORDI COTRINA

3
Se lee en minutos
Carme Escales
Carme Escales

Periodista

ver +

Metieron bambas y algo de ropa de abrigo –insuficiente para el destino que tenían en mente– dentro de un carro para llevarlo mejor. Fue todo lo que prepararon Noa Moratonas y su prima Maria. Pretendían salir de viaje sin decírselo a nadie. No tenían más de cinco años y aprovecharon un rato solas en casa, en Mollet del Vallès, para escapar rumbo al Polo Norte. Querían conocer a Santa Claus.

¿Hasta dónde llegasteis?

Nada. Fue abrir la puerta de casa y en el rellano ya llegaba mi tía. Allí se acabó nuestro viaje. Pero yo siempre he querido viajar. Soy muy curiosa y ya de niña sentía que quedándome aquí no conocería todo lo que quería.

¿Cuál fue tu primer gran viaje?

Hice dos intercambios como estudiante, en familias de Francia, de una semana y de dos meses y medio. En el último tenía 15 años y volé por primera vez en un avión, me encantó. Quise viajar más y, al volver, una compañera de trabajo de mi madre le habló del programa AFS Intercultura, para estancias en otros países en casa de familias, como puente intercultural. Y fui a Malenovice, en la República Checa.

¿Elegiste tú el país?

Sí, de una lista de 13 de los menos solicitados. Eran los únicos a los que podía optar con beca. Prioricé República Checa por estar en medio de Europa, así podía visitar más países. 

¿Y la familia qué tal?

Eran muy cultos. Tenían cinco hijos y cada uno tocaba tres instrumentos. Incluso uno con síndrome de Williams -discapacidad intelectual leve. para la música era increíble. Yo flipaba. Tenían una pizarra donde cada uno explicaba a todos lo que había estudiado. Volví a Catalunya con más interés por estudiar. Allí renuncié a convalidar el curso para integrarme más. En clase, que era en checo, leí mucho en inglés con mi ebook.

Ahora te vas a Lyon a estudiar.

Sí. En mi instituto elegí Bachibac (doble titulación española y francesa: bachillerato y baccalauréat) para estudiar luego en Francia. Viajar más y además, un curso allí cuesta 170 euros, aquí 1000. Y son carreras de 3 años.

¿Te apetece independizarte?

Mucho. Mis retos ahora son: encontrar piso y un trabajo para no tener que pedir nada a mis padres. Quiero administrarme bien el dinero. Ya soy bastante austera. No gasto en ropa. En comida sí porque como muy mal. Soy un desastre, la primera vez que hice una tortilla no batí los huevos y puse dos dedos de aceite. Marina, mi amiga del ‘cau’ me ha dicho: ven a casa un día por semana y te enseño.

Viviendo sola aprenderás.

Quiero saber cómo funciona la vida, cómo se paga la luz, cómo se limpia un váter.

¿Qué se te da bien?

Los niños pequeños. Soy monitora en el ‘cau’, en Martorelles, y me gusta mucho. Ya me gustó de niña, antes de ser monitora. Allí aprendí austeridad, a amar la naturaleza y muchos valores, como preocuparme por temas de inmigración, feminismo o a cuidar a los amigos.

¿Cómo se cuida a un amigo?

Haciéndole saber que lo quieres. En el 'cau' escribimos en un papel todo lo bueno de los otros. Acabamos llorando. Es muy chulo. Eso no se hace en la vida real, por eso me gusta. Mi primer 'cau' fue una clase de sexualidad. Tenía 14 años. Hablar de todo crea vínculos muy fuertes, yo allí conocí a mi novio, Òscar. Nos vamos juntos a Lyon. Como monitora he aprendido responsabilidad y que los niños reflexionan, solo hay que darles la oportunidad de expresarse.

Noticias relacionadas

¿Qué pondrás en tu maleta?

Álbumes de todas mis fotos, ropa, poca, y el portátil.