Clara Álvarez: "Esta radio es una familia y siempre intentamos ayudar"

El día que cumplió 82 años, Isabel Bartra se plantó en los estudios de Radio Tele Taxi en Santa Coloma de Gramenet y todas aquellas voces que tanto la acompañan durante el día salieron a saludarla cariñosamente: desde el fundador de la emisora, Justo Molinero, que la felicitó por antena, hasta los locutores Miguel Ángel, María José, Juan Carlos y Robert. Atendiendo su espontánea visita y la de otros oyentes estaba Clara Álvarez, una pieza clave de este modelo único de radio.

Usted era una niña de campo.

Nací en una aldea gallega preciosa, Murias de Rao, pero allí no había vida para mí, solo campo, campo y campo. Todos los días eran iguales y cuando me mandaban con las vacas me ponía a llorar.

A los 16 años vino a Santa Coloma.

Era el 30 de septiembre de 1972. Llegué un sábado por la noche y el lunes empecé a trabajar en una fábrica de relojes. Vivía con dos hermanas justo delante de la casa de Justo Molinero, que aún no era conocido.

Años después sería su jefe. ¡Qué casualidad!

Él fundó Radio Tele Taxi en 1982 y yo entonces estaba en Radio Mataró, donde al principio llevaba la discoteca y luego hice un poco de todo. Era la época del vinilo y los discos dedicados. La gente llamaba para pedir una canción, yo cogía la llamada, apuntaba y salía corriendo a buscar el disco mientras sonaba otra canción y el locutor hablaba.

Justo Molinero acabó en Radio Mataró en parte gracias a usted.

Ya tenía mucho éxito pero le habían cerrado la emisora y en 1987 mi director me pidió que contactara con él. Fui al bar donde sabía que tomaba el café y le dije que el señor Palasí de Radio Mataró quería hablar con él para ofrecerle trabajo. Pasaron dos días y no dijo nada, así que insistí.

Y al final fue a Mataró. 

Desde entonces ya no me despegué de su lado, yo en recepción y él arriba. Un tiempo después le concedieron la licencia de Radio Tele Taxi y compró la emisora de Mataró. Él y yo vamos los martes a los estudios de Mataró, los miércoles a Santa Coloma y los jueves a Tarragona.

El estilo no ha cambiado: radio de proximidad y muy participativa.

La radio está abierta a todo el mundo, tanto si quieres pedir una canción, venir a saludar, contar que se te ha perdido el perrito o experiencias más duras de soledad o malos tratos. Esta radio es una familia y siempre intentamos ayudar. A veces le digo a Justo que parecemos una oenegé.

Con casi 40 años de radio a sus espaldas tendrá un montón de anécdotas.

Recuerdo una vez, en Mataró, que una oyente llamó pidiendo una canción para su marido porque le habían puesto la radio en el ataúd y se le iban a terminar las pilas.

¡Eso sí que es fidelidad!

Nuestros oyentes son los mejores. Cuando les pides que colaboren con algo, ya sea para la fiesta de aniversario de la radio o para recoger comida para el Banc d’Aliments, siempre reaccionan masivamente.

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Mucha gente mayor les escucha y les llama a la radio. Hacen una función social no reconocida.

Una de las cosas más bonitas de la radio para mí es el programa de los niños, pero es verdad que la gente mayor es la que más lo necesita. A mí me gusta hablar con la gente. No soy nadie, ni tengo habilidades de psicología, pero los años te enseñan muchas cosas. Todos necesitamos ser escuchados. ¿Y dónde llamas si te sientes solo? Donde te escuchan.